Pamela Boltei
Claudio Boisier llegó a la administración municipal, uno de los cargos más importantes de Viña del Mar, en abril de este año, en medio de una reestructuración en el peor momento de la crisis financiera y mediática que atravesaba el municipio de la Ciudad Jardín.
Un déficit a diciembre del año pasado que prendió las alarmas y el cuestionamiento por las abultadas horas extra sacó del sillón de la gerencia de la Corporación Municipal al administrador público de la Universidad de Chile y magíster en Formulación y Evaluación de Proyectos de la Universidad Católica de Chile, hoy el hombre fuerte del edificio de Arlegui con Quinta.
Pese a que la Contraloría está encima del municipio, analizando la respuesta municipal a las observaciones hechas por la auditoría financiera que realiza desde este año el órgano contralor, y cuyo resultado final se espera para diciembre de este año, Boisier respira un poco más aliviado con los números del último informe de ejecución presupuestaria, emitido esta semana por el Departamento de Control Municipal (ver página 3).
- ¿A qué se deben estas cifras?
- Es una tremenda satisfacción para nosotros, que estamos a cargo de cumplir con la exigencia de la alcaldesa de equilibrar nuevamente el presupuesto municipal y lo estamos logrando con mucho esfuerzo de mucha gente, esfuerzo de todos los funcionarios. Una de las políticas de reducción de gastos ha afectado a mucha gente en muchos sentidos.
- ¿Cuáles, por ejemplo?
- Gastos de funcionamiento, menos papel para fotocopia, menos toner para reproducir, muchas cosas de ese tipo, sin afectar los gastos relacionados con los servicios a la comunidad.
- ¿Efectivamente no se han disminuido los servicios a la comunidad? Algunos concejales temen porque eso sí esté sucediendo...
- No, para nada. Pero quiero volver a las razones de la baja del déficit, que es porque hemos tenido mayores ingresos, justo en el momento en que hemos estado súper complicados. En agosto sacamos cuentas y habían más patentes pagadas, más permisos pagados, más multas cursadas, y los jueces de policía local cursaron todas las multas que correspondían. Se hizo un recuento de cuánto más sobre el presupuesto acumulado hay y eso suma $3 mil y tantos millones.
- Antes no se cursaban tantas multas...
- No me atrevería a decirlo porque no conozco esa realidad, pero sí el concepto de manejar ingresos en la municipalidad antiguamente era un muy relajado, porque se descansaba en el gran financiamiento que entrega el casino, y cuando las platas que entrega no alcanzan para lo que financiaban antes, porque la actividad municipal es mucho mayor ahora, hay más cosas que mantener -hay una corporación municipal a la que entregarle más subvención mensual, una serie de recintos de todo tipo, guardias que contratar, más metros cuadrados de jardines que mantener y más hoyos en las calles que tapar- tienes una ciudad que estás demandando más y si tú como gestor de este tema no estás visualizando exactamente lo que está pasando y sigues pensando que todo te alcanza, llega el momento en que eso deja de alcanzarte y se va produciendo una diferencia entre lo que llega y lo que gastas, que en el primer año no se nota mucho, el segundo año quizás un poco más y así y después al cuarto y quinto año te das cuenta que te faltan $13.500 millones.
- ¿Cómo fue para usted el cambio?
- Yo soy un soldado de la causa, no me generó tanto problema, sino al contrario. Estuve casi 10 años en la corporación que se salió de problemas serios que tenía. Para mí fue un desafío que, le dije a la alcaldesa, me siento honrado y no creo que sea capaz, pero bueno, aquí estoy y estamos con cifras que están prometiendo bastante.
- ¿Resolvieron las deudas que tenían con proveedores de servicio?
