Flor Arbulú
"Intenso y dinámico". Así define Constance Harvey los 9 meses y fracción que ha estado al frente de la Seremia de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Es que la artista visual, quien estuvo trabajando en el ámbito de la gestión cultural en Temuco antes de asumir el cargo, no sólo tuvo que interiorizarse de lo que significa la labor, sino también conocer a fondo una región extensa y muy disímil entre sí.
Sin embargo, asegura, ha sido un periodo "muy satisfactorio en términos de encontrar una identidad local y territorial riquísima. Sobre todo, que yo creo es el activo más importante de toda la Región de Valparaíso, en su diversidad cultural, sus pueblos originarios, su diversidad de paisajes, su patrimonio material e inmaterial". Esto, comenta, la hace sentir que "tenemos que ser sumamente dinámicos, y me llena de desafíos. Siento que tengo demasiados desafíos que realizar en no tanto tiempo, en una región grande y diversa".
El caso mil tambores
Al momento de hacer una autoevaluación, Constance Harvey dice que "he tenido la oportunidad no solamente de marcar algunos hitos, sino que además de levantar algunos programas o proyectos". Es así como uno de los puntos importantes de su gestión, por ejemplo, fue negar la entrega de recursos a Mil Tambores. Recuerda que "había como una especie de desesperación de la ciudadanía por las incivilidades que provoca este Carnaval".
Si bien "todos los Carnavales provocan incivilidades, eso es un hecho", desde su perspectiva "al profundizar un poco más en este Carnaval" se percató que "no tenía participación real del territorio, de las comparsas de los cerros, y que por lo tanto carecía de una identidad local, porteña. Debido a esos motivos se decidió no entregarles financiamiento".
Sobre todo considerando que hubo otras actividades en que no se produjeron problemas. "El día de la música tuvimos 5 mil espectadores. Terminó el concierto y la Plaza Sotomayor estaba impecable. No solamente no hubo basura, sino que no hubo ninguna incivilidad", ejemplifica.
Y detalla que los asistentes "aplaudieron mucho que nosotros teníamos contratadas unas ONGs que trabajan el tema de la basura y la educación", por lo mismo "decidimos que cada evento que realice el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio aquí en Valparaíso tiene que tener incorporado un presupuesto para entregar herramientas educativas, para evitar el tema de la basura en Valparaíso".
Dos impulsos grandes
Pero si de algo se siente orgullosa es el haber tenido la posibilidad de levantar dos programas propios que "tienen un corte mucho más profundo, en el sentido que los resultados se van a ver a largo plazo, porque tienen que ver con la educación artística", explica.
Uno de ellos es el proyecto a tres años llamado "Recreo, nos gusta el arte", que consiste en trabajar en establecimientos rurales de las comunas de la Provincia de San Antonio "para la formación de ciudadanos y ciudadanas más integrales", a través "de la apreciación de las artes", define.
Es así como "les entregamos a 120 niños de escuelas rurales herramientas de apreciación de las artes escénicas y artes visuales, por ejemplo", detalla. Para lograrlo, se trabajó con aliados como el Museo Artequin, la Corporación Ojo de Pescado, la Fundación de Orquesta Juveniles e Infantiles de Chile (Foji) y el DuocUC.
La seremi de las Culturas comenta que este programa "lo empezamos como un plan piloto, con un presupuesto mínimo, para empezar a medir si nosotros somos capaces de formar audiencias o no; con la idea clara de que la formación de audiencias no se hace bajando la entrada ni haciendo espectáculos masivos, sino que entregando las herramientas para que desde niños sepan apreciar las artes".
La medición que menciona se está haciendo a través de un instrumento especialmente hecho para este proyecto, y así al término de los tres años poder saber en forma fehaciente si estos niños podrán ser el público que se necesita. "¿Por qué? Porque el artista chileno, para poder vivir y para poder tener una estabilidad laboral - que no la tiene en este momento- necesita de ese público y esto, nosotros creemos, que es la manera".
