De cámaras-trampa a aguas grises recicladas: cuidando el patrimonio natural regional
Equipo VRS
En el Parque Nacional La Campana hay 30 cámaras-trampa instaladas que, pese a su nombre, no buscan atrapar sino "sacar fotos en la naturaleza para ver cómo se comportan especies amenazadas (que viven en la zona) como el gato colocolo, el gato güiña, el zorro culpeo, que son difíciles de observar", como explica Javiera Meza, jefa del área de Conservación de la Diversidad Biológica de Conaf Valparaíso.
La protección del patrimonio natural que rodea a las ciudades y comunidades es un requisito para que éstas sean sostenibles, y en el caso de La Campana, parte de lo que Unesco ha declarado como Reserva de la Biósfera en la Región de Valparaíso, la tecnología es un aliado principal. Por eso también el sistema de monitoreo de calidad del aire que instalará el Proyecto Central Los Rulos en dicho Parque, junto a otras estaciones de medición en Limache, Villa Alemana, Lliu LLiu y Olmué, de acuerdo a lo establecido en su Resolución de Calificación Ambiental. El monitoreo considera material particulado, dióxido de azufre y ozono, entre otros elementos. "Los datos técnicos de medición se entregarán mensualmente a la autoridad; la información será pública, pudiendo la comunidad tener acceso a ella de manera directa, para conocer así la calidad del aire en esas localidades", explica Hugo Lecaros, gerente de Asuntos Corporativos y Comunitarios de Inkia Energy.
La Campana es una de las 12 áreas silvestres protegidas terrestres de la Región de Valparaíso y como tal está administrada por Conaf. Además, junto al Parque Nacional Pan de Azúcar (IV Región) y las reservas nacionales Río de Los Cipreses (VI) y Lago Jeinimini (XI), es uno de los cuatro pilotos del país para iniciar una nueva manera de planificar el manejo de estos lugares, con participación de la comunidad y un estándar abierto. De ahí el uso de cámaras-trampa, pero también el control de perros y gatos que deambulan por el área, que cazan a especies protegidas y traen enfermedades: "(En La Campana) Hemos encontrado zorros con tiña, distemper, sarna…y esto es por las mascotas que, aunque están prohibidas, ingresan igual, o la gente las abandona. Por eso, para nosotros, la Ley de Tenencia Responsable ha sido una gran ayuda".
Reforestación y recuperación
Conaf también tiene entre sus prioridades como área silvestre protegida a la Reserva Nacional Lago Peñuelas, donde trabaja con instituciones públicas y privadas en convenios de compensación por obras civiles, lo que significa que cuando se tala parte de un boque nativo se debe reforestar con el mismo tipo de especies en otro sector.
Uno de los últimos grandes convenios fue con el Ministerio de Obras Públicas, a raíz de la ampliación del camino Lo Orozco, lo que significó la reforestación de 10,3 hectáreas de bosque nativo en Peñuelas. Aldo Valdivia, director de la Reserva, explica que para que esto se realice la empresa debe asegurar el rendimiento del 90% de la plantación, y para ello el MOP ha debido tomar todos los resguardos necesarios. "Usaron técnicas con casillas, fertilización, desmalezamiento, protección contra conejos, cierre perimetral y riego permanente. Hace dos años se plantaron árboles de quillay, molle y maitén y ya tienen cerca de un metro de alto. Pero aún no ha terminado el convenio; deben asegurar que el 90% crezca bien", indica.
En Peñuelas también la Universidad Católica de Valparaíso y la Universidad de Concepción trabajan en una iniciativa conjunta. Se trata de un protocolo que permita propagar las semillas de orquídeas endémicas que están en estado crítico de conservación. "Están en Peñuelas, pero yo sólo he visto un individuo, es decir, una sola planta", cuenta el jefe del proyecto, el doctor en Ciencias Biológicas Cristian Atala, de la PUCV, quien junto a Guillermo Pereira, de la Udec, se ha dedicado a estudiar estas especies, particularmente la Chlorea disoides.
Atala explica que la zona entre las regiones de Valparaíso y Biobío es en donde se encuentra más diversidad de orquídeas. "En Chile se conocen poco, y por ello no tienen una aplicación comercial. Las que venden para uso ornamental no son propias de nuestro país. Ese sería un proyecto a mucho más largo plazo". Agrega que el proceso de reproducción de estas plantas es lento, pues la semilla cae al suelo, en donde se alimenta de un hongo y queda en un estado similar al de una papa, situación en la que puede permanecer por un año, hasta que comience a salir alguna hoja.
"Lo que estamos haciendo es buscar protocolos para la propagación de estas especies por semilla en laboratorio, para poder después reintroducirlas en el hábitat. Una de las cosas que hemos descubierto es que en donde mejor se dan es bajo un arbusto llamado romerillo, pues ahí quedan a resguardo de los conejos", explica el investigador. "En Peñuelas hemos pillado como 8 o 9 especies, la mayoría en peligro, porque la gente las pisa, las corta o los animales se las comen".
Explica que en los cerros de Valparaíso hay muchas orquídeas. También hay una especial en las dunas de Concón: la Flor del Bigote (Bipinnula plumosa) que en agosto cubre toda la zona. En Chile hay 72 tipos, mucho menos que en el trópico o en otras latitudes, pero la mayoría son endémicas. Es decir, no se encuentran en ninguna otra parte del mundo", indica.
