México es un actor internacional importante, ubicado estratégicamente entre EE.UU., Latinoamérica y el Caribe. Por eso, la reciente asunción de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a la Presidencia de México despertó atención en el mundo y en nuestra región.
No parece ser una transición más al poder: AMLO con posiciones de izquierda ha criticado a regímenes anteriores (PRI-PAN) y ha prometido hacer cambios dentro del Estado de derecho y enfrentar con radicalidad la corrupción y el tráfico de drogas. Destacó en su discurso inaugural que esta sería la "cuarta transformación" desde la independencia, la reforma liberal y la revolución mexicana y se comprometió "a regenerar la vida pública" y a aplicar "un plan de austeridad republicana" del país, que aparece 135° en los índices de Transparencia Internacional.
El peso internacional de México es claro: es la segunda economía más grande en la región y la 13ª en el mundo, con un grado importante de industrialización y un PIB per cápita superior a US$ 20 mil. Es el tercer país más grande en la región, el segundo más poblado, con elementos culturales propios y una intelectualidad sólida.
Con López Obrador en México se abre a América Latina -y a Chile- una buena oportunidad de alcanzar mayor peso internacional en beneficio de nuestros pueblos. Además, se podrá avanzar en sus ambiciosas metas políticas con apoyo del multilateralismo latinoamericano.
En las últimas décadas, con la vigencia del NAFTA, se consideró que México jugaba un delicado rol de equilibrista entre EE.UU., A. Latina y el resto del mundo. En el marco del nuevo tratado concordado con Estados Unidos y Canadá con el respaldo que le otorga un triunfo electoral amplio y en diálogo con democracias como Chile, Argentina, Ecuador, Perú, Colombia, Costa Rica, República Dominicana y otras, México puede contribuir a un rol más activo en los problemas mundiales.
Chile y México cuentan con un Tratado de Libre Comercio ya de larga data, que puede ser modernizado y comparten con otros Estados latinoamericanos mecanismos de integración y cooperación propiamente regionales, como la CELAC en la coordinación política y ALADI y la Alianza del Pacífico en lo económico. Y con otros países extra-regionales en ámbitos como el Acuerdo Transpacífico (TPP) Progresista e Integrador, APEC y el Sistema Interamericano, que integra nuestra región con EE.UU. y Canadá.
La Alianza del Pacífico, donde participan México, Colombia, Chile y Perú, es observada como un mecanismo moderno de cooperación, a la vez que aún resta por intensificar el comercio y las inversiones mutuas entre sus miembros. López Obrador se ha comprometido a promover en general la inversión pública y privada.
Sin duda, su llegada redundará en favor de nuestros intereses nacionales como país y servirá para impulsar iniciativas internacionales que, respetando distintas perspectivas, acrecienten nuestra presencia en el mundo.
Raúl Allard Neumann
Director del Magíster en Relaciones Internacionales de la PUCV