Víctor Chandía G.
Con 57 años, Guillermo Bugueño viaja hace más de 35 desde su natal Quilicura, en la región Metropolitana, a la festividad de la Inmaculada Concepción, en la localidad de Lo Vásquez. Tenía solo 22 cuando llegó por primera vez al templo para cumplir una manda a la virgen. Como la más fiel de las tradiciones, cada 6 de diciembre carga su mochila, se traslada en vehículo hasta Curacaví y desde ahí hace el trayecto caminando.
Al llegar al templo, este hombre se arrodilla y avanza de esa forma hasta el altar. Lleva consigo varios paquetes de velas, que son las ofrendas que históricamente ha entregado a la patrona de la festividad. También carga en su espalda la imagen de la virgen, que lo ha acompañado siempre en su travesía, la que días antes fue adornada con luces por su esposa. Profundamente emocionado, asegura que acudirá a esta festividad hasta que las condiciones de salud se lo permitan.
- ¿Cuales son los preparativos y el momento previo a emprender la caminata?
- Preparo mi mochila; al llegar el día le doy un beso a mi señora y me vengo, ya estoy acostumbrado. Siempre traigo mis velitas, igual recojo ofrendas de vecinos y las traigo. Esta fiesta es muy linda, lo máximo que existe, yo soy católico, tengo harta fe y mucha devoción hacia la virgencita.
- Lo vi con una imagen de la virgen de Lo Vásquez en su espalda. ¿En qué consisten los preparativos de estos elementos con los que realiza sus ofrendas?
- Mi señora preparó la imagen, ella me la arregla, le pone las cositas que le faltan, le va pegando adornos y este marco es el histórico con el que viajo todos los años, la pintura se renueva también con cada visita. La imagen también se va renovando cuando está muy deteriorada y estas luces las pongo en la noche para alumbrar el camino; ahora se me perdió una estrellita que habrá que arreglar y volver a poner para venir como corresponde el próximo año.
- ¿Como empezó esta devoción por la virgen? ¿Mantiene alguna manda que viene a cumplir a esta fiesta en Lo Vásquez?
- Cuando yo empecé a venir no tenía absolutamente nada y ahora tengo bastantes cositas gracias a ella. Esto está basado únicamente en la fe, es la fe la que a me mueve y me impulsa a venir, aunque sea un sacrificio enorme. Los años pasan y las condiciones físicas no son las mismas que cuando tenía 30 años, ahora me cuesta llegar; sin embargo debo hacer el sacrificio por todo lo que representa la virgen para mí. Cuando salgo de mi casa recuerdo a mi familia, los que están y los que ya no, de ahí saco las fuerza que se necesitan para realizar este peregrinaje.
- ¿Y la manda?
- Respecto a la manda, sí tengo una. Hace tiempo pedí por mi hija, para que naciera y fuera toda su vida sanita; mi señora no podía tener guagüita, pedí a ella y me ayudó, fue sana, ya me ha dado cuatro nietos, así que esto es muy bonito, porque se me cumplió lo que pedí, ya una vez en este lugar me junto con mi yerno, por que él se viene en bicicleta y yo a pie.
- ¿Recuerda alguna historia en torno a esta festividad?
- Hace mucho tiempo recuerdo que veníamos con mi familia, mis primos, ellos vienen de Huechuraba y Maipú. Éramos ocho, más o menos, los que llegábamos todos los años. Esta cultura me la enseñó mi tío, que en paz descanse. Él empezó a traernos desde que éramos niños, a él también recuerdo viniendo a este lugar. Mis primos traen una bandera gigante con la imagen de su papá y hacen que el curita la bendiga. Nosotros siempre hemos dicho "la virgen dá, pero quita". Se van seres queridos, pero todo es para mejor, ahora ellos están descansando y nosotros los recordamos en este tipo de instancias.
- En instancias como estas, ¿se cuestiona el momento que está pasando la Iglesia Católica en Chile?
- Yo no pierdo ni nunca voy a perder la fe en ella, independiente a todos los problemas y casos que salgan en la iglesia. Esto pasa a otro plano, aquí hay solamente devoción y amor a la virgen, tengo fe en ella y se centra únicamente en su imagen. Lo que pasa alrededor no me va a dejar que yo deje de venir a este hermoso lugar.
- ¿Podría expresar los sentimientos que siente cuando entra a este templo cumpliendo con la manda que hace bastante tiempo realizó?
- Yo entre aquí al templo y me emociono, me pongo a llorar, siento una emoción. Para mí la virgencita lo es todo, lo que le he pedido me lo ha cumplido estoy sumamente orgulloso de lo que he logrado gracias a ella. Me ha ayudado bastante, aparte de mi hija le pido para que me de salud a mí, entre paréntesis, por que ya entré a una edad en que empecé a sufrir de los huesos. Hasta el momento me ha cumplido bastante. Yo no pierdo la fe en ella, independiente a los problemas que ha habido en la Iglesia; tengo una fe tan grande en ella que voy a seguir viniendo hasta que mis pies me digan "hasta aquí llegaste". Ahora se ha visto poca gente, eso analizábamos con los compañeros que veníamos caminando.
- ¿ Cómo analiza el futuro de este tipo de festividades religiosas?
- Espero que tradiciones tan bonitas como estas nunca se pierdan, ojalá que los fieles, quienes somos los que damos vida a esta celebración, nunca dejen de venir, hay que heredarles a los más chiquititos la creencias sobre estas situaciones, esa es la única forma que este tipo de festividades perduren y así no se pierdan. Espero que la fiesta siga siempre.
"Tengo una manda por mi hija, pedí que fuera sanita, mi señora no podía tener guagüita, le pedí a ella y me ayudó"
Guillermo Bugueño, Peregrino Virgen Lo Vásquez