"Creo que en general hemos sido reactivos y poco proactivos con países vecinos"
Jaime Ravinet, quien se desempeñó como ministro de Defensa tanto en el Gobierno de Ricardo Lagos como en el de Sebastián Piñera, es uno de los que, antes del fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) respecto a la demanda marítima boliviana, advirtió que el tribunal de La Haya podía ponerse "creativo" y resolver de forma política en lugar de jurídica.
Por lo mismo, luego del contundente fallo a favor de las pretensiones chilenas, el ex demócrata cristiano se declaró "feliz y gratamente sorprendido".
Más allá del fallo, el también ex alcalde de Santiago ahondó en la relación de Chile con sus países vecinos y en las oportunidades que una buena diplomacia podría brindar, tanto para nuestro país como para el resto de la región.
-¿Cree que el fallo de la CIJ podría costarle la reelección a Evo?
-El tema marítimo tiene una transversalidad grande en la política boliviana. Sin embargo, la pimienta, la ofensa, lo populista lo puso Evo y me imagino que le pasarán la cuenta.
-Hace un tiempo estaba instalada la percepción de que Chile sería como el "mal vecino" de la región, ¿cree que esto sigue siendo así?
-Por mucho tiempo, más que el mal vecino éramos vistos como el mal compañero, como el que le va bien, se las sabe todas y mira en menos al resto. Siento que eso se ha ido corrigiendo y, muy particularmente, la Alianza del Pacífico ha sido un elemento muy importante a ese respecto. Más allá de eso, yo he sido muy crítico, y lo sigo siendo, de nuestra política de relaciones exteriores con nuestros vecinos. Creo que en general hemos sido reactivos y poco proactivos. Yo creo que hay todo un campo para intentar trabajar más allá de los problemas que hay. Sin duda que una enorme limitación cuando se habla de integración y unidad en América Latina y es que algunos países no están contentos con sus límites internacionales. Mientras no se respeten las fronteras existentes, mucho de la unidad y la integración pasa a ser palabras huecas y sin sentido. Uno de los temas más importantes, si queremos construir relaciones entre los países de América Latina sobre una base sólida, es reconocer las actuales fronteras, aceptarlas, y sobre esa base trabajar en integración.
-Respecto a Perú, ¿se logró dejar atrás el fallo de la CIJ del 2014 concerniente a la demanda peruana?
-El fallo de 2014, siendo malo para Chile y no satisfaciendo todas las aspiraciones de Perú, fue afortunadamente dejado de lado. Siento que las relaciones con Perú, particularmente vía la Alianza del Pacífico y de las inversiones mutuas en distintos campos, están muy bien. Creo que hay posibilidades reales de construir una efectiva complementariedad económica, cultural y social. Ojalá pudiéramos de alguna manera copiar lo que ha hecho Europa, que es tener un relato común. Y pensemos que las guerras en Europa son mucho más recientes y murió mucha más gente.
-En ese sentido, ¿cree que las afinidades entre el Presidente Piñera y el Presidente Martín Vizcarra van de la mano con ese objetivo?
-Sí, pero yo creo que las relaciones internacionales son de Estados más que de los Presidentes. La Alianza del Pacífico surge en el primer Gobierno de Piñera, pero en Perú estaba Ollanta Humala; Michelle Bachelet trabajó con Pedro Pablo Kuczynski, etc. Yo creo que las relaciones tienen que ir por sobre la coyuntura política y deben ser de Estado.
-Pero usted mismo dijo que quizás sería recomendable esperar que salga Morales del poder antes de hablar con Bolivia, y es innegable que la amistad entre Piñera y Mauricio Macri también ha repercutido en la diplomacia entre Chile y Argentina. Más allá de que deba ser una política de Estado, las afinidades políticas entre Mandatarios también tienen un rol en las relaciones internacionales...
