"La Región de Valparaíso será
"Tenemos que ser capaces de entender que el cambio climático cambia la escala de nuestros problemas porque amplifica los preexistentes", comenta Gonzalo Delacámara, director académico del Foro de la Economía del Agua, y asesor internacional para la comisión europea de Naciones Unidas, el Banco Mundial y miembro de la iniciativa de gobernanza del agua de la OCDE. El experto estuvo en la zona en el marco de un seminario organizado por la PUCV y Esval sobre los desafíos del sector sanitario.
-El tema del agua siempre ha sido importante, pero en los últimos años ha tenido un impacto muy grande por el tema de la escasez, la sequía, etc. ¿Cómo está Chile en ese contexto?
- A la gente le gustará saber que en el mundo en estos momentos hay más celulares que retretes lo cual me parece es un dato bastante sorprendente, pero si uno traslada la realidad a lugares como Chile o países incluso más desarrollados se encuentra con que la percepción del ciudadano cambia porque ya no se da esta situación. Chile en muy poco tiempo ha conseguido hacer un avance importantísimo como garantizar cobertura universal en agua potable, en saneamiento y hacer un esfuerzo en 12 años que otros países han hecho en 80 o 100, de conseguir garantizar el tratamiento, al menos con ciertos niveles razonables, de sus aguas servidas (...) Sin embargo lo que hemos observado es que las proyecciones de escenarios demográficos como económicos nos llevan a una situación en la cual buena parte de la Humanidad estará pronto sometida a niveles de stress hídrico muy importante.
- Eso ya se da en Chile y particularmente en la Región.
- Buena parte de Chile está en esa situación. Ya no es sólo la realidad de las regiones del norte, sino que por ejemplo si nos centramos específicamente en la Quinta Región estamos hablando, según estudios que se acaban de publicar y utilizando una línea de base que va desde 1980 hasta 2010, que será la Región más afectada por el cambio climático con una previsión de descenso de las precipitaciones en relación a la base. Y lo importante no es tanto el declive de las precipitaciones como el hecho de que las presiones desde el punto de vista de la demanda del agua no dejan de crecer. Entonces yo creo que es una situación que demanda una reflexión.
-Bajo esa óptica, con el escenario que se avecina se requiere hacer muchas inversiones, pero da la impresión que igual de importante es la conciencia, la educación.
- Siempre hay que avanzar en cultura del agua. Me parece casi más relevante que entender la importancia vital que tiene y que más o menos todos lo tenemos claro. Debemos ser capaces de entender todo lo que supone el ciclo integral del agua, es decir el ciudadano a veces tiene la percepción falaz de que llega por la llave y se marcha por el retrete. Mantiene una relación muy fugaz con el agua, pero continua porque la estoy utilizando todo el tiempo y si no la tuviera la situación sería muy crítica (...) Lo importante es que seamos capaces de explicar qué está ocurriendo y cómo se conectan los servicios que prestan las sanitarias con la gestión integral del recurso a nivel de la cuenca. Dicho de otro modo, para la Quinta Región lo relevante no es sólo lo que ocurre en la ciudad de Valparaíso en sí, sino lo que ocurre en la cuenca del Aconcagua.
- Si el cambio climático va a amplificar todos los problemas que existen hoy como la disputa de los regantes del Aconcagua o lo que sucede en Petorca. ¿Todas esas tensiones se irán acrecentando?
- Sin duda. Además no debemos hablar del cambio climático a futuro porque ya está. Y lo importante es enfatizar sobre dos aspectos fundamentales sobre él. Por un lado el clima siempre oscila, siempre ha evolucionado a lo largo de toda la Humanidad, por lo tanto lo relevante no es tanto el cambio como el hecho de que nosotros somos los responsables. Es decir que hay un origen antrópico en él y lo segundo es la velocidad del mismo.
- Habrá más y nuevos problemas.
- El cambio climático añade algunos problemas específicos. Por ejemplo, el aumento de las temperaturas sirve de vector para el desarrollo de nuevos patógenos y nuevas bacterias lo cual va a tener ciertas implicaciones en términos de salud pública. Se produce un aumento del nivel del mar que para un país como Chile, largo y angosto, con 4.300 kilómetros de costa es muy relevante. Pero más allá de estos problemas específicos creo que es importante reflexionar que cualquier cambio climático por definición es un cambio en el ciclo del agua.
