El deterioro de la calle Valparaíso comenzó cuando alguien, con buenas intenciones marketineras, comenzó a llamarla avenida. Paradojalmente este "ascenso" significó invasión de comercio ambulante, contaminación acústica, desaseo, delincuencia, especialmente nocturna, y hasta la tentación del azar con "pepito paga doble".
Se han hecho intentos de renovación, el último en 1990, pero el deterioro avanza mientras surge como fuerte competencia el crecimiento de polos comerciales en el sector norte de Población Vergara, atractivos para el público, pese a problemas de congestión y contaminación que generan.
Aparece ahora un nuevo intento de renovación destinado a lograr la recuperación de lo que es el centro histórico de la ciudad. Se consultan obras de mejoramiento en la calle misma entre la Plaza Vergara y su encuentro poniente con Viana, con un total de 11.315 metros cuadrados.
Esta intervención -Plan Impulsar- se financiará con fondos del BID y de la Subsecretaría de Desarrollo Regional. El proyecto está diseñado y aprobado por el Serviu, por lo que será postulado a ese financiamiento para iniciar obras el próximo año.
La alcaldesa Virginia Reginato informó que junto con la recuperación de calle Valparaíso hay otras iniciativas en marcha, como el mejoramiento del Mercado Municipal, antiguo punto de abastecimiento bastante dejado de la mano de Dios, y la compra de la polémica Casa Italia.
Más allá de lo tradicional, la calle Valparaíso tiene numerosas ventajas, como óptima conectividad, con dos cercanas estaciones de Merval, y el paso de líneas de buses que enlazan con todos los sectores de la ciudad e incluso con otras comunas.
Junto a la recuperación del espacio público hay que atender otros aspectos como el estímulo a la renovación de construcciones tradicionales, la atracción de nuevos giros comerciales y el eterno tema de los estacionamientos.
Se anuncia también un proceso de participación ciudadana para que vecinos y locatarios consideren diversos aspectos de la renovación, por ejemplo la opción de dejar la calle para uso exclusivo de peatones.
Esta importante iniciativa, que llega en momentos de duros cuestionamientos a la gestión municipal, merece apoyo pero debe ser acometida con prolijidad, transparencia y eficiencia. Ello a partir del proceso de licitación de obras, continuando con la mantención a través del tiempo del renovado entorno.
La tarea no es fácil. No basta únicamente con invertir grandes cantidades de dinero. Hay que mantener la voluntad de erradicar el comercio ambulante, evitar todo tipo de contaminación y establecer un marco permanente de seguridad para el público y el comercio establecido.