"Esa exposición fugaz que produjo molestias, en ningún caso va a producir consecuencias futuras"
En el contexto del anuncio del convenio marco con el Gobierno Regional de Valparaíso para financiar mejoras en la infraestructura hospitalaria, el ministro de Salud, Emilio Santelices, respaldó el trabajo hecho por su cartera para enfrentar la crisis ambiental en Quintero y Puchuncaví.
Aunque el secretario de Estado reconoció que el escenario ha sido complejo, aseguró que el Minsal avanza en distintas medidas que permiten establecer que la situación más crítica del proceso ya está bajo "control", pero no quiere dar por superada totalmente la crisis.
Entre las gestiones que realiza la cartera, Santelices confirmó que ya está bajo consideración un terreno privado donde se podrá proyectar la construcción de un nuevo hospital de Quintero. Asimismo, destacó el plan especial de atención en salud mental para la población de ambas comunas afectadas por los episodios contaminantes, así como también descartó la realización de un estudio epidemiológico a los residentes de Quintero y Puchuncaví.
Esto último significa que no se realizarán más exámenes a la población que ha estado expuesta a las emisiones, porque el compuesto orgánico volátil que provocó distintos síntomas de intoxicación -vómitos, dolores de cabeza, malestar general- no se mantiene en la sangre.
- ¿Está superada la crisis desde el punto de vista sanitario, en lo que compete a salud?
- Mientras mantengamos los niveles de control y como ha funcionado adecuadamente la alerta sanitaria, podemos señalar que estamos en una situación que está en una zona absolutamente de control.
- ¿Se puede hablar entonces de controlada, no superada?
- Yo prefiero ser exigente y señalar que tenemos la situación controlada, que efectivamente cuando tengamos un nuevo plan de descontaminación vamos a poder dar cuenta también de que los temas estructurales están controlados y en el transcurso del tiempo poder señalar que esto lo hemos superado.
- Como Ministerio Salud, ¿les complica que aún no se detecte qué es lo que está contaminando y quién o quiénes son los responsables?
- Yo encuentro natural y legítimo que frente a una situación que uno ha vivido y cómo lo han sufrido las personas de Puchuncaví y Quintero, de forma tan dramática, y empatizo con ellos, quisieran tener un nombre específico que diga esto fue y eso ocurre. Pero también, dicho eso, yo lo que tengo que reiterar es que todas las variables susceptibles de haber producido esta situación, o el conjunto de ellas, o una mezcla de ellas, cuestión que al ser a través de un medio volátil como es el aire no es posible establecer, hoy día se están controlando. Entonces, yo lo que les diría es que tengan tranquilidad porque todas esas variables que pudieron haber contribuido de alguna forma en lo que ocurrió están siendo monitoreadas.
- En algún momento se había hablado de un estudio epidemiológico a la población. ¿Cuándo lo van a hacer?, ¿cómo se va a trabajar?, ¿lo van a enfocar a niños?
- Nosotros en un momento sustentamos la necesidad de hacer estudios cuando todavía no teníamos claridad de cuáles eran los agentes que habían producido estos problemas. Incluso, se compró un equipo de carboxihemoglobina que es para medir. Se instaló en el hospital y se pudo descartar que estos cuadros se debieran a las mayores concentraciones de monóxido de carbono. Por otro lado, periódicamente se tienen que hacer estudios a partir de la información que vayamos recogiendo de acuerdo al perfil de esta población que consultó y que dice relación con cuadros respiratorios y de esa orden. Pero un estudio epidemiológico hoy día, a la luz de cómo ha evolucionado esto y particularmente los agentes volátiles que han estado presentes, no existe un sustento científico para hacerlo.
- ¿Descarta hacer un estudio?
