Esta semana celebramos 21 años desde la constitución legal de nuestra Empresa Portuaria Valparaíso, un 31 de enero de 1998. Teniendo el privilegio de encabezar EPV en esta fecha significativa quiero, en primer lugar, felicitar a todos los ejecutivos, trabajadores y directivos que durante este extenso periodo han dejado su huella cimentando una historia que, aunque no exenta de vaivenes, ha sido exitosa.
Como empresa somos herederos de ese Valparaíso antiguo, el puerto mítico que inspiró a artistas y atrajo a sus costas a pioneros de todo el mundo. Y es que aun siendo hoy terreno fértil para múltiples actividades que han surgido al alero de su geografía -turismo, educación, servicios entre otros- es el puerto, representado por EPV, sus concesionarios, trabajadores y comunidad logística, lo que ha sido la impronta vital, la marca de nacimiento de esta ciudad.
Hoy el sistema portuario que lideramos es la actividad más significativa para Valparaíso.
A pesar del doloroso paro de trabajadores portuarios eventuales y con el desafío de poner en valor para la ciudad el sector Barón con el Ministerio de Vivienda, la industria portuaria local movió más de 10 millones de toneladas de carga el 2018, algo impensado hace algunos años dada la escasa superficie del puerto, y continúa generando un movimiento de 600 mil viajes de carga, 700 naves y más de 20 mil trabajadores cada año.
Más allá de la carga, incluso, también el puerto crea conocimiento, innovación, sostenibilidad, encuentro con el mundo -como ocurrió con la exitosa Asamblea Anual de AAPA que pudimos acoger hace unos meses- y beneficio a su entorno. Es un polo virtuoso que sigue poniendo a Valparaíso en el imaginario universal. Incluso hoy estamos más comprometidos que nunca con la ciudad al impulsar con mucha fuerza el proyecto Paseo del Mar.
Nuestro deber, por tanto, es garantizar que la actividad portuaria continúe consolidándose. Como EPV procuraremos mantener competitivo al puerto y asegurar el crecimiento de su infraestructura de acuerdo al crecimiento del país y a su contexto internacional.
Pero este crecimiento debe darse atendiendo los desafíos que la industria y la ciudad nos plantean, abordando integralmente temas como una mejor vinculación con el entorno, sostenibilidad, tecnología e innovación, seguridad y el desarrollo de nueva y mejor infraestructura urbana, logística y turística, en sintonía con políticas que el Estado promueve en materia de conectividad, relación puerto-ciudad, modernización laboral y transformación digital de la logística.
En el inicio de este año 22, nos anima un espíritu de optimismo hacia el futuro. Creemos que impulsando desde EPV un mejor desarrollo de proyectos de infraestructura que potencien la vocación portuaria, la competitividad y la identidad local, y al mismo tiempo, nos conecten mejor con la ciudad, nos alineamos con un anhelo compartido con la mayoría de los porteños: seguir avanzando de la mano, consolidando nuestra ciudad y fortaleciendo un puerto con nuevos bríos para navegar este siglo XXI.
Raimundo Cruzat Correa
Presidente (I) Empresa Portuaria Valparaíso