Colegios privados se oponen a la ley
Como un buen acuerdo que representa el "corazón" de la propuesta original presentada por el Gobierno, calificó ayer la senadora UDI Ena von Baer la aprobación del proyecto de Convivencia Escolar, antes llamado Aula Democrática y originalmente denominado Aula Segura.
La parlamentaria gremialista, miembro de la Comisión de Educación de la Cámara Alta, aseguró que "nunca comprendió" la postura frontal que parte de la oposición adoptó una vez que La Moneda presentó la propuesta, pero recalcó que lo que primó fue el consenso en que "la violencia y la violencia extrema no las podemos aceptar dentro de los colegios del país".
- ¿El texto que se votó es un buen acuerdo?
- Es un buen acuerdo, porque el corazón del proyecto original quedó plasmado en este acuerdo. Y el corazón del acuerdo original apunta a que cuando existan situaciones de violencia extrema, aunque esas acciones no estuvieran puestas específicamente en los manuales de convivencia, los directores estarán obligados a iniciar un proceso sancionatorio. Y que durante ese proceso sancionatorio los estudiantes podrían ser suspendidos de clases, sin poder volver al colegio, para impedir la revictimización. Las situaciones de violencia extrema quedaron establecidas en la ley, como es el caso del porte de armas, la agresión física, lo que además se amplió a agresiones a terceros dentro de un establecimiento educacional, destrucción de las dependencias y agresiones sexuales.
- ¿Por qué se generó una discusión a ratos con un lenguaje tan agresivo en la discusión de esta ley?
- La verdad es que nunca comprendí por qué parte de la oposición tomó una postura tan frontal en contra del proyecto. Cuando uno preguntaba si es que había desacuerdo en el fondo, que era que en este tipo de situaciones de violencia extrema los estudiantes fueran expulsados del colegio, no había oposición. Entonces nunca logré comprender por qué parte de la oposición tomó, al principio del trámite legislativo, una posición tan confrontacional. Estoy contenta que al final del trámite esto se haya superado y hayamos llegado a un resultado que, para mí, es muy positivo.
- ¿Usted cree que aparte de la oposición le cuesta legislar temas ligados a la seguridad, en el entendido que se asocia el reforzamiento de la autoridad a posibles abusos?
- La verdad es que, al final, cuando uno tiene una legislación que se aprueba casi con unanimidad, lo que veo es que hay un acuerdo transversal de que la violencia y la violencia extrema no las podemos aceptar dentro de los colegios del país. Quizás al principio existió esa postura de pensar que este no era el camino, pero finalmente se comprendió que este tipo de violencia no es aceptable. Y me alegro que ese acuerdo sea tan transversal.
-¿Qué fue lo que permitió llegar a un acuerdo, después de que la Comisión de Educación incluso llegara a cambiar el nombre del proyecto?
- Siento que lo que destrabó la discusión fue reconocer el terreno común, que era que todos estábamos de acuerdo en que en estas situaciones de violencia extrema se pudiese expulsar al alumno, independiente de lo que existiera en los manuales de convivencia. Ese era un acuerdo bastante básico y que se pudo poner en el centro de la discusión.
- ¿Qué opina de una de las críticas de la oposición sobre que estos problemas se circunscribían a algunos colegios de Santiago?
- Nosotros recibimos durante la tramitación preguntas y agradecimientos de varias regiones, además de testimonios de profesores y directores de establecimientos de distintas partes. Esta violencia tan extrema que vimos en los videos de colegios en Santiago también la tenemos en otras partes del país, quizás de otra naturaleza. Aquí hay una señal muy fuerte hacia la sociedad, de que este tipo de cosas son inaceptables. Y especialmente en el seno de una comunidad educativa. Me alegro que tengamos un acuerdo tan transversal que refrende este rechazo a la violencia.
El Presidente Sebastián Piñera destacó ayer la aprobación en la Sala del Senado del proyecto conocido en su génesis como Aula Segura, luego de que se alcanzara un acuerdo con la oposición. El Mandatario también valoró que "esto significa un gran paso adelante hacia un Aula Segura. No puede haber educación de calidad cuando el aula no es segura, por eso lo dijimos muchas veces: aquí hay que tomar partido".
El Mandatario agregó que "el Gobierno está firmemente comprometido con los alumnos que quieren estudiar, aprender y crecer en paz y estamos absolutamente dispuestos a combatir a aquellos alumnos que actúan como delincuentes y que se sienten con el derecho de destruir sus propios establecimientos educacionales con bombas molotov, artefactos explosivos, artefactos incendiarios o que agreden, rociando con bencina a sus propios profesores".
Por su parte, la ministra de Educación, Marcela Cubillos, valoró la aprobación del proyecto y adelantó que espera que dicho "espíritu siga en la Cámara de Diputados". "Queremos que este espíritu de acuerdo que se logró para sacar una muy buena ley siga en la Cámara de Diputados. Para nosotros los ejes que eran fundamentales para esta ley, y por qué esta ley era necesaria, se lograron plenamente en el proyecto aprobado", explicó.
La diputada Camila Vallejo (PC) adelantó que "hay que aprobar obviamente lo que más contribuya a combatir la violencia (...) simplemente sancionando y no previniendo no vamos a lograr solución".
El secretario ejecutivo de la Federación de Instituciones de Educación Particular (FIDE) -que agrupa a 800 colegios particulares, 300 de ellos pagados-, Carlos Veas, rechazó la posibilidad de que esta legislación abarque a esos establecimientos. "Si el Estado no financia los colegios privados, entonces no debiera inmiscuirse de la forma como lo está haciendo", expresó. "El Estado no tiene mayor injerencia en los colegios particulares pagados, porque el Estado no pone un peso", agregó el directivo respecto de la ley.