- Vamos a mirar con mayor particularidad a la gente de la zona, pero no hacer un estudio prospectivo donde vayamos a buscar alguna gente en particular, porque esa gente en particular, dado que estamos en presencia de un gatillante que era volátil y que ya fugazmente, en fracción de segundos, pudo haber estado expuesto la persona, no existe estudio posible que nos permita generar esa vinculación y se pueda hacer algún diseño de estudio para esos efectos.
- Cuando fue el caso de La Greda, en Puchuncaví, había un estudio que daba cuenta de metales pesados en la sangre de los niños. Le pregunto si van a hacer ese tipo de trabajo.
- Es muy bueno el ejemplo, pero precisamente lo que ocurre en La Greda es que eso estaba asociado a un estudio de suelo, de sólidos y, por consiguiente, era practicable poder tomar muestras para generar asociación entre los cuadros de los niños y los agentes. Aquí, en cambio, estamos en presencia de agentes volátiles y, por consiguiente, no existen marcadores en la sangre que uno pudiera establecer. Es posible graficar eso cuando personas han estado expuestas a una zona de catástrofe a grandes concentraciones por largo tiempo; ninguna de esas condiciones está dada acá.
- ¿Los síntomas entonces no se asocian a un componente en particular?
- La sintomatología nos puede orientar a los agentes que produjeron esta sintomatología, pero posteriormente, una vez que uno constata la sintomatología y ya no está en presencia del agente que lo generó, no podemos obtener en la sangre trazadores que nos permitan constatar que esos agentes que estuvieron fugazmente en el aire todavía se mantienen en la sangre (...), pueden haber producido los efectos solamente por haber estado en contacto con la vía aérea y por eso es muy distinto a la situación de La Greda.
- ¿No se puede hacer una asociación? Le pregunto porque el Colegio Médico entregó un informe donde sí se hizo y luego la Sociedad de Toxicología de Chile dijo que no era responsable hacerlo.
- Ahí hay que ser muy preciso. Yo me quedo con las conclusiones de la Sociedad de Toxicología de Chile, porque ellos establecieron, en primer lugar, que no era responsable ni serio hacer afirmaciones que, a partir de los elementos que había, concretos, uno pudiera establecer primero relaciones de causalidad ni menos consecuencias de largo plazo (...) Más importante que ello es dejar claro y nítido a las personas que esa exposición fugaz que produjo muchos síntomas, que fue muy molesta y que nos llevó a una situación de urgencia, en ningún caso le va a producir consecuencias futuras porque eso es generar una situación de incertidumbre que no se la merecen. Además, es irresponsable señalarlo de esa manera porque no hay ninguna evidencia de ello.
- ¿Hay algún terreno determinado para la construcción del nuevo hospital?
- Sí, en un momento yo me reuní con el alcalde y la disponibilidad de los terrenos corre por cuenta de las municipalidades en este caso o por los gobiernos regionales. Ellos iniciaron ese trabajo y hemos tenido una buena noticia, porque la familia Urenda ha donado un sitio en una zona bastante ventajosa para la comunidad de Quintero, pero también para la región, porque está ubicado equidistante y con muy buen acceso, sobre la cota de maremoto.
- ¿Cuáles son los plazos?
- Lo primero en estas obras de gran magnitud es el estudio preinversional, que es lo que nos permite a nosotros determinar cuál es la demanda en términos de poblaciones. Tienen que construirse los flujos, de dónde podrían provenir los enfermos. Entonces, hay que ver y hacer las simulaciones. Y por otro lado, hay que definir el nivel de complejidad también en función de la criticidad que tenga la complejidad si no se hace en ese lugar. Todo ese estudio dura alrededor de un año, donde uno puede establecer finalmente cuál es la necesidad del hospital.
"Yo lo que les diría es que tengan tranquilidad, porque todas esas variables que pudieron haber contribuido de alguna forma en lo que ocurrió están siendo monitoreadas" "Para un estudio epidemiológico hoy día, a la luz de cómo ha evolucionado esto y particularmente los agentes volátiles que han estado presentes, no existe un sustento científico para hacerlo""