Movilidad social
El mundialmente conocido y validado coeficiente de GINI explica, en parte, la última posición que tristemente ostenta nuestro país entre los 36 que integran la OCDE. Más allá de las buenas noticias conocidas la semana recién pasada respecto del liderazgo chileno en movilidad social, aún nos queda mucho por avanzar y hay desafíos pendientes que enfrentar con urgencia. Uno de ellos es reducir las barreras idiomáticas en la era global: en Chile, sólo el 2% de la población adulta logra comunicarse efectivamente en inglés. Y pese a que los programas de estudio del MINEDUC han incorporado la asignatura en la educación pública desde hace décadas, al juzgar por resultados los esfuerzos parecen ser, aún, insuficientes.
Si consideramos que un profesional que domina este idioma puede acceder a sueldos un 30% más altos según Adecco, y ubicándose la renta promedio en los 550 mil pesos de acuerdo al INE 2017, un profesional angloparlante podría incrementar su ingreso mensual de manera significativa, superando los $700.000, mejorando su calidad de vida, reduciendo la brecha, impactando en el coeficiente de GINI y ofreciéndonos una oportunidad inmejorable como país - aunque a la fecha, inexplorada en todo su potencial - de reducir la desigualdad y avanzar en el ranking OCDE.
La realidad nos interpela de manera directa, siendo impostergable el establecimiento de una rápida y eficaz colaboración público-privada que amplíe el acceso, con foco en la calidad y pertinencia de los programas de enseñanza del idioma inglés, lo cual, sin duda, nos acerca no sólo a mejores posiciones en mediciones internacionales, sino fundamentalmente a transformarnos en un país donde si el camino de la aspiración se encuentra con el de la oportunidad, una persona pueda llegar donde quiera, alcanzar lo que quiera y ser quien quiera.
Patricio Centeno Presidente Instituto Chileno Norteamericano
Municipio y vecinos
Apoyo plenamente las acciones que está tomando la Junta de Vecinos Casino en contra de la Municipalidad de Viña del Mar. Pero quedaron cortos en los desprolijos mencionados. Por mencionar otros: fracaso del sistema de parquímetros, descontrol administrativo y financiero, etc, etc.
Fernando Díaz Zimmermann
Compra de fragatas
En relación con la adquisición de tres fragatas para nuestra Armada, a continuación menciono el programa de construcción de fragatas canadienses enunciado por el gobierno de ese país en 2011. Después de los estudios de pre-selección de rigor, el gobierno de Canadá en el mes de octubre ha dado el primer paso con la definición del tipo de unidad: se trata de la fragata "BAE Systems' Type 26 Global Combat Ship", teniendo como contratista principal a la empresa de defensa Lockheed Martin. Dicho contrato no será adjudicado hasta que todos los detalles de la construcción y costos finales estén resueltos. La construcción debería iniciarse en 2021 o 2022. El programa es de 15 unidades con un presupuesto inicial del orden de US$ 47 billones, es decir alrededor de US$ 3,1 billones por unidad. Es un programa a largo plazo, que traerá beneficios considerables a la industria canadiense y a la provincia de Nova Scotia principalmente.
Me inclino a pensar que la definición de nuestro programa de adquisición/construcción de fragatas no debiera esperar.
Gustavo M. Astorquiza
Colegio Winterhill
Concuerdo plenamente con el editorial de ayer y con la carta de don Marcelo Saavedra, en el sentido de lamentar el anunciado cierre del colegio Winterhill. Es una pérdida para nuestra ciudad, para sus familias y sus niños.
Yendo más allá, sin embargo, el editorial señala que este colegio nació "en respuesta a la intromisión del Régimen Militar en el sistema educativo. . ." y don Marcelo, por su parte, afirma que este colegio habría sido uno "de los proyectos educativos surgidos como respuesta de supervivencia a la brutalidad de la dictadura cívico-militar...".
Soy de los que creo que muchas críticas se pueden hacer al gobierno que rigió nuestros destinos entre 1973 y 1990; pero, creo también que acusaciones como éstas no se sostienen. La misma existencia de este colegio me parece demostración más que suficiente para reconocer que el gobierno de entonces no se entrometió en el sistema educativo ni en él hubo la brutalidad que se menciona en el sentido de intento de impedir la diversidad de proyectos educativos. De lo contrario, este colegio simplemente no hubiera podido ver la luz.
Como no hubiera podido verla si hubiésemos seguido bajo el gobierno de Salvador Allende. Recordemos que uno de sus proyectos "estrella" era el de la Escuela Nacional Unificada (ENU) que, como su nombre lo indica, apuntaba a encerrar toda la educación en el modelo único que él postulaba y cuya finalidad no era otra que la de formar al "hombre socialista" del futuro.
Gonzalo Ibáñez S.M.