Fiestas Patrias del Bicentenario
Sebastián Piñera E.
Cada 18 de septiembre Chile celebra, como dijo la Declaración de la Independencia, el primer esfuerzo para cumplir su destino. Lo hacemos en las ramadas, en nuestros hogares, en la Parada Militar, en los Te Deum, embanderando nuestras casas y hasta los autos. Cada uno a su manera expresamos nuestro orgullo de ser chilenos y formar parte de esta gran nación que, como toda familia, ha conocido luces y sombras, alegrías y tristezas, conflictos y reconciliaciones, prosperidad y adversidades.
La generación de nuestros héroes y fundadores de nuestra república conquistaron la independencia en los campos de batalla y nos legaron nuestros símbolos patrios. Además, crearon y dieron vida a las instituciones republicanas, muchas de las cuales se extienden hasta hoy, en un proceso que no estuvo libre de dificultades y errores.
Porque, así como en una familia cada generación realiza su aporte al bienestar y la felicidad de sus miembros, de la misma forma en una nación cada generación contribuye con su esfuerzo y talento al bienestar y progreso de todos sus miembros.
¿Cuál será el aporte que hará nuestra generación, la generación del Bicentenario, a Chile? La respuesta no es difícil porque en esta familia, integrada por 18 millones de chilenos, todavía hay muchos compatriotas con urgentes necesidades básicas para subsistir con dignidad. Más de un millón y medio de chilenos sufren la pobreza, situación que afecta especialmente a niños, adolescentes y mujeres. Más del 70 por ciento de los niños y niñas menores de tres años están fuera de la educación preescolar porque no asisten a un jardín infantil o a una sala cuna. Mientras, muchos adultos mayores deben vivir apenas con lo justo y miles de familias de clase media vulnerable se sienten agobiadas por la incertidumbre frente al futuro.
Esos chilenos, que son los que más atención y ayuda necesitan, han sido invisibles para muchos, pero no para nosotros. Por esos chilenos, nuestro Gobierno está empeñado en hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que Chile sea un país desarrollado y sin pobreza antes de que termine la próxima década.
En América Latina esto podría parecer una ilusión, pero en realidad es una oportunidad. Si en otros continentes hay países con menos recursos que el nuestro y que hoy gozan de una prosperidad que ni imaginaban, es porque en algún momento tomaron la decisión de ser más y perseveraron en el camino. Chile debe y puede hacer lo mismo: decidirse a ser un país desarrollado y sin pobreza. Un país más libre, más justo, más próspero y más solidario.
Es evidente que esto no será posible por puro voluntarismo o meras declaraciones. Necesitamos un gran esfuerzo de unidad nacional para enfrentar esta tarea con verdadera vocación, anteponiendo el bien de Chile a los intereses partidistas o individuales. La pobreza o el subdesarrollo no son una fatalidad histórica, sino una situación que puede, debe y vamos a superar. Para ello Chile requiere grandeza, voluntad, decisión, unidad y mucho trabajo.
Necesitamos la contribución decidida de las familias, la sociedad civil, las empresas, las universidades y las regiones; ciertamente también del Estado. En definitiva, se requiere un esfuerzo conjunto para una tarea que es nacional y de gran envergadura.
En nuestra historia hemos tenido problemas y desastres naturales como terremotos y maremotos, pero siempre nos hemos puesto de pie. En muchos países admiran la capacidad que Chile tiene para enfrentar la adversidad y reconstruir nuestro país. ¿Cuál es la receta? Trabajar unidos, no resignarnos frente a las dificultades, saber que había muchas familias trabajando por salir adelante y esperando el apoyo necesario.
¿Cómo será Chile a fines de la próxima década? Será como lo decidamos los chilenos de hoy. Aprovechemos las inmensas oportunidades que ofrece nuestra Patria para construir entre todos un país unido que progresa con la fuerza de la libertad, la justicia y la solidaridad; un país inclusivo, que crece gracias a la fortaleza de sus familias, el vigor de la sociedad civil y el esfuerzo de cada uno.
"Aprovechemos las inmensas oportunidades que ofrece nuestra Patria para construir entre todos un país unido que progresa con la fuerza" ."
Presidente de la República.