Si hay un futbolista que siempre confió en que Everton iba a mantenerse en Primera División ese es Óscar Salinas. El atacante auriazul, sin importar el complejo escenario que atravesaba el equipo, cada vez que podía se mostraba convencido en lograr la permanencia en la máxima categoría del fútbol chileno. Y, según sus propias palabras, no era de "vende humo" ni "cuentero".

Al final, el tiempo le dio razón y los oro y cielo consiguieron el objetivo. El aporte del oriundo de Curacaví es indiscutible; apenas dejó atrás una rebelde lesión en el segundo semestre, contagió con su fútbol, chispa y energía tanto dentro como fuera de la cancha.

"Es un balance positivo, hicimos 25 puntos en el segundo semestre. Nos quedamos con la idea de que si despertábamos antes capaz que hubiésemos podido clasificar a la (Copa) Sudamericana, pero ya está, no hay que especular, el objetivo era este: dejar al equipo en Primera División", sostuvo el exDeportes Antofagasta.

El ariete reconoce que en Quillota llegó el desahogo final que tanto habían buscado, y por eso sensaciones de alivio y descanso inundaron al plantel viñamarino.

"Sinceramente fue muy estresante todo este tiempo, fueron casi cinco meses de mucho estrés, de pensar que cada partido tenías que salir a sumar. Estoy muy feliz", confesó.

En 25 encuentros con la camiseta del cuadro viñamarino, Salinas disputó 1.664 minutos en cancha y anotó seis goles, pero más allá de eso, también está su invaluable aporte fuera del campo de juego, irradiando alegría y promoviendo la unión al interior del camarín. Esa es parte de la huella que ha dejado en Everton.

Sin embargo, tal como muchos otros compañeros, el futuro de Óscar Salinas es incierto, ya que tras el partido con San Luis terminó contrato con los oro y cielo.

"Cuando me contrataron dije que yo siempre quise jugar acá. No puedo responder más", admitió sobre sus deseos de seguir en el club, aunque sin querer presionar a nadie.

"Vamos a ver qué nos depara el futuro. Me llevo los mejores momentos, me voy muy feliz y conforme", añadió.

Claves de la salvación

Ya más tranquilo, Óscar Salinas se dio el tiempo también para analizar aquellos elementos que contribuyeron a que Everton haya conseguido salvarse del descenso.

"La unión fue la clave, también la convicción, y tener mente ganadora. Era eso, no había otra, era solo pensar que teníamos que unirnos, soportarnos, dar, ceder, esa fue la clave", aseguró el delantero.

Recordando aquellos momentos más complejos que tuvo que sortear el plantel, donde hubo un periodo en que parecía que no saldrían a flote, Salinas reconoció que "es complicado. Entramos en una burbuja de seguidilla de partidos que no podíamos ganar. Después entrábamos a la cancha y pensábamos: 'otra vez nos ganan, otra vez nos empatan'. Y no sales. El fútbol es así, de repente te acostumbras a ganar y también te acostumbras a perder. Y si no despiertas y pegas el primer cachetazo, estás listo. Nos tuvimos que convencer que teníamos la capacidad de dejar esta institución en Primera División".

"Yo estuve en planteles donde peleamos el descenso y no teníamos por dónde, y a puros huevos lo sacamos. Acá había material, solamente había que ajustar las piezas y ordenarnos como camarín. Esa es la gran lección, por suerte despertamos antes, nos unimos, nos pusimos metas a corto plazo. Estoy muy feliz que este equipo haya quedado en Primera", cerró Salinas, a la espera de un nuevo capítulo con Everton.

Rivera: "Pensé que este semestre iba a ser imposible que jugara algún juvenil"

La llegada de Javier Torrente a la banca de Everton le abrió nuevas oportunidades a los canteranos oro y cielo. Entre todos, el que sin duda brilló por sí solo fue Benjamín Rivera. Sin ser considerado con Pablo Sánchez, en el segundo semestre el volante oro y cielo cobró un rol protagónico en el mediocampo auriazul, disputando 971 minutos en 12 encuentros.

Su capacidad para quitar balones y aguerrida marca, su criteriosa salida y el juego aéreo, fueron algunos de los elementos que lo convirtieron en un puesto fijo en las oncenas del rosarino, algo que ni el propio Rivera se esperaba.

"Yo pensé que el segundo semestre iba a ser imposible que jugara algún juvenil por la situación en la que estábamos. Pero se dio todo y el técnico me dio la confianza también", reconoció el mediocampista.

"Yo entraba a jugar y no pensaba que era un juvenil, pensaba que era uno más de mis compañeros. Al final se cumplieron los minutos sub 20 y yo seguía jugando", agregó.

Oriundo de Villa Independencia, en Achupallas, Rivera llegó a los 13 años a Everton, y el estrecho vínculo se percibe: "Yo me ponía la camiseta y sentía que tenía que hacerlo lo mejor posible. Siempre soñé con ponerme esta camiseta y lo pude cumplir".

Con los pies sobre la tierra, Rivera ya apunta al 2019, donde espera seguir creciendo y sumando minutos y, por qué no, tratar de pelear un título con Everton.

"Sinceramente fue muy estresante todo este tiempo, fueron casi cinco meses de mucho estrés".

Óscar Salinas, Ariete oro y cielo"

"Yo entraba a jugar y no pensaba que era un juvenil, pensaba que era uno más. Al final se cumplieron los minutos sub 20 y yo seguía jugando".

Benjamín Rivera, Mediocampista de Everton"

minutos jugó el delantero Óscar Salinas por el campeonato nacional, donde anotó seis goles con la camiseta oro y cielo. 1.664

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