Las primarias como ejercicio de participación y no popularidad
Eduardo Araya, doctor en Ciencias Políticas y académico del Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) dice que "cuando uno mira la evidencia de las primarias en las elecciones anteriores se constata que en particular los partidos no han estado proclives a recurrir a ellas, por dos razones: Una, porque prefieren mantener el control de la selección de candidatos y dos, porque además la campaña de primarias requiere esfuerzo, recursos y una selección mucho mas acuciosa de candidatos".
Señala que en las elecciones municipales pasadas su práctica no se pudo realizar en Viña y Valparaíso en Chile Vamos, y que lo que se hizo en la Nueva Mayoría y el Frente Amplio es digno de analizar. De hecho, advierte que una primaria tampoco garantiza que se obtenga un buen candidato. "En Valparaíso se intentó resolver la competitividad de un buen candidato por la vía de tener uno popular, pero éste no necesariamente va a ser un buen candidato ni a alcalde, ni a diputado, ni a senador ni a Presidente y demostró no tener las competencias para liderar una comuna tan compleja como Valparaíso, -pese a que ganó las primarias de la NM. Hubo un candidato outsider, pero que evidenció ser un muy buen candidato, y el resultado fue que ganó con una muy buena votación".
Por eso, dice que "a todo evento yo soy partidario de las primarias, pero a condición de que se hagan bien y no se transformen en una forma de cumplir con ciertas normas y requisitos, sino que los partidos políticos y candidatos entiendan que por sobre todo debiera ser un ejercicio de participación, que no solo es un derecho sino que genera un compromiso de ser parte de un sistema y no testigos de las decisiones de otros".