Francisco Meneses V.

Isabel Parra se mantiene en constante actividad. Además de su trabajo musical y de la difusión del legado de Violeta Parra, en el museo que lleva su nombre, la cantautora se encuentra en la gira "Biografías" junto a Inti Illimani, agrupación que celebra sus 50 años de trayectoria y con la que ha colaborado desde el "Canto para una Semilla" de Luis Advis en 1972; llegando a Valparaíso el miércoles 31 de octubre, a las 20:30 horas, en el Teatro Municipal.

Sobre este recital, Parra comenta que "canto mis canciones acompañada por arreglos de Manuel Meriño y con el sonido extraordinario que tiene este grupo", además de que cada uno interpreta sus temas por separado.

- ¿Es un recorrido también por la Nueva Canción Chilena?

- Son canciones que tienen raíces latinoamericanas y chilenas, que es lo que yo hago, que vendría siendo el canto popular de este momento, no el movimiento de la Nueva Canción Chilena que empezó en el siglo pasado y que continúa en la medida que los autores siguen componiendo nuevas canciones. Sería un repertorio actual, porque no estamos cantando canciones del recuerdo solamente, yo canto canciones de mis últimos dos discos, que he compuesto, grabado y creado en los últimos años. No son canciones antiguas.

- ¿Cuál es la inspiración para estas canciones nuevas?

- Yo hice el último disco que se llama "Con los pies sobre la tierra", que lo hice con un músico italiano con el que trabajo y que vive en Nápoles. Las canciones hablan de lo que nos ocurre todos los días, de los grandes problemas que siento que vivimos en Chile, que se viven en otra parte y son temas que han sido dejados de lado, que muchas veces pueden ser desagradables, como el pisoteo a las minorías, los femicidios, los abusos. Yo me refiero a ese tipo de cosas en las canciones; y por supuesto, también canto temas tradicionales, canciones más tranquilas. Estoy viva, veo lo que pasa y me afecta lo que pasa, me afecta la condición de la mujer. Esos son mis temas y en realidad siempre han sido, vengo de una Violeta Parra que estaba con los ojos muy abiertos, creando y denunciando musicalmente las injusticias, los problemas sociales, que son cosas que a mí me interesan fundamentalmente. Esto se hace con ritmos y raíces de América Latina y chilenas.

- ¿Cómo ve el panorama musical actual? Hay una gran cantidad de jóvenes que se inspiran en las raíces musicales latinoamericanas para generar una composición bastante acorde a los nuevos tiempos.

- Lo veo con mucho optimismo, creo que hay muchos creadores chilenos y mucha gente joven que compone y que usa su música para expresar su pensamiento y compromiso. Me parece que la tecnología ayuda muchísimo, porque ahora cualquier joven que tiene inquietudes musicales puede hacer sus videos, sus grabaciones por internet, por las redes y eso significa que se dan a conocer y producen una gran publicidad, cosa que nosotros nunca tuvimos. Estos movimientos son contundentes y el tiempo irá diciendo que es lo que permanece y lo que no, pero hay mucha musicalidad en los autores chilenos, en las mujeres autoras hay una cantidad impresionante de compositoras y yo lo veo porque en el Museo Violeta Parra, donde yo trabajo mucho, hay de manera permanente recitales de nuevos creadores que tienen un espacio, un auditorio donde se presentan dignamente. Hay una abudancia de creadoras y creadores chilenos, que hacen música chilena, latinoamericana y que tienen influencias de todas partes, como corresponde. Hay una efervescencia de música y lo repito, lo que permanecerá en el tiempo será lo que tenga valor, lo que considere la gente que tiene valor, al ser el jurado que uno tiene en el público, a través de los años.

- En esta época, donde todo es tan vertiginoso y las generaciones jóvenes están más pendientes de lo que ven en redes y generalmente no es de un contenido edificante, que haga pensar acerca del entorno, ¿cómo ve el panorama de la juventud y su acercamiento a la música en esta era?