- Tenemos el 100% de lo que se debía al 31 de diciembre de 2017 todo cancelado, y buena parte de este año. Tenemos con ellos hoy una exigencia: El cobro que ellos hacen debe ser de acuerdo con lo que la Contraloría dice que se haga. Si estoy cobrando por extraer el aseo y digo que llevé tantas toneladas de basura al vertedero de Valparaíso, que esas toneladas sean exactamente las que se están cobrando y se pueda comprobar, que el cobro de la factura corresponda al servicio prestado. Es un tema delicado, porque la Contraloría nos dijo que no teníamos cómo demostrar que lo que se pagaba correspondía al servicio prestado. El gasto debe ser eficiente, no se puede derrochar nada.
- ¿Se derrochaba?
- Ha costado un poquito. El concepto no es derrochar con mala intención, pero cuando tienes una cantidad suficiente no te fijas en los detalles. La idea es hacer una administración eficiente donde tú gastes lo que tienes para gastar y en el rubro que corresponde.
- Pero para el próximo año hay un aumento en el gasto de personal...
- Es que personal es caro. Buena parte de los gastos de la administración, sobre un 60%, es en recursos humanos, porque no solo están los sueldos base, sino una serie de otros beneficios y asignaciones, como la asignación profesional de una serie de personas, por ejemplo. Las horas extra es una parte menor.
- ¿Qué tanto?
- Dentro del fondo total de lo asignado a recursos humanos, son menos de un 10%.
- Pero llaman más la atención...
- Sí, y es más mediático, porque de alguna forma se presta para comparaciones.
- Hace poco el exdirector de Personal, Vicente Fraile, contó cómo el sistema de horas extra nació para aumentar los sueldos más bajos y luego se desvirtuó a un sistema de sobresueldos.
- Es un temazo. Algo muy delicado, además. Vicente tiene razón cuando dice que esto partió como una forma de compensar las bajas remuneraciones que tenía el personal municipal en ese entonces, hace 20 a 30 años atrás. Y era así, las rentas de los funcionarios municipales eran bastante menores que las del resto de los funcionarios del sector público. Se fue institucionalizando y formando parte del sueldo. Es un tema, a la vuelta del día tienes un hecho que es irregular pero que está internalizado como un derecho adquirido, porque así lo dicen algunos, y que forma parte de la cultura municipal aquí y en todas partes.
- ¿Pero se hacen o no las horas?
- Es parte de la cultura municipal. La Contraloría no nos ha dicho si esto es así o asá. Es un proceso que tenemos que enfrentar junto a los gremios, asumir que las horas extraordinarias son trabajos extraordinarios, y la municipalidad no puede prescindir del trabajo extraordinario. Ahora, en qué cuantía y circunstancias hay que definirlo, pero ya dimos el primer paso: suprimir las antiguas tarjetitas del control que se prestaban para cualquier cosa y hasta para errores involuntarios de quienes tenían que transcribir lo que estaba en cada tarjetita a una planilla excel día por día, hora por hora y por cada funcionario. Y las jefaturas tenían un cuadernito donde se registraban sus horas de entrada y salida. Yo recibí la instrucción de la alcaldesa de hacer esto más efectivo, porque los registros son mecanismos de control del tiempo, y por eso instalamos los famosos sistemas biométricos.
- ¿Es cierto que antes los funcionarios se ponían de acuerdo para dejar a un delegado por semana para que fuera a marcar las tarjetas de todos sus compañeros?
- No sé, no me consta, pero un sistema como ese se podría haber prestado para eso. Pero aquí hay que mirar para adelante, primero con un control riguroso. Segundo, que asumamos que las horas extra son trabajos extraordinarios en todo sentido y tercero, asumir por parte de la estructura de la organización que somos las jefaturas las que tenemos que encomendar el trabajo extraordinario a nuestros funcionarios de acuerdo a la carga de trabajo que haya.
- ¿Cómo han ayudado a la crisis los ingresos extra recibidos este año?
