Relato "Wanderers Lovers": "Nos conocimos el setenta y ocho, en Sausalito; en aquel partido contra San Antonio que nos llevó de vuelta a Primera. No reparé en ella hasta que terminó el lance y todos nos fundimos en un abrazo emocionado. Como estaba a mi lado, no quedó más remedio que estrujarla y, en un arrebato insólito, besarla en la mejilla. Mi padre rió, pero el de ella no. Bajamos por los Lirios entonando el himno con voz desgarrada, de la mano, llorando. Sus ojos aguados eran los más hermosos de la caravana. Con la Paula nos casamos el noventa y dos. Nos ha ido como al club, con altos y bajos, siempre hacia adelante. Todavía vamos al estadio y nos sentamos en la galería norte. Somos cincuentones futboleros; con chal, cojines y bufandas. Hemos vuelto a llorar en muchas ocasiones allí y siempre los ojos llorosos más lindos, son los de ella".

Como se ha hecho común cada final de temporada, desde el año 2015, la Corporación Santiago Wanderers, con la colaboración y votación de sus socios e hinchas, eligen al ganador del premio "Juan Olivares Marambio".

El nombre del máximo símbolo wanderino, es ocupado para premiar al futbolista del primer equipo en quien vieron mejor representados los valores del club durante el año.

Esta vez, el galardonado el pasado viernes 21 en las dependencias de la Corporación caturra fue el portero y capitán Mauricio Viana. El oriundo de Limache se sumó a la galería de triunfadores que integran Jorge Ormeño (2015), Gabriel Castellón (2016) y Adrián Cuadra (2017), todos formados en la cantera wanderina.

El meta caturro venció en la votación obteniendo 313 votos, traducidos en un 41% de las preferencias, dejando en segundo puesto al volante de contención Francisco Alarcón, quien figuró con un 20% y en tercer lugar al mediocampista Luis "Larry" Valenzuela, quien obtuvo un 11% de las preferencias.

La historia de Santiago Wanderers, convertida en pinceladas de una historia de amor. Esa, al menos, era la primera intención del viñamarino Francisco Fuenzalida al momento de escribir su microcuento "Wanderers Lovers".

El relato, que detalla cómo una pareja de hinchas de la escuadra porteña se conoce y vive sus aventuras y desventuras en torno a la pasión por el fútbol y por el Puerto, fue el gran ganador de la categoría "Historias Wanderinas" del concurso "Cuéntame Valparaíso", organizado en su novena versión por El Mercurio de Valparaíso y la Universidad de Valparaíso.

Un logro que, cuando fue comunicado sorprendió de sobremanera al escritor y residente del popular sector de Gómez Carreño, quien ya se había adjudicado el segundo lugar de la categoría en la octava edición del concurso, con el relato "Caturro Destilado", que versaba sobre el reencuentro de un hijo y su padre, dos caturros en Europa.

"La verdad es que cuando me avisaron que había ganado el concurso, no lo podía creer. Especialmente porque ya había salido segundo, y no pensé que algo así se podría repetir o superar. Pero fue muy bonito, porque cuando uno escribe pone sentimiento en lo que se entrega", comenta Fuenzalida, que por su victoria en el concurso se hizo acreedor de la camiseta oficial de la temporada 2019 y una credencial de socio Marquesina para presenciar los encuentros del Decano en el estadio Elías Figueroa Brander.

Una pasión transversal

El escritor apunta a la transversalidad del club de Valparaíso como un elemento que lo inspiró a la hora de crear su relato, apuntando a que cada vez que concurre a ver un encuentro en calidad de local, siente aquella universalidad que hace único al cuadro porteño.

"Wanderers alcanza a todas las clases sociales. Ir a Playa Ancha trae aparejado un espectáculo muy bonito. Se ve un amor al Puerto, que tiene más que ver con Valparaíso que con el fútbol mismo", afirmó, agregando que "es una tendencia que se ve en los puertos alrededor del mundo. Una presencia muy heterogénea de gente que vibra con los mismos colores. Lo más bonito que tiene Wanderers es esa mancomunión que representa el estadio. Uno puede estar sentado junto a alguien de mucha plata, y al otro lado de alguien más humilde y están todos en la misma sintonía".

Eso sí, el fanático caturro hace una salvedad en su cuidada etnografía wanderina: "hay un tipo de hincha que no le ha hecho nada de bien a Wanderers, pero si me preguntan, creo que esa gente tampoco es hincha del fútbol. Salvo eso, el caturro es un fanático sufrido".

Según Fuenzalida, "el fanático de Wanderers tiene eso de gozar sufriendo. Uno ve el estadio lleno y llevando una gran cantidad de público estando en Primera B, al nivel o casi a la altura de los equipos de Santiago y descubre que es un rasgo distintivo, al igual que su elemento democratizador, porque hay caturros en todas partes. Yo vivo en Gómez Carreño y cuando voy al estadio, se ven muchas camisetas verdes" .

Con esperanzas

A pesar del característico sufrimiento del caturro promedio al que apunta el autor de "Wanderers Lovers", la confianza en el rol que pueda cumplir el plantel 2019 está intacta.

Más aún, por el buen papel que la escuadra porteña cumplió durante la segunda rueda del torneo de la Primera B, cuando al mando de Miguel Ramírez sumó una gran cantidad de victorias, quedando a un paso de disputar una opción de ascenso a la serie de Honor de nuestro fútbol.

Sin embargo, Fuenzalida pone los pies en la tierra y anticipa que aunque las ganas de ver ascender al cuadro caturro, "va a ser un torneo muy difícil, habrá clubes muy grandes ahí. Estará Cobreloa, está Temuco, son rivales de temer".

Eso sí, el escritor no oculta que está esperanzado en el trabajo que está realizando Miguel Ramírez en el equipo.

"Wanderers puede lograrlo, porque además tiene la ventaja de tener un entrenador idóneo para asumir este desafío, después de la verdadera farra que nos dimos durante campeonato y medio fue algo descomunal", aseguró Fuenzalida, quien espera que el ansiado regreso a la máxima categoría se haga realidad pronto, ya que a su juicio, "Wanderers nunca debe estar en segunda. Hay equipos con hinchadas muy grandes, con historia, no deberían estar jugando abajo. Esa es una esperanza que tenemos y que está sujeta en hechos reales, en un plantel más armado y en un trabajo serio. No es una esperanza vana, sino que hay oportunidades para subir, aunque no esté fácil".