Los puntos que marcan la estrategia del Gobierno para destrabar conflicto
VALPARAÍSO. Intendente Jorge Martínez es el encargado de "facilitar" el diálogo entre actores.
Doce días enmarcan el conflicto que protagonizan los trabajadores portuarios eventuales de Valparaíso y que hasta ahora ha dejado sin atención a un total de 13 naves, entre ellas, dos cruceros, una de las industrias que más sufre los efectos de este tipo de movimientos.
Al menos, públicamente, no han sido muchos los intentos de solucionar un tema que tiene varias aristas, tantas como los roces protagonizados por los integrantes de la comunidad portuaria en los últimos años.
Desde el Gobierno, Interior y Hacienda han liderado las tratativas centrando el discurso en la necesidad de reiniciar las operaciones para no perjudicar el comercio exterior de Chile, sector clave de la economía nacional y que se mueve principalmente por los puertos de la región. Más todavía con una temporada de la frutas ad portas de su inicio y en la cual Valparaíso es el principal punto de embarque para los exportadores nacionales.
Es así que el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, fue el primero en el gabinete que se refirió a la situación manifestando que "hay un daño para el país", haciendo un llamado a agotar los esfuerzos "para encontrar una solución que permita normalizar las operaciones en el puerto de Valparaíso".
Ello en línea con lo expresado un día antes, en el Congreso Nacional, por el subsecretario de la cartera, Francisco Moreno, quien descartó por el momento la opción de aplicar la Ley de Seguridad Interior del Estado a los manifestantes que mantienen bloqueados los terminales (TPS y Tcval). Esta vez, y pese a que ha estado presente en las conversaciones desarrolladas en La Moneda, el ministerio de Transportes ha optado por tener un rol más expectante que en otras oportunidades cuando las demandas son realizadas por gremios más históricos. El Ministerio del Trabajo también se ha mantenido al margen, por ahora.
En la región, y en medio de intentos fallidos como la mesa de diálogo organizada por el alcalde Jorge Sharp, es el intendente Jorge Martínez el que comenzó a reunirse con todos los actores del sector, de manera privada y por separado: trabajadores portuarios y concesionarios, entre otros.
"Nosotros estamos facilitando que se encuentren esas posturas", recalcó el jefe regional, agregando que este es un tema que tienen que resolver las empresas concesionarias del puerto con los trabajadores eventuales.
"Por la experiencia que hemos visto en otras situaciones como ésta, en otros puertos de Chile, al final todos pierden y nadie gana, son daños que cuesta mucho tiempo subsanar y le he explicado a todos que no queremos que nadie salga perjudicado, ni los trabajadores que nos interesan muchísimo ni los terminales que tienen una actividad importante en el ámbito logístico para la región y el país", remarcó el intendente, agregando que su objetivo es que no se corten las vías de comunicación
"Nuestro interés es seguir estando dispuestos a facilitar el encuentro de voluntades y estimamos conveniente seguir apoyando en todo minuto, que no se corten los canales de comunicación y con los trabajadores estamos en una muy buena relación, tenemos comunicación directa y con las empresas también". Otro de los resguardos que mantiene el jefe regional es evitar que el tema se politice, sumando otra dificultad a una problemática que ya es compleja.
En tanto, los trabajadores han mantenido negociaciones con los concesionarios de los terminales para terminar con el bloqueo iniciado el viernes 15 de este mes en Terminal Pacífico Sur y el sábado 16 en Terminal Cerros de Valparaíso (TCVAL)
Con este último, han tenido mayores acercamientos, de acuerdo a lo expresado por el dirigente del sindicato de estibadores portuarios de Valparaíso, Pablo Klimpel, uno de los voceros de los manifestantes.
"Con el Terminal 2 hemos discutido un petitorio y estamos casi de acuerdo en todos los puntos y sólo estamos esperando llegar a acuerdo en uno y al menos deponer el paro en un lado", dijo.
La eliminación de eventuales listas negras de trabajadores, la posibilidad de obtener préstamos blandos y la implementación de una mesa para discutir condiciones de trabajo son algunas de las aristas en que existiría consenso, restando sólo ponerse de acuerdo en el monto de un bono que en un principio fue fijado por los trabajadores en $ 3 millones como compensación por la baja de turnos registrada durante el año.
Distinto, advierte el dirigente, ha sido el contacto con el concesionario del Terminal Uno, donde el bono de compensación solicitado asciende a 5 millones. Algo que no sorprende, pues desde el primer minuto TPS remarcó que esto no se trataba de un tema laboral, sino que de orden público, entendiendo que el movimiento no tiene un asidero legal. "Nos preocupa TPS, que no ha dado ninguna señal de poder sentarse con nosotros y no ha dado ninguna respuesta, y eso nos inquieta", advierte Klimpel.
Y es que para el Terminal Uno, quizás puede resultar más complicado abrir la puerta a este tipo de demandas, considerando las repercusiones que ello puede generar en otros puertos del país que también controla el grupo Von Appen, como Coquimbo, Angamos y Mejillones.
En forma paralela, los movilizados han sostenido conversaciones con distintos parlamentarios, como los diputados PS Marcelo Díaz y Gastón Saavedra (presidente de la comisión de Trabajo y Seguridad Social de la Cámara). También se han reunido con parlamentarios del Frente Amplio, como el senador Juan Ignacio Latorre y los diputados Camila Rojas y José Brito; y el senador RN Francisco Chahuán.
En la jornada de ayer, los eventuales movilizados recibieron la visita de una delegación de la Unión Portuaria, sindicato que agrupa a más de 5 mil trabajadores en todo el país y que en los últimos años no ha tenido presencia en Valparaíso, enclave donde ha tenido mayor presencia la Cotraporchi.
"Como Unión Portuaria hacemos un llamado a que la empresa (TPS) se siente a trabajar derechamente con nuestros compañeros y puedan sacar adelante este conflicto, aquí no hay criminales, sino trabajadores que necesitan un puesto de trabajo digno y no como el que le están dando", comentó Juan Quezada, vocero comunal Penco-Lirquén de la Unión Portuaria.
"Les estamos entregando un apoyo irrestricto y uno de los puntos que tenemos claro es que no vamos a atender ninguna nave en conflicto que venga del puerto de Valparaíso", agregó el dirigente, añadiendo que todo el sector está pendiente de lo que suceda y recalcando "que las puertas están abiertas para nuestros compañeros en la Unión Portuaria".
"Instamos a las partes a que se sienten a la mesa y no se cierren, estamos a la espera de que se solucione este problema", agregó Jhon Amigo, dirigente de los embaladores del Puerto de Talcahuano.
"Nosotros estamos facilitando que se encuentren las posturas (...) y que no se corten los canales de comunicación"
Jorge Martínez, Intendente regional"
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Hago un llamado a la responsabilidad de los agentes que están involucrados (...) yo creo que esto no le conviene a Valparaíso"
hernán larraín, ministro de Hacienda, sobre paro portuario