- Tenemos los dineros del Festival, $4.600 millones, como ingreso adicional al regular. Por otro lado, ingresos no presupuestados adicionales al quehacer diario, patentes, permisos, licencias, y asociado con eso, los menores gastos por una política más eficiente, comparado a lo anterior. Postergamos gastos: Por ejemplo, si me piden una pantalla, yo pregunto si es necesaria ahora o en tres meses más, y si se puede esperar, que esperen. En una oficina me dijeron que querían cambiar una estructura y la respuesta fue no. Pero antes uno de los tantos problemas era que la decisión de gasto no estaba concentrada. Cuando tienes una situación con un presupuesto acotado y tienes que mantenerte en ciertos límites, no puedes dejar que un montón de gente en la orgánica resuelva aumentar los gastos, porque hay que controlarlo. Tenemos que hacer un control preventivo, porque lo que ocurría hasta ahora era que el control era siempre posterior: venía la decisión de pagar con el gasto ya efectuado.
- Usted dijo que a fin de año pretendían estabilizar el déficit y que el próximo año se iba a acabar. ¿Mantiene aquello, con estas cifras en mano?
- Sí. Yo percibo que las confianzas que estaban tan quebradas al comienzo se han ido políticamente recuperando con los concejales. Les hemos dicho que el presupuesto del próximo año lo manejemos con absoluta transparencia, abriendo todas las partidas, hasta las subasignaciones. Hemos avanzado bastante. No hay nada oculto, no se trata de estar con santos tapados, ni menos en esta etapa en que buscamos recuperar las confianzas. Y ya que no tuvimos ninguna fuente extraordinaria de ingresos este año, como el rodoviario y el leaseback, vamos a llegar a fin de año con un déficit de $6.500 millones y eso lo vamos a decir clarito y va a estar en el presupuesto, no se va a ocultar. Y en el presupuesto hay una partida que se llama deuda flotante en la cual se incorporan todos aquellos compromisos devengados el año anterior y que no se pudieron pagar. Se traspasan compromisos financieros de un año al otro, y eso también lo vamos a poner. Nosotros deberíamos cubrir todo el desfinanciamiento presupuestario que se generó en los últimos cinco, seis años, en los primeros meses del próximo. No hemos considerado ninguna fuente posible de ingreso que nos abulte el presupuesto en forma artificial y que después no funcione. Hemos dejado afuera todo lo que podría prestarse para equivocación... Cuando llegué a este cargo me decían 'pobrecito, estás en el tremendo problema en el municipio' y yo digo que no, si esta municipalidad tiene muchas herramientas para salir adelante, entonces en un presupuesto de $100 mil millones, que le falten $10 mil o $12 mil millones, claro, te generan problema y hay que pagarlo, pero no es comparable.
- ¿Por qué se aumenta un 9% los honorarios, si la Contraloría critica eso? De hecho, se están investigando los "honorarios fantasma" y los abultados sueldos de algunos trabajadores.
- Es un tema recurrente en todas las municipalidades. No quiero respaldarme ni esconderme en un problema generalizado, pero el Estado no sabe cómo enfrentarlo. Hoy (es difícil) pasar los honorarios que cumplen una función regular a nivel nacional, porque los sistemas de planta y contrata son rígidos y no permiten flexibilidad. Los honorarios en el municipio están siendo investigados no solamente por la Contraloría, sino además por la división de Control, y está bien que se investigue, que se sepa quiénes son, cuánto ganan, qué hacen. ¿Por qué los montos? Hoy estamos enfrentados a una situación bien especial, pues una parte importante de la dotación municipal es personal externo, de empresas que suministran recursos humanos, vinculados principalmente con servicios de aseo, parques y jardines, camiones de basura, y está amparado en la ley. Pero también es un tema a corregir que ese personal debe ser más acotado. Una forma de poder resguardarlos es a través de su incorporación al sistema regular. En los próximos meses hay que resolver esto.
- La Contraloría también observó el sueldo de la jefa de gabinete, María Angélica Maldonado, y de su función.
