"Tenemos que dejar de ser una organización que sólo dé financiamiento y pasar a dar apoyo"
"Poner el pie en el acelerador". Esa es la frase que más repite la gerenta de Innovación de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), Rocío Fonseca, quien participó en el seminario "Innovación de triple impacto" realizado en el Edificio Tecnológico de la entidad en Curauma.
"El mensaje más potente de la Corfo es que debemos dejar de dar financiamiento solamente y pasar a dar apoyo, ser un conector y poner el pie en el acelerador", comentó la ingeniera biotecnóloga máster en Innovación y Emprendimiento, quien antes de ingresar a la corporación se desempeñaba como directora ejecutiva de Start-Up Chile.
La gerenta, además de poseer más de quince años de experiencia en el área, es uno de los dos chilenos que forman parte de las cien personas más influyentes en el mundo en materia de gobierno digital.
- ¿Cuáles son los tres ejes para potenciar la innovación empresarial y hacia dónde están apuntando como Corfo?
- Lo que estamos apuntando tiene que ver con la velocidad, con cómo juntamos y hacemos sinergia en el ecosistema para que las cosas pasen más rápido que como lo hemos venido haciendo. Debemos ver cómo pasamos de una economía basada en "commodities" en el país a una de valor agregado. Y ahí la colaboración es clave, cómo los emprendimientos y las universidades conversan con las empresas, porque entre todos acá tenemos que colaborar y trabajar en conjunto. La velocidad es la clave. Y el tema basal también es cómo hacemos las cosas bien. Por eso el triple impacto tiene que ver con sustentabilidad, con temas sociales y ambientales, y obviamente con temas económicos y productivos. Es ver cómo a través de la colaboración fortalecemos estos tres pilares de sostenibilidad en el país.
- Por cuestiones naturales la innovación ha ido avanzando en el país. ¿Ese crecimiento ha sido suficiente? ¿En qué pie se encuentran las empresas en esta materia?
- Efectivamente, creo que estamos avanzando. Hace diez años el sistema era totalmente diferente. Ahora, en cambio, las empresas grandes están abiertas a escuchar a emprendedores, a ver tecnologías nuevas y a diferenciarse de sus competidores. Las pymes también están moviéndose súper rápido para desarrollar nuevas tecnologías de mercados globales, pero creo que lo que nos falta todavía, y que lo conversamos harto durante el seminario, tiene que ver con la velocidad con la que estamos actuando. Estamos haciendo cosas, pero si queremos pasar de ser un país en constante vía de desarrollo, como hoy, a un país desarrollado, tenemos que ponerle velocidad.
- ¿Cuál es el consejo para las empresas que, legítimamente, continúan creyendo que sin innovación sus negocios seguirán siendo sostenibles en el tiempo?
- El consejo es que se les pasa el tsunami por encima. Si tú no innovas, si dejas de generar productos o servicios con valor agregado para tu mercado, va a pasar otro que va a ir más rápido que tú, con una mejor propuesta, con un mejor precio y finalmente vas a dejar de ser competitivo en el mercado. La innovación no es un sueño o algo que se vea muy aspiracional, sino que tiene que ser vista como un pilar fundamental para la competitividad en el negocio.
- ¿Cómo miran desde Santiago la innovación que hay en las regiones? ¿Existe a una gran escala?
- Hay maravillosos ejemplos en las regiones, que por lo demás pudimos ver y constatar en el seminario.
- Cuesta a veces recordar grandes innovaciones que no hayan surgido de la capital...
- Hay muchísimos casos. En todas las zonas hemos visto que por las realidades regionales se desarrollan soluciones que son territoriales, pero con una mirada global. Cada región tiene que buscar cuál es su realidad y potenciar esas innovaciones. Y ahí el llamado que nosotros hacemos es a los medios de comunicación, porque hemos visto que hay innovaciones, hay empresas y pymes que están trabajando y que tienen productos y servicios llamativos, pero que no se conocen en gran magnitud. Por eso es importante que se muestren las cosas que se están haciendo porque eso ayuda a irradiar este ecosistema que es tan necesario.