- Es un tema complejo, infinito de analizar. Internet es la vía de escape, yo creo, de muchos jóvenes y hay mucha superficialidad en los contenidos, hay mucho caos, de repente las redes sociales se usan de una manera muy en contra de las personas, pero esos son los tiempos que vivimos y no podemos ir contra el avance de esta situación. Yo me sonrío y me encanta ver los videos, lo que hacen los jóvenes, lo que hacen con los trabajos de la Violeta. Últimamente me he sorprendido porque este canto que nosotros hacemos ahora, que viene de la Nueva Canción Chilena y de la Violeta Parra, lo que hacen ciertos jóvenes y personas que le interesa lo que nosotros hemos cantado; ellos fabrican videos sobre estos textos y esta música. Eso para mí es nuevo, porque yo no soy muy dada a quedarme en el computador o en el celular, y me asombro de que canciones que compuse hace 30 años, por ejemplo, estén puestas con una escenografía y una imagen que es sorprendente. Hay de todo en la viña del Señor, hay bueno, malo y remalo y los jóvenes tienen que experimentar, buscar su camino si es que tienen el talento y la paciencia, y se mantienen en una dinámica creativa y frondosa; una dinámica, además, estimulante porque la música, los textos, las palabras son las maneras que tenemos de comunicarnos. Entonces, los jóvenes no hablan en su casa, pero sí son capaces de hacer música, poemas, de cantarlo, de tener una guitarra y fabricar sus propios videos. De un lado es maravilloso y del otro, también es peligroso.

- Esta expresión juvenil también significa para muchos la revalorización del legado de Violeta Parra, después del centenario en el año pasado. ¿Cómo ve este fenómeno?

- Eso fue muy fructífero y aleccionador para nosotros, porque estuvimos en muchos proyectos en Chile, directamente trabajando con los jóvenes a lo largo de todo el país, sobre todo mi hija Tita que se encargó de ir a los lugares más recónditos, donde desde los niños hasta los más viejitos conocen a Violeta Parra, saben quién es, qué canciones compuso; los niños cantan estas canciones y los que vienen al museo, lo recorren, se alimentan de la Violeta. Ese es un fenómeno muy estimulante, porque hace pocos años atrás el museo no existía y por lo tanto la gente pensaba que Violeta era la autora de las canciones más conocidas, y no tenía idea de su gran legado, de toda la obra que ella nos dejó. Es un alimento muy importante para nosotros como familia, como sus hijos, ver que la obra de Violeta se valora en toda la gente que va al museo, que no paga entrada, que asiste a los recitales, que mira los cuadros y que le da un poco de felicidad y belleza a su vida, que es muchas veces muy difícil. La vida en Chile, para la mayoría de la gente es una vida compleja, complicada, pobre, con pocas esperanzas y ahí hay un lugar, como en todos los museos chilenos, que ahora entre paréntesis han tenido un reajuste económico dramático. La Violeta es un referente para todos y es una luz que está acompañándonos, mostrándonos quiénes somos y cómo es este país, con todo lo malo que tiene y con todo lo noble que tiene.

- ¿Qué invitación le haría al público de Valparaíso para que asista al concierto con Inti Illimani?

- Les diría que no se van a defraudar los que vengan al recital del día 31. Inti Illimani, me parece que es el mejor grupo de música de raíces, no solamente latinoamericanas, ellos vivieron en Europa, tienen mucha influencia de la música europea también, hay una mezcla de instrumentos, una sonoridad que no todos los grupos la tienen, son músicos muy renovados, componen música al día de hoy y lo van a pasar bien. Lo veo con la gente que ha asisitido a estos recitales, que se van felices y alimentados con esta música que está ahí para ustedes, para que la disfruten. De eso se trata.

"La vida en Chile, para la mayoría de la gente es una vida compleja, complicada, pobre, con pocas esperanzas"."

"Creo que hay muchos creadores chilenos y mucha gente joven que compone y que usa su música para expresar su pensamiento y compromiso"."

"Inti Illimani, me parece que es el mejor grupo de música de raíces, no solamente latinoamericanas, tienen mucha influencia de la música europea"."

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Esto es vandalizar, esto ya no es arte, es destrucción, y son obras que pertenecen a todos los chilenos".

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