El otro proyecto que tiene entre manos es "Emerge Valparaíso", que será lanzado este 23 de enero y que trata del trabajo mancomunado de la Ciudad Puerto con Toronto en la realización de murales.
El objetivo de este programa, explica Harvey, es intentar relevar el street art y minimizar "las afectaciones que tiene nuestro patrimonio arquitectónico porteño". Añade que "está muy bien la parte punitiva, pero nosotros -desde cultura- tenemos que trabajar la parte de entregar herramientas a estos chicos para que puedan relevar su manifestación a una manifestación artística real".
La forma de hacerlo será a través de talleres con los mismos muralistas y en la que los aprendices podrán acceder a pintar junto a estos maestros, entre los que se encuentran también artistas de Toronto.
Las ciudades que participan en esta iniciativa -que significa trabajar medio año con los interesados- son Valparaíso, Quilpué, Villa Alemana y Viña del Mar, y "ha tenido mucha adhesión de otras seremias como de Economía y Bienes Nacionales, y el Servicio del Patrimonio, por supuesto".
El efecto rapa nui
Entre los destacados de la gestión de Constance Harvey como seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, se encuentra el haber sacado adelante un proyecto que estaba dormido: Revitalización y Transferencia de la Artesanía Rapa Nui.
Debido al estado de "decadencia" de la artesanía de la Isla, con este "megaproyecto pretendemos volver a ponerla en valor". Consiste en "diez maestros artesanos que van a transferir sus conocimientos a cinco aprendices cada uno", para luego realizar una exposición con los trabajos. Además, se está trabajando junto a la Gobernación de Rapa Nui para obtener el Sello de Origen.
"Llegué a eso y me vine con una tarea mucho más enorme", reconoce, y es lo que tiene que ver con "la revitalización de la lengua rapanui, debido a que está en estado de latencia".
"Nosotros trabajamos con proyectos en Rapa Nui, con el Nido de la Lengua, con proyectos Fondart. Pero el tema de la lengua no puede radicarse en un proyecto, hay que hacer un programa nacional, pues nosotros desde cultura tenemos la metodología para crear una inmersión en la isla, pero no tenemos la estructura que tiene educación", comenta Harvey.
Sobre todo porque "si bien estamos en estado de latencia, Nueva Zelanda -que aplicó inmersión- estaba en un estado mucho peor que nosotros y hoy en día se habla maorí en toda Nueva Zelanda".
"Esto -explica- no es un simple capricho, simplemente todos los que trabajan en el tema de la lengua saben que dentro de ésta se encuentra la cosmovisión y cultura de un pueblo". Por lo mismo, asegura que "tenemos como misión de gobierno y de región, de estrategia de desarrollo regional, la revitalización y puesta en valor de todos nuestros pueblos originarios. Y en ese sentido, estoy trabajando fuertemente en entregar un diagnóstico sobre el estado de la lengua rapanui a partir de los estudios que realizó el Mineduc y el Ministerio del Interior, generando propuestas que ya se enviaron al subsecretario para abordar este plan de revitalización de la lengua rapanui y encauce las iniciativas que tiene nuestra seremia al respecto".
El centenario
El 4 de mayo del año pasado se cumplieron 100 años del nacimiento de Nemesio Antúnez, lo que significó que se realizaran diversas actividades como una exposición de sus trabajos en Viña del Mar titulada "Forma de origen. Cien años de Nemesio 1918-2018".
Y este año continúa el festejo. Uno de los hitos comprende la creación de cometas y volantines fabricados por la carrera de Diseño Industrial de la PUCV, los que serán encumbrados desde 18 campamentos de Viña del Mar y Valparaíso hacia El Almendral.
A ello se suman los tres proyectos ganadores a nivel regional de Fondos de Cultura en la línea Centenario Nemesio Antúnez, que también se ejecutarán este año.