Pidiendo justicia, cerca de mil personas despidieron al profesor Nibaldo Villegas
LIMACHE. En multitudinaria misa, realizada en la Iglesia de las 40 horas, le dieron el último adiós.
Dolor, tristeza y un evidente deseo de justicia. Ése era el ambiente que ayer se vivió en la Iglesia de la Virgen de las 40 Horas, en Limache, durante la masiva misa con la que se despidieron los restos del profesor Nibaldo Villegas, quien fue brutalmente asesinado por su expareja y su conviviente.
Y es que tras las angustiantes semanas vividas por su familia, producto de la misteriosa desaparición del docente -ocurrida el pasado viernes 10 de agosto-, y la aparición, días después, de algunas partes de su cuerpo en distintas zonas de la ciudad de Valparaíso, cerca de mil personas, entre familiares, amigos, conocidos, colegas docentes, alumnos y ex alumnos, fueron las que se congregaron en el templo de la comuna de Limache para despedir al "profe" Nibaldo.
Por eso, pese a que la carroza fúnebre arribó a la iglesia unos veinte minutos antes de que se iniciara la eucaristía, programada para las 16:00 horas, el último adiós del profesor Nibaldo empezó cuando inició su recorrido a partir de las dos de la tarde desde el Colegio de Profesores de Quilpué (Avenida Freire #1053), donde estaba siendo velado por su familia desde el viernes.
El cortejo, que fue acompañado por una caravana de aproximadamente unos 100 vehículos, siguió en dirección a calle Blanco hasta llegar al Liceo de Adultos CEIA, de Quilpué, ubicado en calle Las Rosas 505. Allí, colegas docentes, alumnos y exalumnos del docente le rindieron un emotivo homenaje al "profe" Nibaldo.
Luego de dejar atrás el lugar que hasta hace poco fue su lugar de trabajo, los restos del docente -junto a la extensa caravana que lo acompañaba- siguió su camino por el Troncal Urbano por calle Yacolen, para pasar frente del hogar del fallecido profesor y que fue el mismo lugar donde fue salvajemente asesinado.
Tras dejar atrás el hogar de Nibaldo, la carroza prosiguió su camino por la comuna de Peñablanca hasta la iglesia donde se llevó a cabo la misa de despedida, en Limache.
Una vez que los restos llegaron al lugar, los restos del profesor fueron recibidos entre cientos de aplausos y gritos de ¡Nibaldo!, ¡Nibaldo!, por parte de todas aquellas personas que se congregaron en el templo, a los cuales, además, se sumaron el "Nibaldo, amigo, el pueblo está contigo" mientras los familiares cargaban el ataúd hasta la iglesia.
Una vez en el interior del templo, la familia del fallecido profesor se unió en un fraternal abrazo en torno al ataúd. Luego, y antes que hiciera ingreso el sacerdote a cargo de la ceremonia, los familiares solicitaron a los medios de comunicación dejar de grabar y tomar fotografías para poder iniciar la despedida religiosa.
El silencio fue absoluto y la misa fue seguida de manera muy respetuosa y con una emoción evidente por todos quienes repletaron el templo de Limache.
"En primer lugar, quiero agradecerte por ser tan buena persona. Has sido un excelente hijo con don Atilio y con tu mamá, María Pascuala, 'la mami chica' como tú le decías, y junto a cuyos restos descansarás. Has sido un excelente padre con cada uno de tus hijos, has sido un buen profesor, ya que te has ganado el cariño y aprecio de tus alumnos, ya sea en Quilpué, Quillota, Limache, etc. Gracias profe Nibaldo por ser como fuiste, un excelente amigo con los tuyos, un hombre muy cercano, muy de piel, de muy buena convivencia, muy sencillo y alegre, amante del fútbol y el karaoke", dijo el padre Lisperguer.
Y agregó: "Sabes Nibaldo, siento que hoy estás más cerca de Jesús. Te pido que desde el cielo intercedas por tu familia, especialmente, por tu anciano padre, tus hijos, hermanos y sobrinos. Pídele al Señor por tus alumnos y amigos, que su tristeza se convierta en esperanza y su llanto, en voz. Pídele al señor resucitado por nuestro Chile que se queda tan consternado con tu partida".
