"Darle al IFOP recursos necesarios para asegurar su capacidad es fundamental"
La decisión del Gobierno de mantener al directorio del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) y la sesión que realizaron recientemente a bordo del "Abate Molina" los integrantes de la Comisión de Pesca del Senado fueron dos elementos que para Luis Parot, director ejecutivo de esta entidad, configuran un escenario propicio para un esperado anhelo: conseguir US$ 40 millones para reemplazar, tras 28 años de operación, el buque científico "Abate Molina", encargado de realizar investigación sobre recursos marinos y las principales pesquerías del país.
"La semana pasada el anterior director ejecutivo del IFOP pasó a formar parte del directorio. Esa es una señal de reconocimiento de que lo que hacemos es investigación de valor público que debe mantenerse lo más lejos de los vaivenes políticos. Y se le debe dar estabilidad y una mirada de largo plazo", aseguró Parot desde su oficina en Valparaíso.
Según él, lo anterior ha generado en el mundo político una mejor disposición a escuchar estos planteamientos, "porque se entiende que detrás hay una necesidad de país y un reclamo legítimo del instituto para obtener las herramientas necesarias para poder cumplir adecuadamente su función".
- ¿Por qué es importante que se reemplace el "Abate Molina"?
- A nosotros nos piden hacer la investigación de los recursos pesqueros. Esa información se entrega a los comités científicos y se toman medidas de administración. Esto tiene que ver con la determinación de cuotas de captura y parámetros de cuidado de recursos. Si esa información no es de calidad, obviamente la autoridad se ve complicada. Y los usuarios tampoco quedan contentos. Por eso, darle al IFOP los recursos necesarios para asegurar su capacidad profesionales y que los estudios y la investigación que se haga cuenten con todo el respaldo en infraestructura, metodología y capacidades profesionales, es fundamental.
- ¿Cuáles son las actuales condiciones operativas de la nave?
- Tiene 28 años de uso prácticamente continuos. Tiene más de 5.000 días navegados. Es un barco extraordinariamente dúctil y apropiado para el trabajo que fue desarrollado originalmente. Tiene una gran navegabilidad y es muy bueno en maniobras de pesca y navegación. Es rápido y ha enfrentado temporales importantes. No obstante ser una leyenda, no tiene la tecnología ni la habitabilidad que se exige en los estándares de investigación actuales. El barco funciona y su última adecuación le da una vida útil hasta el 2022.
El director ejecutivo del IFOP aseguró que la investigación nacional es compartida con instituciones de países como Colombia, Perú, México, Australia o Argentina, por lo que la definición de una fórmula para renovar esa unidad se hace necesaria para evitar quedar atrás. "Tenemos poblaciones de peces que circulan, con merluzas que desovan en Valdivia y las pescan los argentinos en el Atlántico. El flujo de esa información es fundamental, por lo nuestra relación con los demás institutos es muy fluida", agregó .
- ¿Cuáles son las urgencias que debieran abordarse en una posible renovación?
- Hay avances muy importantes en los equipos acústicos. El sonido permite trabajar en grandes extensiones interpretando señales. Pero el estándar para esa captura de información requiere de barcos silenciosos, cascos sin turbulencias o adelantos de diseño que hacen muy necesario y urgente cambiar el "Abate Molina" y reemplazarlo por un barco moderno con estas exigencias. Hay otro tipo de cosas más banales, pero muy importantes, como por ejemplo la habitabilidad para el trabajo de los científicos, de hombres y mujeres investigadores.
- ¿Chile está en condiciones de construir una nave de este tipo o tendrá que salir a buscar al mercado internacional?
- Técnicamente se puede hacer acá. De hecho el "Cabo de Hornos", que es el buque oceanográfico que construyó la Armada, fue hecho por Asmar. Lo que sí creo es que tendríamos algún problema en las capacidades de diseño inmediato. Eso significa que el diseño del barco que quisiéramos lo tengo que ir a buscar afuera.
- ¿De qué plazos consta este tipo de adquisición?
- Si tomamos como ejemplo el barco que construyeron los argentinos, que tiene más o menos las características que quisiéramos, se demoraron 18 meses entre la licitación y la construcción. Para ellos el costo fue de US$ 27 millones. Si a eso agregamos el IVA y los impuestos de importación que se deben pagar en Chile estaríamos hablando de cerca de US$ 38 millones. La Comisión de Pesca del Senado aprobó pedir un máximo de US$ 40 millones al Ejecutivo para 2019. Si el Gobierno lo aprueba a través de recursos propios debiéramos hacerlo con la Subsecretaría de Pesca. Si no, seguiríamos el modelo del BID, con cuyos consultores mantenemos contacto y que fue el usado por Argentina. Pensamos que ahí sería un plazo de 24 meses.
- ¿En qué pie están las plataformas de investigación?
- Fundamentalmente son el "Cabo de Hornos" y el Abate Molina. El resto de la investigación se hace actualmente en embarcaciones artesanales o en navíos privados que tenemos que arrendar para poder cumplir con nuestros programas de monitoreo.
Unidad para recursos pelágicos
Aparte del "Abate Molina", la investigación local requiere de un barco costero de menor calado para abordar los recursos pelágico (anchoveta, jurel, sardina, entre otros). El problema en Chile, aseguró Parot, es la empinación de la plataforma continental, "por lo que los barcos necesitan acercarse mucho a la orilla". Por ello, "estamos hablando de un barco de entre 27 y 32 metros de eslora, con un calado de 2,5 metros". Según el directivo, el IFOP entregará un programa para definir la adquisición.
"A nosotros nos piden hacer la investigación de los recursos pesqueros. Esa información se entrega a los comités científicos y se toman medidas de administración" "Técnicamente (el barco) se puede hacer acá. De hecho el 'Cabo de Hornos', que es el buque oceanográfico que construyó la Armada, fue hecho por Asmar""