Ciudadanía y apatía
Parece innegable la deslegitimación hacia el modelo de participación democrática y a la clase política. Así lo revela la Encuesta de Opinión Política (EOP 2018) al arrojar que, de los encuestados, un 47% se encuentran insatisfechos con el modelo democrático. Asimismo, un 83% no se muestra interesado en la política.
Esta falta de interés refleja un alejamiento entre la clase política y el ciudadano común. Los políticos parecen ser cada vez menos capaces de canalizar los intereses de las personas en la esfera política-legislativa y, asimismo, las personas creen no tener influencia en la toma de decisiones. Esto deviene en una ciudadanía molesta, cuyo único mecanismo activo de participación política formal pareciera ser el sufragio que, sin embargo, no es suficiente para legitimar la inclusión de las personas en la vida política.
Nos encontramos con una cultura política marcada por la desconfianza y, a priori, alejada de los asuntos políticos. No obstante, la EOP 2018 evidencia que existe un interés por acontecimientos a nivel país, regional y comunal, es decir, por lo público. Es por ello que cabe preguntarse si la ciudadanía cuenta con los mecanismos de participación suficientes para poder involucrarse en la vida pública de la región. Se han intentado generar procesos vinculados a una democracia más directa, que resultan en altos niveles de expectativa y desilusión. El proceso constituyente y las consultas ciudadanas no vinculantes son ejemplo de ello, debido a que las decisiones finales quedan en manos de la misma clase política de la que desconfían.
Pareciera ser que el dilema no está en la falta de interés hacia los asuntos públicos, sino en el modo en que las personas pueden formar parte de ellos. El 50% de los encuestados desconoce los mecanismos de participación municipal, relevantes para encauzar las demandas a nivel local, por lo que además nos enfrentamos a una brecha de información. No obstante, somos testigos de nuevos espacios de participación cívica. El uso de redes sociales, la asistencia a manifestaciones y la participación en voluntariados parecieran ser los nuevos canales que promueven la formación de capital social y de expresiones que son eminentemente políticas. La EOP 2018 nos muestra que la participación en este tipo de actividades cívicas va en aumento.
En síntesis, el desinterés hacia la política y los mecanismos de participación formal parecen encubrir el interés de los encuestados en la vida pública. Los modos de participar en la política formal deben hacer frente a la brecha existente entre las personas y el sistema para poder promover el buen funcionamiento del régimen democrático .
Investigadora de Fundación P!ensa
Francesca Zaffiri Suzarte