Cristián Rodríguez F.

En marzo de 2016, una de las tantas diferencias que en esa época tuvo el Concejo Municipal de Villa Alemana con el alcalde José Sabat (Ind.) se originó a partir del rechazo a una solicitud del jefe alcaldicio para destinar alrededor de $ 580 millones para una serie de obras complementarias en el edificio consistorial. La razón que tuvieron los ediles de la época para no aprobar la propuesta fue que algunos de los proyectos respondían más bien a "lujos" que a necesidades reales en el recinto.

Dos años y nueve meses han transcurrido desde entonces, y cuando se creía que a estas alturas las obras ya no estaban en carpeta, Sabat se encargó de señalar lo contrario. A través de un decreto alcaldicio firmado el 17 de diciembre pasado, el municipio abrió una licitación pública para construir un espejo de agua, uno de los proyectos que generó mayor polémica entre los ediles por su elevado costo, que ascendía a $53 millones, equivalentes a un 10% del total de la obra.

De acuerdo a lo que explicó el mismo alcalde, fue con el correr del tiempo que recibieron "espontáneamente" una donación económica de un privado para justamente financiar la construcción de dicha idea."Los dineros para el espejo de agua fueron donados por la Fundación Santiago, donación que fue aprobada por el Concejo Municipal", precisó la autoridad local.

Dicha fundación, explicó Sabat, pertenece a la constructora Conavicoop, la que comenzó en Villa Alemana "una construcción en terrenos privados donde debió pedir autorización para pasar por terrenos municipales para una salida de agua".

"Como esto fue autorizado por el municipio, ellos de manera espontánea se acercaron para ofrecer la suma (aproximada) de $ 26 millones con el único fin de utilizarlos en la construcción de este espejo de agua", comentó el alcalde, agregando que la obra estaba incorporada en el proyecto original del edificio.

La donación, sin embargo, no fue recibida de manera positiva por algunos concejales. Uno de los dos que se abstuvo, Raúl Alvear (PC), comentó ayer que "hacer este tipo de esfuerzos para un adorno me parece inoficioso y llamativo", agregando que "espero que este tipo de lobby se realice más bien para el desarrollo social de la comuna que para este tipo de cosas".

En tanto, el otro edil que se abstuvo, Álvaro Braüchi (PPD), si bien consideró que la donación no es una "ilegalidad", sí comentó que se podría incurrir en un eventual conflicto de intereses. "Evidentemente que se transforma en un problema que una inmobiliaria, a través de una de sus fundaciones, realice una donación de esta envergadura, considerando que tienen cientos de viviendas construidas en la comuna y probablemente lo seguirán haciendo", dijo el concejal, quien calificó la construcción de la obra como un "capricho del alcalde".

En respuesta a ello, Sabat sostuvo que "el conflicto de intereses se produce en caso de que yo, como alcalde, los concejales o los funcionarios municipales tuviéramos familiares en la Fundación Santiago, situación que no es efectiva".

"La Fundación Santiago consideró que el diseño de nuestro edificio consistorial era ejemplar para muchos; por tanto, quisieron ser parte de este proyecto"

José Sabat, Alcalde de Villa Alemana"