- ¿Qué es lo que va a significar esto entonces?
- Esto significa que donde existían sequías ahora serán más frecuentes, más intensas, de carácter plurianual lo cual deja poco tiempo de recuperación entre una y otra, y donde había inundaciones también serán más frecuentes e intensas. Y por las peculiaridades de buena parte del clima en una parte importante del territorio chileno se vive con la tremenda paradoja de que uno se pasa la mayor parte del año hablando de escasez estructural de agua y de sequía, y en determinados momentos tienen que hablar de lluvias torrenciales, episodios de turbiedad e inundaciones (...) Tenemos que entender que el cambio climático cambia la escala de nuestros problemas, pero amplifica los ya preexistentes.
-Entonces no se puede culpar de todo a ese cambio.
-Lo que genera problemas es todo lo que ocurría antes de que el cambio climático llegase y los amplificase (...) Creo que la sociedad no tiene que escudarse en una justificación narrativa asociada al cambio climático, sino que tiene que intervenir incluso aunque éste no existiese. Es decir todos los problemas que se dan de la sobreexplotación del acuífero de Copiapó o los problemas de Petorca, lo que nos están mostrando es que había problemas y desafíos preexistentes. Y creo que hay que transmitirle al ciudadano que, con independencia de su relación con el relato sobre el cambio climático, hay motivos para intervenir (...) Lo relevante es que independiente de si llueve mucho o poco, hay que preguntarse qué hacemos nosotros con el agua que tenemos disponible, con las actividades productivas que generan presiones sobre el medio. Eso es lo clave.
- La Quinta Región tiene un intensivo uso de agua en minería, agricultura y otros ¿Cómo ve estas presiones que actúan sobre el recurso versus el consumo humano?
- Siempre digo que la gestión del agua por un lado es la gestión de conflictos, es decir, que cualquiera que no quiera mancharse que no cocine, pero si uno quiere gestionar el agua tiene que estar preparado a gestionar conflictos intersectoriales. Si hay que trabajar en ellos, es imprescindible que cada vez más tengamos modelos de intervención que sean con una óptica multisectorial. El agua no es un tema sectorial, no es un tema estrictamente ambiental. Es un tema que en un país como Chile está en la esencia de su modelo productivo.
- Esto tiene que ver con nuestro intercambio comercial.
- El 90% del valor de las exportaciones de Chile está vinculado a una serie de sectores que en realidad son intensivos en el uso del agua. No sólo la minería que aporta el 50% de ese monto, sino que también es la fruta, el vino, el salmón. En todo este tipo de actividades lo que hay que entender es que Chile tiene incentivos muy poderosos para gestionar el agua de manera sostenible porque si no lo hace, no es que esté poniendo en cuestión al sector sanitario o al sector del agua. Está poniendo en cuestión la sostenibilidad de su modelo de desarrollo social y económico.
- ¿Y cuál es el desafío?
- Creo que es muy importante que seamos capaces de entender que Chile, que ha sido capaz de generar un desempeño macroeconómico superior a la región, tiene que al mismo tiempo ser cada vez más consciente de los límites en términos de sostenibilidad de su modelo. Es decir, las decisiones que se toman fuera del sector del agua terminan generando un impacto muy relevante sobre el recurso. Tiene que ver con nuestras pautas de desarrollo urbano, con cómo desarrollamos nuestras ciudades, cómo ocupamos de manera formal e informal el tema de desarrollo de los campamentos. Tiene que ver también con nuestra planificación del uso del suelo a nivel de todo el país, con la política agraria, con dónde vamos a priorizar la vocación productiva de los territorios, qué tipo de cultivos vamos a desarrollar en un contexto de cambio climático, tiene que ver con el desarrollo minero, etc.
la más afectada
con el cambio climático"
"Lo importante no es tanto el declive de las precipitaciones como el hecho de que las presiones desde el punto de vista de la demanda del agua no dejan de crecer". "Lo relevante es que independiente de si llueve mucho o poco, hay que preguntarse qué hacemos nosotros con el agua que tenemos disponible"."