- Dentro de la municipalidad, no creo -sinceramente- que alguien dude cómo trabaja la jefa de gabinete. Es el motor. Asesora, como corresponde, a su jefa, pero ella trabaja como jefa de gabinete, que tiene que ver con un montón de cosas. La Contraloría no la cuestiona, en su preinforme supone que es una renta un poco abultada, pero si se compara con otras rentas de jefes de gabinete de municipios como éste no es tanto.
- Pero gana más que la propia alcaldesa de Maipú.
- Mira, es que si comparas la renta de la jefa de gabinete, a honorarios, con un directivo que tiene una renta base de $3 millones, se le agrega un monto por sobretiempo, y una serie de otros beneficios y en promedio ese directivo saca $5 millones mensuales. Entonces no es tanto, comparativamente. A esa renta se le descuenta el 10% y todo el resto de sus descuentos previsionales, que los hace ella. Yo gano lo que gana el grado 3, que es el segundo nivel después de la alcaldesa. Pero yo no creo que sea una renta excesiva, y se le demostró a la Contraloría que el tema es algo relativo.
- Ustedes entregaron mucha información a la Contraloría...
- Sí, 22 archivadores. Pero está bien, porque a la Contraloría hay que entregarle los antecedentes necesarios para demostrar, no que están equivocados, pero que lo que se hace está en una línea correcta. Y si la Contraloría insiste en que hay un error, bienvenido sea, porque hay que corregirlo, no hay opción, y que bueno que alguien de afuera nos diga cómo hacer las cosas mejor.
- ¿Qué esperan sobre eso? La Contraloría podría responder...
- Mañana... Estamos muy tranquilos porque se entregaron respuestas bien contundentes, satisfactorias y se tomaron medidas con antelación, que eran evidentes que había que tomar. Se le dijo 'contralor, reconozco que no se hizo las cosas como correspondía y tomé la medida necesaria, dicté el decreto que tenía que hacer, formé la comisión en el caso de informática', y se respondió con todo eso. Copias de decretos, copia de todo lo que se hizo. Mucha gente estuvo trabajando en eso, yo también. Estamos muy tranquilos y la alcaldesa está súper confiada en que lo que viene de la Contraloría no es lo que mucha gente espera y en la medida que corrija procesos, bienvenido sea.
- ¿Cómo ven el próximo año?
- Para el próximo año se ve todo muy promisorio porque vamos a estar con las cuentas saneadas, la casa tranquila, tenemos que trabajar con nuestros funcionarios, y reconquistarlos, porque no es menor que la comunidad los critique cuando le enrostran lo de las horas extra, hay un daño ahí. Pero el resto, y no quiero pecar de excesivo optimismo, pero me gusta ver las cosas con el prisma positivo... tenemos un programa de los proyectos del BID que son $185 mil millones y nosotros podemos postular hasta $35 mil millones en proyectos.
- Han surgido serias críticas a la gestión e incluso se habla de que se "robaron la plata". ¿Puede descartarlo?
- No hay ningún fundamento. Es lamentable. Aquí la plata nadie se la llevó para la casa, se gastó más de lo que se tenía, en obras, en acciones, actividades, mantención, reparaciones, subvenciones. Aquí nadie se llevó un peso para la casa y quien lo va a demostrar en forma definitiva va a ser la Contraloría con su informe final y estamos confiados en eso. De hecho, en el preinforme en ninguna parte se indica nada parecido a que la plata se fue por otras vías. Acá la plata que no se tuvo en el presupuesto fue porque se gastó en mayor actividad, obras, inversión, mantención, y faltó. Y punto.
"Es un proceso que tenemos que enfrentar junto a los gremios, asumir que las horas extraordinarias son trabajos extraordinarios""
"Dentro de la municipalidad, no creo -sinceramente- que alguien dude cómo trabaja la jefa de gabinete. Es el motor. Asesora, como corresponde, a su jefa""