El caso de Everton en esta segunda rueda del campeonato nacional debe ser uno de los más particulares del fútbol chileno. Y es que el ánimo por haber mostrado una mejoría en el nivel de juego contrastó fuertemente con las caras largas que se veían al salir del Estadio Sausalito.
A pesar del 0-0 ante Huachipato que le permite seguir sumando, el cuadro Oro y Cielo no pudo alejarse de San Luis de Quillota y se complicó con el descenso. Un diagnóstico que, al menos, el técnico evertoniano Javier Torrente no comparte del todo.
"Si lo miramos desde el prisma de que obtuvimos 4 de los últimos 6 puntos, viene a ser un 66%. Con el 66% del total estaríamos peleando los primeros cuatro puestos", asegura el rosarino, y agrega que "el equipo dio una muestra en estos últimos dos partidos de espíritu colectivo, de generación de juego y acciones de gol".
Un porcentaje que se torna auspicioso, al recordar la mala estadística con la que el extécnico de Cobreloa partió su ciclo en la banca viñamarina: con un punto de nueve en disputa, resultado que le hizo poner el cargo a disposición de la dirigencia.
"Esperamos no decaer para que con el correr de las fechas vayamos acomodando la cantidad de puntos", sostuvo Torrente, además de reconocer que "lo malo fue lo primero, pero empezamos ahora una nueva etapa en donde podríamos haber sacado los seis, pero nos quedamos con cuatro unidades. Sigue siendo un porcentaje alto para pensar en una recuperación en las diez fechas que quedan".
Dentro de la cancha
Dentro del terreno de juego, fue un hecho que el cuadro de la Ciudad Jardín dio cuenta de las licencias en la defensa acerera y logró llegar con fluidez al arco custodiado por Carlos Lampe, quien al impedir la conquista evertoniana se convirtió en una de las figuras del compromiso.
Rápidamente, el despliegue ofensivo Oro y Cielo fue valorado por el estratega trasandino, quien señaló que "el equipo hizo un desgaste grandísimo durante más de 70 minutos, manejó el balón y tuvo las acciones para ponerse arriba en el marcador. Cuando uno llega ganando a los últimos 15 minutos es una cosa, pero cuando llegamos persiguiendo aún el triunfo, se viene todo cuesta arriba. Igual prefiero quedarme con lo bueno".
Sin embargo, ese optimismo también se transformó en una crítica al desempeño del árbitro Roberto Tobar, quien a juicio de Torrente, dejó jugar mucho y no puso un alto a la "pierna fuerte" que dispuso el elenco de la Octava Región en el césped de Sausalito.
"El árbitro permitió mucho. Nosotros no pegamos, metimos y recuperamos muchos balones de forma leal, trabando, luchando con el cuerpo. El rival golpeó y debió tener tarjetas mucho antes. Nos cortó el juego con faltas", puntualizó el rosarino, además de añadir que en el encuentro "ellos tuvieran sólo una acción de gol y en el segundo tiempo tuvieron una que nació de un mal cobro que terminamos sacando en la línea".
"Estoy conforme"
El optimismo de Torrente es patente a la hora de hacer un análisis general de la actuación evertoniana en la última fecha, en la que aseguró que "vi una recuperación que nos hace pensar que podemos crecer futbolísticamente".
"Estoy conforme, no contento, porque el equipo es dinámico para pasar al ataque y llega bastante", agregó.
Eso sí, el técnico atribuyó a la confianza de los atacantes la falta de gol en su conjunto. Y sostiene que es cuestión de tiempo para que su potencial goleador se demuestre en plenitud.
"Cuando los equipos entran en racha, todo les sale. Cuando no, pasa lo que nos pasó con Huachipato. Pero es cosa de generar confianza en el grupo, de que sepan que pueden, y de tratar de obtener la mayor cantidad de puntos ante Temuco y Colo Colo", agregó el estratega evertoniano, quien también tuvo palabras para el próximo rival de los viñamarinos, para lo cual tendrán que viajar hasta el estadio Germán Becker,
"Temuco es un gran rival. Jugamos con ellos en la pretemporada y empatamos. No es un partido que se vea fácil porque hacen pesar mucho su localía", cerró el rosarino Javier Torrente.
Rodríguez: "No vi si la pelota ingresó"
Una de las jugadas que marcó el encuentro entre viñamarinos y acereros tuvo lugar cerca del final del compromiso, con un balón de Válber Huerta que se coló en el arco de Everton, y que fue rechazado por Matías Leiva desde el interior de la valla. Quien también estuvo cerca de la jugada desestimada por el juez Roberto Tobar, fue el evertoniano Camilo Rodríguez, quien luego del compromiso manifestó que "en un partido de fútbol pueden pasar cualquier cosas. Con la adrenalina, no vi si la pelota ingresó o no al arco. Pasó y quizás nos benefició para sacar un empate y no volver a perder".