Cómo viven los refugiados sirios a un año de su llegada al país
VILLA ALEMANA. Un positivo balance realizaron las familias y autoridades sobre el programa de reasentamiento. La educación es el área más valorada; el mundo laboral, el mayor desafío.
Hace un año y 16 días, 14 familias sirias llegaron al país provenientes del Líbano. Los refugiados fueron recibidos en el aeropuerto de Santiago por la entonces Presidenta Michelle Bachelet. Ese día, la mitad de ellos se trasladó hacia la comuna de Macul, y la otra a Villa Alemana, donde empezaron su nueva vida en Chile.
La acción fue parte del programa de Reasentamiento de Refugiados Sirios impulsado por el anterior gobierno. El proceso contó con la colaboración del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Vicaria Pastoral Social Cáritas. En total llegaron unos 66 refugiados.
Como venían escapando del conflicto bélico que se vive en su país, el programa contemplaba la ayuda en materia de vivienda y educación, además de todo un proceso de acogida para ellos. Así, en marzo de este año se matricularon los primeros niños, desde pre kínder hasta sexto básico, en los establecimientos de la Corporación Municipal de Villa Alemana, la que les ha prestado ayuda con intérpretes.
A un año de su llegada, Maher Mahamad -sirio de 35 años residente de Villa Alemana- aseguró estar agradecido de la implementación del plan. Dice que su vida actual es muy diferente a la que tenía antes. Por cultura, agrega, a los kurdos le enseñan el servicio militar, tanto a los hombres como a las mujeres, al que debió ingresar cuando cumplió 18 años, obteniendo luego su nacionalidad.
"El objetivo de este viaje son mis hijos, doy gracias a Dios y al colegio que entreguen una buena educación. Agradezco también al municipio el esfuerzo que está haciendo en ofrecer un colegio y un intérprete", dijo Mahamad, quien relató que a raíz de los conflictos bélicos nunca pudo estudiar de manera formal en Siria.
Maher llegó al país junto con su esposa Mawlouda (33) y sus cinco hijos. El mayor de ellos tiene nueve años y el menor sólo 22 días, siendo el único chileno de su casa. Aunque quizás no el último, pues dijo que le gustaría tener en total doce hijos con su esposa.
Respecto a su historia, ellos pertenecen a los kurdo-sirios y, según comenta Maher, la principal diferencia con la cultura chilena es que "no tenemos territorio ni identidad, entonces hay una capacidad enorme de adaptación donde ellos nos colocan, tenemos la capacidad de tolerancia y adaptación". "Cuando me vine a Chile conversé con el programa porque hemos sido discriminados durante 40 años por lo árabes. Me prometieron un buen futuro y tomé la decisión de venir sin pensarlo", relató.
Sin embargo, uno de los principales obstáculos que han tenido es la falta de trabajo. Pese a que cuenta con las herramientas para desarrollar la profesión que realiza hace 23 años, que es pintar autos, aún no encuentra la manera de hacerlo autónomamente.
Durante los dos primeros años en Chile y según se detalla en el programa, las familias sirias recibirán $500 mil, estableciendo este plazo para que logren asentarse y establecerse. "La tarea más importante que llega en este periodo es la inserción laboral", comentó a este Diario el alcalde (s) de Villa Alemana, Jorge Jorquera.
El colegio Mery Graham, de educación básica, actualmente tiene a cinco familias sirias, cuatro de las cuales se incorporaron al inicio del proceso, y una que se sumó durante el segundo semestre de este año.
Los niños que cursan la educación básica fueron integrados de buena manera, pues participan en todas las actividades curriculares. Además, destacaron que hay un fuerte apoyo de sus profesores jefes y de toda la comunidad educativa, lo que les ha permitido avanzar más rápido en el aprendizaje del idioma.
El rector del establecimiento, Claudio Papunzinski, explicó que durante este periodo "el desarrollo de las familias sirias y sobre todo de los niños en términos de adaptación ha sido un proceso lento, pero que avanza positivamente".
Agregó que los menores "comparten con sus compañeros como uno más, son queridos y respetados. Tenemos actualmente nueve niños, entre pre kínder y sexto básico".
Respecto al lenguaje, Papunzinski aseguró que "con el apoyo constante de la intérprete, Hana Khouzman, y de los profesores involucrados en el proceso, se han adaptado muy bien y la relación con sus compañeros es grata y respetuosa".
"Como dije, es un proceso que hay que continuar reforzando, ya que aún no podemos decir tarea cumplida, tanto en el idioma como en los aprendizajes", explicó el rector.
Según informó la municipalidad de Villa Alemana, las familias cuentan con su Registro Social de Hogares, existiendo un trabajo directo con las Oficinas Municipales de Intermediación Laboral (Omil). También se gestionó con la ONG Adra Chile capacitaciones de oficios, que permitan una inserción más efectiva al mundo laboral.
En las acciones realizadas por el municipio durante este año, se gestionó con la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Estaca Villa Alemana, la donación de computadores para cada familia.
También, a través de la Unidad de Fomento Productivo, las familias sirias han tenido gratuitamente un espacio dentro de las ferias libres y temáticas. "Nos pusimos como objetivo, primero, entregarles un territorio donde comenzar una nueva vida, alejado de violencia y de armas. Hemos querido mostrarles que en Villa Alemana podrán encontrar paz y podrán construir un futuro para sus familias", dijo Jorquera.
"El objetivo de este viaje son mis hijos. Doy gracias a Dios y al colegio que entreguen una buena educación. Agradezco también a la municipalidad el esfuerzo "
Maher Mahamad, Refugiado sirio residente, en Villa Alemana"
7 familias sirias llegaron a residir a Villa Alemana. Los menores permanecen en los colegios de la Corporación Municipal, mientras que los adultos poco a poco han ingresado al mundo laboral.
5 hijos tiene Maher Mahamad y su esposa Mawlouda. El menor de ellos tiene sólo 22 días. Es el único chileno. Sin embargo, ambos esperan llegar a tener doce hijos.