Septiembre, mes de la patria
GESTIÓN. En toda organización está presente el desafío de mejorar la relación entre las salidas y las entradas.
Académico Escuela de Negocios y Economía, PUCV
Este es un mes que trae celebraciones y conmemoraciones de periodos tristes de nuestra historia republicana. Lo principal es la independencia de Chile de la corona española. Pero, también se recuerda el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973. Chile se ha caracterizado por estos quiebres institucionales: el golpe de estado del 4 de junio de 1932, el Presidente Juan Esteban Montero renuncia y comienza un breve periodo conocido como la República Socialista; El 5 de septiembre de 1938 el golpe fracasa, y ocurre la denominada Matanza del Seguro Obrero donde 59 jóvenes que se habían rendido son fusilados sin juicio y Carlos Ibáñez del Campo es exiliado.
La memoria es importante, pues sin ella se repiten los errores y atrocidades del pasado. De igual modo, los desafíos del presente son cruciales. Según la Encuesta CASEN 2017, las personas en situación de pobreza multidimensional son más de 3,5 millones, y las personas en pobreza extrema son más 400 mil. Además, un estudio del Laureate Center for Youth Studies de la UNAB muestra que más de 500 mil jóvenes entre 19 y 29 años no estudian ni trabajan. En seguridad: datos de la PDI y carabineros señalan que más de 15 mil personas han desaparecido en Chile desde el año 2003 a la fecha. El SENAME, a su vez, reveló que 1.313 niños y adolescentes han muerto al interior de dicho servicio entre el 1 de enero de 2005 y el 30 de junio de 2016. Recordemos lo pasado, pero sin jamás olvidar lo presente. En mi opinión, trabajar el presente es proyectar un futuro mejor para todos.
Escuela de Negocios y
Economía PUCV
EL DESAFÍO DE LA PRODUCTIVIDAD
La creación de bienes y servicios requiere transformar las materias primas e insumos en bienes y servicios. Cuanto más eficiente hagamos esta transformación, más productivos seremos y mayor será el valor agregado a los bienes y servicios que proporcionemos. La productividad es la relación que existe entre las salidas (bienes y servicios) y una o más entradas (recursos como mano de obra y capital). En toda organización está presente el desafío de mejorar la relación entre las salidas y las entradas.
Mejoras de la productividad
Es posible lograrla de dos formas principales: Mediante una reducción en la entrada con la salida constante, como sucede con las reducciones de costos efectivas; o bien con un incremento en la salida y la entrada permanece constante, es decir producir más usando los mismos recursos.
En el sentido económico, las entradas son mano de obra, capital y administración, integrados en un sistema de producción o de prestación de servicios. La administración crea este sistema de producción, el cual proporciona la conversión de entradas en salidas. Las salidas incluyen artículos tan diversos como paltas, pinturas, educación y centros turísticos para la recreación.
Productividad y estándar de vida
Una producción alta es posible que solamente implique que más personas están trabajando y que, por ende, los niveles de empleo son altos, o bajo desempleo, pero no implica necesariamente una productividad alta.
La medición de la productividad es una forma excelente de evaluar la capacidad de un país para otorgar una mejora en el estándar de vida de su población. Aún más, solamente mediante el incremento de la productividad es posible que la mano de obra, el capital y la administración reciban pagos adicionales.
Si los costos de la mano de obra, capital y administración aumentan sin incrementar la productividad, los precios de los bienes y servicios suben. Mientras que, los precios de los bienes y servicios reciben una presión a la baja cuando la productividad sube, debido a que se produce más con los mismos recursos.
Mediante el mayor pago que recibirían los trabajadores y los propietarios del capital, como también mediante el menor precio que se pagaría por los bienes y servicios al comprarlos, las mejoras en productividad impactan en un mejor estándar de vida para las personas.
Variables de la productividad
Las mejoras en la productividad dependen de tres variables de la productividad: Mano de obra, que contribuye en casi el 10% del incremento anual; Capital, que aporta casi un 38% al alza anual y; Administración, que retribuye en alrededor del 52% al aumento anual.
El reto para la productividad laboral consiste en mantener y mejorar las habilidades de la mano de obra en el marco de la rápida expansión de la tecnología y el conocimiento, además de utilizar mejor a los trabajadores, con un compromiso más robusto de ellos. Adicionalmente, para disponer de una fuerza de trabajo efectiva, se requiere educación, alimentación y salubridad apropiada.
A su vez, la productividad del capital se beneficia en los ciclos de crecimiento económico, mientras que la inflación y los impuestos elevan el costo del capital, haciendo que las inversiones en capital sean más costosas y por lo tanto bajen su productividad.
No obstante lo anterior, el mayor aporte a la productividad lo aporta la administración. Luego, ahí subyace el principal desafío de la productividad. Revisemos cómo abordar este singular desafío.
Productividad de la administración
La administración es responsable de más de la mitad del incremento anual en la productividad. Este aumento incluye las mejoras realizadas mediante la aplicación de tecnología y la utilización del conocimiento, ambos factores críticos en las sociedades del conocimiento de siglo XXI.
Gran parte de la fuerza laboral está pasando del trabajo manual a tareas técnicas y de procesamiento de información que requieren educación y conocimientos. Por ejemplo, si una persona no tiene destreza en sistemas Office o Windows, queda en una condición de analfabetismo laboral. La expansión del conocimiento, como base de la sociedad contemporánea, requiere que los administradores usen y expandan, tanto la tecnología como el conocimiento, ambos de manera efectiva.
El desafío de la productividad es difícil. Un país no es un competidor de clase mundial con entradas o insumos de segunda clase. La mano de obra poco educada, el capital inadecuado y la tecnología obsoleta son entradas de segunda clase. La alta productividad y las salidas de alta calidad requieren entradas de alta calidad, incluyendo buenos administradores.
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Joaquín Sorono, abogado de la U. de Buenos Aires, es asesor en relaciones humanas, liderazgo y estrategia, también fue profesor de liderazgo en el MBA de la U. de San Andrés, miembro de la Asociación de Recursos Humanos de Argentina y coautor de otros libros.
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JORGE ROJAS VALLEJOS
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