Desazón entre los bolivianos, aunque apoyan insistir en una salida soberana
DESOLACIÓN. En distintas ciudades de la nación altiplánica se habían preparado y congregado para celebrar una victoria diplomática. Tras asumir el fallo, plantearon que el país jamás debe declinar en su aspiración de salida al mar.
"Listo, nos quedamos sin mar", decía un boliviano en la plaza Murillo, ubicada en el centro de La Paz y punto de encuentro diario de muchos habitantes del país vecino. Su acompañante complementaba: "Siempre nos falta centavos para el peso".
Tras conocerse el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que estableció que Chile no está obligado a negociar con Bolivia una salida soberana al océano Pacífico, cundió la desazón entre quienes habían llegado hasta el histórico espacio de la capital boliviana, expectantes ante la posibilidad de que los jueces de La Haya entregaran un resultado favorable a la pretensión del gobierno de Evo Morales.
Unas 200 personas, muchas de ellas con banderas de la reivindicación marítima, siguieron la lectura del fallo en dos pantallas gigantes instaladas en la plaza Murillo, junto a las sedes del Gobierno y el Parlamento bolivianos. A su vez, músicos y bailarines ofrecían actuaciones folclóricas.
"He venido con la esperanza de escuchar un fallo favorable al país", expresó Gerardo Mamani, quien se aproximó a la plaza a escuchar la determinación.
Representantes y miembros de distintos movimientos sociales llegaron con carteles y coreando "mar para Bolivia".
Pero a medida que avanzó la lectura del fallo, en que se repetía la frase "la Corte no ha establecido que Chile tenga obligación de negociar con Bolivia", la tristeza fue creciendo.
La plaza se quedó vacía rápidamente y solo un grupo de personas siguió coreando la pretensión marítima pero ya a media voz. Unos pocos se quedaron un rato largo, ondeando las banderas y gritando "Bolivia unida logrará su salida".
"Se esperaba más del fallo, pero estamos contentos. Bolivia jamás va a declinar en su aspiración marítima", dijo el militante de Generación Evo, Marcelo Montero. Otro ciudadano, Huamani Huanca, comentó que espera que Chile igualmente negocie con Bolivia y advirtió que los bolivianos "continuarán luchando" para "volver al mar", pese a que no esperaba este fallo adverso.
Pese al revés en La Haya, no faltó el humor y un joven boliviano, Danny Peña, comentó en Twitter que la Corte "dijo que Bolivia y Chile tienen que unirse y que se llame Boliche".
No sólo en La Paz se instalaron puntos para seguir el fallo. Por ejemplo, en Santa Cruz, la capital económica de Bolivia, hubo una ofrenda a la Pachamama o Madre Tierra para rogarle su apoyo en la demanda.
La lectura fue seguida también por parte de la comunidad boliviana en Chile. "Como residentes sabíamos que el fallo no nos iba a afectar, pero esperaba algo más a favor de mi país", dijo Mary Cuéllar, comerciante que reside en Santiago.
"No me siento contenta, pero aclaro que tampoco me hace sentir mal el resultado. Los que vivimos en Chile sabemos que Bolivia tiene paso libre en los puertos y creo que esto de la demanda era usado políticamente por nuestro presidente Evo Morales para perpetuarse en el poder", expresó Claudia Terán, quien también trabaja en Santiago.
"Se esperaba más del fallo, pero estamos contentos. Bolivia jamás va a declinar en su aspiración marítima"
Marcelo Montero, Miembro de Generación Evo"
"Bolivia tiene paso libre en los puertos y la demanda era usada políticamente por nuestro Presidente Evo Morales"
Claudia Terán, Boliviana residente en Chile"
Reacciones en prensa de Bolivia
"Bolivia pasa de la euforia a la desazón y empieza a digerir el fallo en contra", tituló el medio boliviano El Deber sobre la reacción de la gente, tras el fallo adverso. Ese sitio fue uno de los primeros medios bolivianos en informar recién conocida la decisión, También lo hizo La Razón en su versión digital: "La CIJ concluye que Chile no contrajo obligación de negociar acceso soberano al mar para Bolivia". Página Siete destacó también que La Haya invitó a ambos países a restablecer relaciones diplomáticas.