Gonzalo Maturana H.

El sábado 28 de julio del año pasado, Moisés Villaroel vivió una jornada de contrastes. En la cancha del Estadio Elías Figueroa, Santiago Wanderers venció a Coquimbo Unido por 2-0, en lo que significó su adiós tras dirigir su último partido como entrenador del primer equipo.

Pese a ello, no se alejó del Decano. El ídolo porteño siguió ligado a la institución y en diciembre fue anunciado como director técnico del "grupo proyección", donde la tarea es preparar directamente a los jugadores que están cerca de subir al plantel de honor.

En estricto rigor, "Villa" debe trabajar con los cadetes llamados a "ser las promesas del club para que cuando Miguel Ramírez requiera a algunos para entrenar con el primer equipo, lleguen directamente a trabajar". Su labor ha sido silenciosa, aunque con grandes preparativos, como la gira de un mes en España junto a Silvio Fernández, donde visitó clubes como Real Sociedad, Rayo Vallecano y Atlético de Madrid.

"En infraestructura no vimos campos de entrenamientos que sean disparejos, todas las canchas se mantienen al mismo nivel del primer equipo y todos los niños, excepto las juveniles, reservas y mujeres juveniles, entrenan por la tarde porque el estudio para ellos no es negociable, lo que ya marca una diferencia. Viven en otra cultura y con hábitos diferentes a los que tenemos nosotros hoy", cuenta Villarroel, que por primera vez habla desde que dejó el mando del equipo adulto del Decano.

- ¿Cómo ve la realidad en Chile?, luego de conocer la española...

- Estamos en un mundo en el cual el tema cibernético a hecho perder, en muchos niños, la ambición que antes había por el fútbol. Los representantes también están mucho más presentes que en aquellos años (cuando jugaba) y hay niños con 13 o 14 años que ya tienen uno, entonces creen que tienen el mundo en sus manos y esas cosas lamentablemente han ido envenenando el crecimiento y el interés deportivo.

- En una entrevista, David Pizarro mencionó que a los cadetes les atrae más un like que lo que dice el técnico. ¿Está de acuerdo?

- Sí, porque el mundo cibernético tiene a los niños sin calle y sin las pichangas de barrio, que por momentos hacen mucha falta en el crecimiento futbolístico. La delincuencia hace que estén encerrados y no en la calle como antes, cuando ponías dos piedras en cada lado y jugabas un pichanga. Hoy no hay niños haciendo ese tipo de cosas por la delincuencia, drogadicción, alcohol y el mundo cibernético, que es uno de los vicios para la infancia que no les permite desarrollarse en la sociedad.

- En Wanderers ya no se ven cadetes que brillen tanto como lo hizo usted o jugadores como Reinaldo Navia, Jorge Ormeño o el mismo Pizarro. ¿Qué pasa?

- Hay una diferencia en relación a lo que pasaba antes. Tu jugabas en planteles muy grandes, donde te ayudaban a madurar de una forma a la par de ellos, y hoy, en su mayoría, son demasiado jóvenes, y eso lleva a que los jugadores deban madurar antes de tiempo y no poder desarrollarse de buena forma. Por eso cuesta mucho ver jugadores como los que mencionas. Lo que pudimos ver en España es que tienen equipos de reserva hasta la Sub-23, porque antes de eso es muy temprano para jugar en el primer equipo. Hoy hay muchos técnicos en Chile que meten a los juveniles por el reglamento, no por capacidades o porque estén listos. El reglamento te amarra a que jueguen dos juveniles, tengan o no la capacidad.

- ¿Debería cambiar la regla del Sub-20?

- Según lo que nos decían, debería haber un campeonato de reserva en paralelo al del primer equipo, para que estos futbolistas que terminan a los 20 años el proceso de juvenil sigan jugando. Sería importante que la ANFP pensara mejor el tema, lo que también sería muy provechoso para la Selección, porque estos jugadores ya no se van a quedar a los 20 años, sino que tendrán un par más para madurar. Nos contaban que Sergio Busquets jugó en el equipo de reservas hasta los 23 años, por ejemplo.

- ¿Cómo ve la salida, por motivos personales, de Raúl Aravena como técnico de cadetes?

- Se merece todo mi respeto y el de toda la gente de Wanderers, porque tanto él como Guillermo Díaz y Oscar Gallardo formaron a todo el grupo de jugadores que en su momento le dio alegrías al club. Toda la gente que jugó en el club, o fue formado, está muy agradecido del profe Raúl porque nos dio las armas para desarrollarnos.

- Ahora están usted, Silvio Fernández y Mauricio Rojas. Recibieron la posta de jugadores como Aravena en esa tarea...

