Walker y Festival: "Es el desafío más importante de mi vida"
CERTAMEN. El joven cantautor representará a Chile en la categoría folclórica de Viña 2019 con una zamba titulada "Y arderán". Aquí habla de sus expectativas.
Iba en tercer año de la carrera de Derecho cuando grabó - "aprovechando los paros"- su primer álbum: "Felicidad" (2014). Pero Benjamín Walker Echenique estaba claro que su destino era otro, por lo que optó por no dar su examen de grado y comenzar la promoción de "Brotes" (2017), su segundo disco de estudio.
La decisión le trajo réditos positivos. Con su primer trabajo ganó un Pulsar y gracias al segundo fue nominado al Grammy Latino. Ahora está ad portas de enfrentar el mayor desafío de "mi vida", como dice, y es defender a Chile en la competencia folclórica del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar 2019.
"En mi desarrollo personal, es el desafío más grande de mi vida. No sólo como chileno, yo creo que cualquier latinoamericano le resuena el nombre del Festival de Viña como una plataforma importante para ser músico", explica el músico que ayer estuvo de visita en Valparaíso.
La apuesta para viña
Para su participación en la competencia el cantautor optó por "Y arderán", una zamba que describe como "una canción muy sencilla, muy representativa de lo que es el folclor latinoamericano. Pero que a la vez, siendo simple, es súper épica y súper emocionante, y te puede apretar fibras potentes".
La composición nació durante un ensayo, y en ella claramente se notan las influencias de Víctor Jara, pues reconoce que "mi guitarra viene de ahí. Yo creo que componga lo que componga, aunque sea pop, tengo esa guitarra de nailon 'victorjarezca'. Es mi formación en la guitarra, absolutamente".
Si bien la canción está grabada sólo con dos guitarras y su voz, para la presentación sobre el escenario de la Quinta Vergara Benjamín Walker estará acompañado por el conocido guitarrista Juan Antonio "Chicoria" Sánchez -quien también se encargó de los arreglos del tema-, la violinista Daniela Rivas y Ángel Cárdenas en el chelo. La puesta en escena se complementará con la coreografía que realizará la producción del Festival.
-¿Y cómo van los preparativos?
-Full. Yo ya estoy ensayando con los músicos, ellos están motivadísimos. Lo que hicimos realmente está súper bonito... huele a tradición, a nuevo... Tiene un saborcito a la tradición latinoamericana.
Pero el cantautor quiere estar al tanto de cada uno de los detalles de lo que será su enfrentamiento ante el Monstruo, por lo que también está preocupado de su vestimenta, la cual está eligiendo y preparando meticulosamente.
"Estoy trabajando con Alejandra Bobadilla, una diseñadora que trabaja con materiales nobles chilenos de lanas traídos directamente de la Patagonia o alpacas del norte. Ella está preocupadísima de que yo esté vestido de identidad chilena y de identidad independiente, de obras de mano directas", comenta el autor que subirá a defender su tema el próximo 24 de febrero, fecha en que inicia Viña 2019.
-¿Cuáles son tus expectativas para el Festival?
-Tengo expectativas de hacer un muy lindo show. Creo que la gente va a apreciar lo que le vamos a llevar. Vamos de representantes del folclor chileno y latinoamericano, porque voy participando con una zamba que es propia de folclor argentino en realidad, pero que está como en el ADN de mi formación en la guitarra, de mi formación como músico y Chile en particular, se ha caracterizado mucho por abrazar el folclor de sus países vecinos en nuestras bandas, en nuestro como imaginario, nuestro sonido...
Walker es hijo de la cantante nacional Cecilia Echenique y del político DC, y exsenador por la Quinta Región, Ignacio Walker. El músico asegura que sus padres "están chocos, felices. Mi papá lo anda contando en todos lados, es mi promotor número uno. Están felices".
Recuerda, además, que tiene una especial conexión con el certamen viñamarino gracias a su madre, pues la ha podido ver en la Quinta Vergara sobre todo en 2002. "Es heavy que ahora me toca a mí estar arriba del escenario. Es loco, como de película gringa", reflexiona, acotando que "es lindo. He tenido la oportunidad de ir a Viña a acompañar a mi mamá y poder ahora subirme al escenario a cantar mi música, es brutal".
-¿Tú mamá te ha dado consejos?
-No así como tips, sino que tiene eso de 'vas bien, vamos adelante'. Ella es la más feliz.
El estado del arte
El cantautor define el 2018 como un año muy intenso, comenzando con la presentación en Lollapalooza con su banda Hausi Kuta. Posterior a ello, en solitario llenó la Sala Master de la radio Universidad de Chile y el Centro Cultural Matucana 100, y también tuvo la oportunidad de presentarse los Pulsar y conseguir su primera nominación a los Grammy.
-¿Cuáles son tus planes para el futuro?
-Siendo súper pragmático, quiero empezar a tocar fuera de Chile.
Según comenta el músico, considera que están pasando cosas interantes en el mundo de la música tanto en Chile como en Latinoamerica, de lo cual pudo percatarse en los Grammy cuando de los 10 postulantes a mejor nuevo artista, cuatro eran cantautores, con los que "ya nos conocíamos".
"Yo había compartido con ellos aquí en Chile cuando habían venido, como que todos venimos de la misma escuela. De (Jorge) Drexler, Caetano (Veloso), Natalia Lafourcade. Y Drexler se ganó tres Grammy al lado de Bad Bunny. Eso fue lo evidente de lo que está pasando con la cantautoría, pero algo que se viene arrastrando hace años de un movimiento que está rescatando a Simón Díaz, Chabela Vargas, a la Violeta, a Víctor. Y no en Chile; en México, en Argentina, Brasil", asegura.
-Este resurgir, ¿tiene que ver con el momento político en el que estamos?
-Quizás. Cuando la contienda es desigual y los ánimos están cabizbajos, como que hay un cariño por el romanticismo y la cantautoría está hecha de eso. Está hecha de lo romántico, de la tradición y la belleza, y el sonido acústico, y el nailon. En tiempos de Bolsonaro y potenciales Kast, yo creo que esos actos de resistencia musicales a uno como que le tocan fibras mucho más fuertemente que en otras épocas.
"He tenido la oportunidad de ir Viña a acompañar a mi mamá y poder ahora subirme al escenario a cantar mi música es brutal""
"En tiempos de Bolsonaro y potenciales Kast, yo creo que esos actos de resistencia musicales a uno como que le tocan fibras mucho más fuertemente""
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Es un monólogo transversal, en el sentido que no es de nicho (…), pero siempre desde el punto de vista de la mujer"
Belén Mora, sobre su actuación en el Festival del Huaso de Olmué