En tanto, una vez finalizada la misa de despedida, y antes de que se iniciase el trayecto hasta el cementerio parroquial de Limache, lugar donde fueron sepultados los restos del profesor Nibaldo, su hermana mayor, Wilma Villegas, junto con agradecer a todos quienes los acompañaron durante estas semanas, señaló que "mi hermano era muy bondadoso y muy respetado por todas las personas, tal cual como siempre lo fue él. Eso es lo es mi hermano. Es cosa de ver lo que se generó y ocurrió acá. Es mucha la gente que lo conoció por todos estos años en que se desempeñó como profesor, no solo en Villa Alemana o Peñablanca, sino que también en La Calera, Quillota, Viña del Mar, y muchas otras ciudades del país".
En esa línea, añadió que "él sembró amor, clubes deportivos, fue ciclista, entonces, es un orgullo para nosotros. Creo que no sólo la gente de la región lo acompañó, sino que todo el país, todo Chile. El Chile que tiene corazón y que no hace maldad; ese es el Chile que tenemos que rescatar, puesto que no podemos llegar a estas instancias. Jamás se nos pasó por la mente una cosa así. La crueldad que hubo no tiene nombre. Ni en la peor de las pesadillas se nos ocurrió pensar en algo así. Quiero dar las gracias a todos quienes nos apoyaron y acompañaron"
Por su parte, otro de los hermanos del fallecido profesor, Leandro Villegas, también agradeció el apoyo y cariño de todos quienes se conmovieron con este caso e indicó que "mi hermano está tranquilo, en paz y se fue rodeado con todo el cariño que la gente le dio. El tema ahora está en la justicia y le corresponde a los tribunales seguir adelante".
Junto con ello, Lorenza Mancilla, quien fuera exalumna de Villegas en el CEIA de Quilpué, señaló que "Nibaldo fue mi profesor de computación, entre 2011 y 2014, y como gran parte de las personas, he vivido esto con mucho dolor y angustia".
En cuanto a los recuerdos que quedan del "profe" Nibaldo, la mujer manifestó que "fue un excelente profesor, sobre todo con nosotros los adultos quienes, muchas veces, veníamos del trabajo al centro del de estudios agobiados, cansados. Sin embargo, él era muy querido, ya que nos atendía y nos ayudaba a cada uno de nosotros. Eso era lo especial que tenía el profe. Era muy bueno con nosotros, muy cordial, respetuoso hasta decir basta y muy bueno para cantar".
Similar opinión tuvo Juana Martínez, quien aseguró que "yo estuve con él el último día que se le vio con vida, el día viernes. Él estaba contento y feliz. Con nosotros, sus alumnos, siempre fue el mejor. Siempre tenía paciencia y respeto hacia nosotros. Siempre tenía el mejor entusiasmo y disposición para enseñarnos. Llegaba siempre con su hija a clases y hacía estas mismas cosas con ella ahí. Entonces, todos conocimos a su hija. Es muy triste y lamentable lo que pasó. Él era muy respetuoso, amable y cariñoso".
Acompañado de su hermana mayor
Durante la misa de despedida del profesor Nibaldo Villegas, un emotivo momento fue el que se vivió luego de las palabras que el padre a cargo de la ceremonia realizó hacia el fallecido profesor. Lo anterior, puesto que tras los dichos expresados por el religioso, la familia del docente dejó sobre el ataúd de Nibaldo un ánfora que contenía las cenizas de la hermana mayor de éste, Cristina Villegas, quien en enero de este año, en Australia, falleció debido a un cáncer. Esto generó la emoción de todas las personas que, en ese momento, acompañaban al malogrado docente en la iglesia.
"Fue un excelente profesor, sobre todo con nosotros, los adultos. Era muy querido, ya que nos ayudaba a cada uno de manera especial".
Lorenza Mancilla, Exalumna del CEIA de Quilpué"
"La crueldad que hubo no tiene nombre. Ni en la peor de las pesadillas se nos ocurrió pensar en algo así".
Wilma Villegas, Hermana de Nibaldo"