- Eso sí, la innovación, al menos en Valparaíso, pareciera que aún no es un pilar de la economía local. El último Inacer (Indicador de Actividad Económica Regional) arrojó que todas las regiones crecieron, salvo esta. Y las autoridades culparon mucho a la caída del turismo argentino en la zona, que por cuestiones obvias no se resolverá hasta que ellos aclaren su situación interna. ¿Puede, entonces, que en un futuro la economía de una región descanse en la innovación y el emprendimiento y deje un poco de lado los sectores históricos?
- Lo primero es que el país está basado en una economía tradicional. Entonces, cuando hay un factor pequeño como la variación del precio del cobre, o problemas con nuestra fruta de exportación o que no vienen los argentinos a la Quinta Región, es súper susceptible a que haya un cambio como ahora. Sin embargo, si hubiera una cultura de innovación constante, donde tú diversificas la matriz económica y tienes varios distintos huevitos, si se te cayera uno no importaría porque tendrías otros que soportarían la canasta, pero el problema es que tenemos economías en regiones que son muy, pero muy de nicho, con dos o tres temas específicos y si se te cae uno se te cae la economía local por completo. Por eso la idea es ver cómo diversificamos la matriz económica en las regiones y cómo la sofisticamos, y en eso la innovación es clave.
- ¿Cuál es el paso siguiente que debe dar el país en el que efectivamente la innovación y el emprendimiento sean considerados como un agente importante?
- Entre otros, la velocidad. Hay que poner el pie en el acelerador sí o sí ahora. Efectivamente, se están haciendo cosas, pero no a la velocidad que necesitamos en el país. Por ejemplo, nosotros, como Corfo, tenemos que dejar de ser una organización que sólo dé financiamiento y pasar a ser una organización que dé apoyo. Nosotros tenemos las conexiones, tenemos la red de contacto, y si podemos ser puentes conectores entre nuestros beneficiarios, las empresas y las pymes, con todo el ecosistema que le pueden servir sus productos y servicios, podemos acelerar aún más para que las cosas pasen.
- En base a su experiencia, ¿cree que ha costado construir cultura de emprendimiento en las empresas para transformar a Chile en un país innovador?
- Siempre cuesta construir cultura de innovación y emprendimiento porque vivimos en un país que es bien vertical, que está basado en los recursos naturales, donde cuando el precio del cobre baja la innovación sube. Eso está directamente relacionado. Entonces, tenemos que desencajar eso, empezar a pensar en el futuro, en que no podemos vivir de los recursos naturales sin un valor agregado para siempre, y ahí la innovación es el factor diferenciador que debemos potenciar.
- ¿Cuán importante también es que esta cultura se empiece a enseñar a una temprana edad, como en la enseñanza básica?
-Muy importante, y por eso hay distintos niveles, donde por ejemplo el Ministerio de Educación está trabajando en esos temas. Nosotros lo abordamos ya cuando son las empresas, las pymes y la generación de nuevos emprendedores. Pero como Estado esta es una política que se está trabajando desde los colegios hasta cómo cambian las mallas curriculares en pro de la innovación y el emprendimiento.
"Si tu no innovas, si dejas de generar productos o servicios con valor agregado para tu mercado, va a pasar otro que va a ir más rápido que tú""
"El problema es que tenemos economías en regiones que son muy, pero muy de nicho, con dos o tres temas específicos, y si se te cae uno se te cae la economía local por completo""
"Cuando hay un factor muy pequeño como la variación del precio del cobre, o problemas con nuestra fruta de exportación o que no vienen los argentinos a la Quinta Región, es súper susceptible a que haya un cambio" "Estamos haciendo cosas, pero si queremos pasar de ser un país en constante vía de desarrollo a un país desarrollado tenemos que ponerle velocidad""