-Influye, pero yo diría que en general poco. O sea, la relación Bachelet-Macri fue estupendamente buena también, como lo fue la de Piñera con Cristina Fernández. Lo que pasa es que con Argentina bajo los Kirchner fue difícil hacer negocios o intercambios porque ellos cerraron la economía, subieron las importaciones, prohibieron la exportación de gas a Chile, fijaron una serie de limitaciones cambiarias, etc. Eso sin duda que restringió una mejor relación, pero no solo respecto a Chile, sino que también con el resto del Mercosur y otros países. Fue un esquema de política de cerrar la economía argentina través de una serie de medidas. Ahora, sin duda Piñera es más amigo de Macri que Bachelet, pero no diría que hay un giro o cambio muy importante por las afinidades políticas de cada Mandatario.
-¿Entonces no cree que la buena relación actual entre Chile y Argentina dependa en parte de la amistad Piñera-Macri?
-No, para nada. La buena relación con Argentina viene de los años 90, cuando fuimos capaces de firmar un tratado superando todos los conflictos territoriales y generando un ánimo de trabajo común, y ha sobrevivido los distintos regímenes políticos. Si en algún minuto se ha enfriado no ha sido por problemas bilaterales, sino que por decisiones políticas y económicas de Argentina.
"Las relaciones internacionales son de estados más que de los presidentes. La Alianza del Pacífico surge en el primer Gobierno de Piñera, pero en Perú estaba Humala; Bachelet trabajó con Pedro Pablo Kuczynski""
"Sin duda que una enorme limitación cuando se habla de integración y unidad en América Latina y es que algunos países no están contentos con sus límites internacionales""
Pesimismo por elecciones en Brasil
Hoy se realizarán las elecciones presidenciales de Brasil y el ultraderechista Jair Bolsonaro y Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), lideran los sondeos. Al respecto, Ravinet se declara "pesimista", ya que, sostiene, "la política tradicional brasileña es presa de la corrupción". Según el ex ministro, Bolsonaro, el favorito, no tendría mayoría parlamentaria por lo que su eventual Gobierno "tendría posibilidades muy precarias". Sobre Haddad le preocupa la crisis que atraviesa el PT y que no pueda hacer frente a la corrupción.
-¿Cómo llega este fallo pensando en el estado actual de las relaciones Chile-Bolivia y en el desgaste de la figura de Evo Morales?
-Sin duda que lo peor ha sido la relación con Evo Morales y esto no sucede solo entre Piñera o (el canciller Roberto) Ampuero con Evo, sino recordemos que Heraldo Muñoz fue un fuerte respondedor de las brutalidades que dice Evo, quien a toda costa quiere perpetuarse en el poder en Bolivia, busca reelegirse y utiliza este tipo de instrumentos y herramientas para su propia publicidad y popularidad.
-¿Y más allá de Evo Morales?
-Las relaciones con Bolivia han estado siempre en dificultad, no obstante la buena intención nuestra y la, muchas veces, buena intención también de Bolivia, porque siempre terminan en el tema marítimo. Esto cruza el horizonte político de Bolivia y se ha ido acentuando con el paso del tiempo. Yo trabajé mucho en actividades mineras durante los años 70 y 80 en Bolivia y jamás vi una antipatía, un anti chilenismo, una sensación de discriminación, salvo quizás en el mundo más político o más intelectual. Pero en general había una estupenda relación. Yo creo que, lamentablemente, la utilización del tema del mar, elevado ahora a la categoría constitucional, es un impedimento para trabajar una buena relación.
-A pesar de eso, ¿siente que se debe retomar el diálogo político o, como ha señalado, entre otros, el ex Presidente Eduardo Frei, sería conveniente esperar a que Morales deje el poder?
-Lo primero que hay que hacer es dejar que Bolivia haga su duelo. Y Ojalá también Evo, que reconozca que perdieron. Lo ideal es no interferir en eso. Comparto con (el ex canciller) Hernán Felipe Errázuriz: el ideal es que nuestras autoridades no se refieran a Evo y se olviden por él de un tiempo. Veo difícil que mientras Evo esté poder abrir ningún tipo de conversación. Por tanto, comparto la opinión de Frei que lo mejor que podemos hacer es esperar y, de alguna manera, creo que con las ofensas que el Presidente Morales ha dado a Chile les correspondería a ellos dar el mejor paso.