'Chilenitos'
El biólogo Gastón Carvallo acaba de terminar un proyecto de investigación de Conaf de bosque nativo, orientado a la propagación de tres especies en peligro de extinción en la región: el lúcumo chileno, que solo se da en Pichidangui y Valparaíso; el 'chilenito', cactus endémico entre Pichidangui y Los Molles; y el quisquito rosado, cactus que aparece entre Los Vilos y Concepción.
Carvallo explica que el proyecto consistió en tomar sus semillas y ver cuáles son las condiciones de propagación: "Las especies son muy lentas de crecer y propagar, algunas crecen un milímetro en un año (debido a la poca agua) por lo que, aun cuando obtuvimos plantas en laboratorio y las introdujimos en el hábitat, no hemos podido hacer seguimiento".
"Somos un equipo de investigadores de la PUCV, la Universidad de Concepción y la Universidad Tecnológica Metropolitana. Trabajamos en la zona para entender el funcionamiento del ecosistema de esta área, ya que es una frontera", indica Carvallo. "Una de las cosas interesantes es que plantas como el lúcumo se ven favorecidas por los roqueríos, que funcionan como núcleos de propagación".
En la Reserva Nacional Lago Peñuelas, investigadores de la PUCV y la Universidad de Concepción trabajan en un protocolo para propagar semillas de orquídeas endémicas, que se encuentran en estado crítico de conservación.
La protección de las áreas silvestres que las rodean es un factor indispensable para tener ciudades y comunidades sostenibles. Por eso, desde el interior y hasta la costa se despliegan esfuerzos públicos y privados, y ciencia y tecnología para preservar estos verdaderos "pulmones verdes" que cobijan a flora y fauna endémica.
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Quien visitara la zona de Cartagena en la década de los 90 probablemente nunca hubiese imaginado lo que allí comenzaría a gestarse hacia el año 2000, cuando el municipio decidió proteger un pequeño cuerpo de agua que estaba frente a la playa.
"Ese era un lugar que, en su momento, ni siquiera consideramos para incorporar dentro de las áreas prioritarias. Era un ´charco´. Pero el municipio ha hecho un trabajo muy bueno, incorporándolo a la ciudad y el resultado es fantástico. De hecho nos da un poco de envidia", dice Javiera Meza, del área de Conservación de la Diversidad Biológica de Conaf Valparaíso.
La labor desarrollada por la Municipalidad de Cartagena para recuperar la laguna del mismo nombre se inició con la instalación de una barrera de dunas y rocas alrededor del espejo de agua, a fin de preservar la flora y fauna.
Hoy el lugar se llama Reserva Natural Municipal Humedal de Cartagena, y este año el Ministerio del Medio Ambiente lo declaró Bien Natural Protegido. Cuenta con un presupuesto municipal anual de $120 millones, con un biólogo marino a cargo del programa, cinco guías turísticos, cuatro guardaparques y cinco encargados de mantención. Sólo en 2017 recibió 27.827 visitantes, un 20% más que en 2016.
Parque La Isla
Otro ejemplo en esta línea es el del Municipio de Concón con el Parque La Isla, el que fue construido y entregado en usufructo por 30 años por parte de ENAP Refinería Aconcagua.
El parque se ubica en la desembocadura del río Aconcagua, y parte de su valor es que alberga más de 70 especies de aves migratorias y residentes, como gaviotas dominicanas, pelícanos, gaviotines de Franklin, pollitos de mar, 'perritos' y otras especies como plateros, zorzales, loicas y el pilpilén.
Mediante el trabajo conjunto entre el municipio y ENAP se han establecido convenios con universidades de la zona para generar conocimiento, desarrollando también talleres de formación de monitores ambientales para colegios de las comunas de Concón y Quintero.
El lugar también cuenta con un aula en terreno y un Centro de Rescate y Rehabilitación de Fauna Silvestre, y este año se realizará la segunda versión del Seminario Internacional de Gestión y Gobernanza de Humedales, con expertos internacionales y nacionales en esta materia.
Recientemente se le dio categoría legal de protección al sitio mediante la declaración de estas 28 hectáreas como Reserva Natural Municipal (RENAMU) por votación unánime del Consejo Municipal de Concón, el 25 de julio pasado.
Flora y fauna
Interesante también es el proyecto realizado por GNL Quintero en el terreno de sus terminales, donde han desarrollado una labor de rescate de plantas como vautro, romerillo, cuerno de cabra, chagual y chagualillo, recuperando la vegetación propia de la zona y contribuyendo a reducir la erosión del terreno y a hermosear el paisaje. Las plantas, además, son regadas con aguas grises reutilizadas y reciben abono del área de vermicompostaje (reciclaje de residuos orgánicos gracias a la acción de lombrices).
Alfonso Salinas, gerente de Sostenibilidad de la compañía, destaca que "gracias a este programa hemos visto la reinserción de zorros, quiques, coipos, aguiluchos, entre otras especies de fauna autóctona, que utilizan los sectores con vegetación del Terminal". El ejecutivo destaca además el programa de aves rapaces, que cumplen un rol relevante al controlar a las gaviotas que están en el muelle para evitar que sus desechos dañen las instalaciones y que también considera un programa de educación y difusión en colegios de Quintero.
"El pasado miércoles 25 el Parque La Isla, de Concón, fue declarado Reserva Natural Municipal. Se espera que este sea el primer paso para declararlo Santuario de la Naturaleza, por su valiosa biodiversidad."
El mercurio de valparaíso | Martes 31 de julio de 2018 | 17
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Cámaras-trampa
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