- Siempre se habla de identificación en Santiago Wanderers y si se ven otros clubes, no sé si haya uno en Chile que cuente con jugadores representativos de la institución trabajando. Esperemos que nosotros seamos los primeros, que nadie pueda decir que a los niños no se les entregan los conocimientos sobre la identidad del club.

- Llama la atención jugadores como los hermanos Matías y Diego Plaza, campeones con la Sub-17.

- Ojalá sean los siguientes David Pizarro, nos encantaría por todo lo que él logró que se puedan desarrollar así, o mejor aún. Son jugadores interesantes, de muy buen pie y educados deportivamente, tienen mucha ambición y están enfocados a lo que quieren. Se puede hablar de que no se les da oportunidades, pero en el fútbol llegan los momentos justos y no hay que apurarlos, creo que son los siguientes en debutar en el plantel, pero todo a su debido tiempo. Son niños atípicos, porque son respetuosos, educados deportivamente y profesionales. Tienen claro que primero quieren jugar en el club, hacer sus armas y luego ver las posibilidades que les presenta el fútbol.

- ¿Ha tenido la oportunidad de conversar con Pizarro luego de su retiro? Él mencionó que tiene una deuda con Valparaíso...

- David tiene, y tuvo, una deuda con Wanderers. Hay mucha gente que hoy lo critica por sus dichos, pero él siempre vino a Chile a jugar en Wanderers y si no se dio, lo siento, porque me hubiese encantado verlo retirarse acá. Lo que le faltó en el fútbol fue eso, y lo sabe porque es wanderino, aunque algunos digan que no lo es. Siempre está preocupado del club.

- ¿Es efectivo que cuando usted dirigía al primer equipo, existió la posibilidad de que Pizarro volviera a Wanderers?

- Sí, existió una posibilidad, pero David tenía contrato vigente con Universidad de Chile y era muy difícil. Realizarlo era medio complejo, pero existió la posibilidad.

- ¿Cree que algún día Pizarro podrá volver al club, pensando en que desea ser técnico?

- Yo creo que sí, Wanderers no le cierra la puerta a nadie. Es cosa de que mañana David se siente a conversar, ponga los puntos de vista sobre la mesa, ver si puede llegar a un buen acuerdo, y así tener gente que también es identificada con el club. No se puede vivir toda una vida con la herida en el cuerpo, porque debemos desarrollar todo en base a lo que queremos, que es el crecimiento de nuestros jugadores, el club y tener a Santiago Wanderers en el pedestal que se merece. Si David tiene una herida con alguien del club, no sé con quién, imagino que en su momento se sentará a aclarar las diferencias por el solo hecho de que el club crezca. No hay nadie más importante que la insignia de Santiago Wanderers, que es lo más importante para el deporte en Valparaíso.

- ¿Qué significó para usted llegar al primer equipo como DT?, aunque no se dieran los resultados esperados...

- No sabía si iba a ser hoy o si tendría que dar una vuelta larga, pero se me presentó la oportunidad en la que agarré un grupo de jugadores que estaba conformado y teníamos la tarea de sumar puntos. Fue hermoso dirigir el club de mis amores y espero volver a hacerlo, no sé cuando, pero llegar en otras condiciones en las que pueda tener la posibilidad de armar un grupo a mi gusto y modelo. Sería muy terco decir que todo lo que hicimos fue bueno, porque cuando no hay autocrítica es muy difícil crecer y queda claro que cometimos errores, pero con las armas que estaban, no con las que en su momento hubiésemos querido, pero ya está. Lo más lindo fue haber sido la cabecilla de jugadores que se mataron por nosotros y el club.

"El mundo cibernético tiene a los niños sin calle y sin las pichangas de barrio, que por momentos hacen mucha falta en el crecimiento futbolístico" "Hay muchos técnicos en Chile que meten a juveniles por el reglamento, no por capacidades o porque estén listos. Hoy el reglamento te amarra a eso""

"Sería muy terco decir que todo lo que hicimos fue bueno, porque cuando no hay autocrítica es muy difícil crecer y queda claro que cometimos errores""

"Existió una posibilidad (de que volviera al club, pero David (Pizarro) tenía contrato vigente con Universidad de Chile y era muy difícil""

debutó como jugador en el Decano. El exvolante defendió a Wanderers y Colo Colo en su carrera. 1995

partidos dirigió Villarroel al primer equipo porteño, alcanzando seis triunfos y un empate. 16

"

Me siento fuerte, con claridad sobre lo que tengo que hacer, así que toca hacerle frente a los partidos que vengan y manejar la presión".

Nicolás Jarry, tenista nacional en la previa del Abierto de Australia 2019

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