Tras la meta de empleos de calidad
Cifras regionales muestran un preocupante crecimiento en trabajos informales que no aseguran previsión. La clave está en lo afirmado por el dirigente Zaccarelli: empleo asalariado y de calidad, lo que al ingreso suma protección previsional y de salud, aspectos que, con todas sus fallas, son esenciales.
Mientras el promedio de desempleo en el país alcanza a un 6,7%, en la Región de Valparaíso ese indicador llega a un 7,2%, lo que revela, además, que se ha registrado un aumento del 0,3% en relación a la medición anterior.
Dentro de esas cifras aparece como una buena noticia un 0,5% de aumento en la cantidad de ocupados con contrato, lo que se traduce en 4.200 personas más con un puesto de trabajo formal.
Pero hay que prestar atención al aumento de un 12,6% en los trabajadores "por cuenta propia" que totalizan 172.000 personas. Hay que profundizar en esa cifra pues mayoritariamente esas personas quedan al margen de los sistemas previsionales y de salud. Esa categoría encierra un amplio grupo humano que puede corresponder al "ejercicio de profesiones independientes o a gente que se anima a poner un local comercial y a ser un emprendedor", como lo señala con optimismo la seremi del Trabajo María Violeta Silva. Claro que la realidad indica que el "cuenta propia" también puede ser un vendedor ambulante.
Profundizando en la materia el presidente de la Cámara Regional de Comercio Pier-Paolo Zaccarelli, afirma que lo ocurrido en el último trimestre "es un llamado de alerta a la capacidad que está teniendo la región para generar puestos de trabajo" e insiste en la existencia de "un estancamiento preocupante del empleo en la región".
También expresa su preocupación ante el aumento de trabajadores por cuenta propia el presidente de la Asociación de Empresas de la V Región (ASIVA), Ricardo Guerra, expresando que esa situación "es una señal clara de que se deben tomar acciones al respecto".
Zaccarelli insiste en que es necesario favorecer "el crecimiento de la actividad económica que impacte positivamente el empleo asalariado y de calidad" y alude a una materia de creciente importancia, la reconversión del mercado laboral con novedades como la automatización, presente ya en el retail o en la transferencia de carga y la logística portuaria.
La clave está en lo afirmado por el dirigente del comercio: empleo asalariado y de calidad, lo que al ingreso suma protección previsional y de salud, aspectos que, con todas sus fallas, son esenciales a lo largo de la vida de las personas, especialmente considerando los altos índice de longevidad que presenta nuestra población.
Estos empleos de calidad en un escenario cambiante exigen modernizaciones y flexibilización que alienten la inversión en aspectos como el tributario y, lógicamente, el laboral.
Las reiteradas malas cifras de empleo en la Región, tras las cuales hay personas y familias, son un llamado a mirar la realidad, a examinar sin dogmatismo los factores que frenan la creación de fuentes de trabajo, y a buscar las herramientas que permitan retomar un efectivo y compartido crecimiento.
La experiencia de los otros
Una misión crucial de la universidad es servir, desde su naturaleza, a través del cultivo de los encargos tallados desde el origen y por la historia -en el transcurrir de los años- a la humanidad. En lo más próximo, a su propio entorno, país o región. En la exploración y cultivo del conocimiento para ser compartido, en la formación de las personas, en las distintas expresiones de la vinculación con el medio, se hace presente. Presencia que debe estar atenta a los cambios del mundo; por eso hoy podemos oír hablar con tanta fuerza sobre la innovación, la creatividad, la adaptación, el emprendimiento humano. Más aún, las personas y la sociedad toda la miran y esperan de ella respuestas a sus necesidades permanentes y su variación y a aquellas emergentes no imaginadas antes. Así progresa la humanidad.
Nuestra Universidad tiene bajo su responsabilidad un proyecto centrado en la Formación Inicial de Profesores, que es continuación de uno anterior ya finalizado, que consolidó mejoras e introdujo innovaciones en la larga historia de formación de profesores de la institución. Ahora estamos ante una nueva etapa cuyo deber es avanzar más allá, fortaleciendo "la excelencia de la formación inicial" en la Universidad, "alineada estrechamente con el desarrollo profesional tanto de los profesores en formación como de los formadores de profesores, las necesidades del sistema escolar, las actuales definiciones de las políticas públicas y el compromiso con el desarrollo del país, en fiel cumplimiento del Proyecto Educativo Institucional". Para concretar el proyecto se cuenta con recursos del Estado.
Una pregunta natural en cualesquier proyecto se refiere a ¿qué hacen los otros que tienen misiones compartidas?. De allí que durante estos días de enero una pequeña misión institucional ha visitado dos Centros prestigiosos en la Comunidad Europea y reconocidos mundialmente, por su sello innovador: uno de ellos en el País Vasco y el otro en la ciudad de Milán. En intensas jornadas, durante dos semanas, recibimos "la experiencia de los otros" entregada con precisión, pasión y generosidad. La motivación, enmarcada en el proyecto, tiene como uno de los focos la formación técnico-profesional a nivel de nuestra educación media. Un momento significativo en lo educacional y emotivo en lo personal sucedió al reunirnos con un grupo de profesores chilenos del área técnico-profesional y de distintos lugares de nuestra patria que se encuentran en una estadía en el País Vasco, precisamente preparándose para formar juventudes.
Rasgos, entre muchos otros, que hay que anotar de esa experiencia releva el trabajo colaborativo, los espacios de formación, el encuentro multidisciplinar, la comunicación entre las personas, la profunda relación con la empresa de todo tamaño y forma de organización, la valoración del concepto desafío o "reto" que los estudiantes enfrentan en el proceso formativo, un aprendizaje basado en retos, el crucial papel de lo práctico, las nuevas competencias que se necesitan. (Nos dicen unos dirigentes "no es aptitud, sino actitud, lo que determina tu altitud"). Aprendizaje basado en la realidad, aprendizaje inclusivo, la persona y su dignidad en el centro.
Sin fines de lucro
Las recientes elecciones de Revolución Democrática despertaron esta semana aireadas reacciones en el mundo político. Los sectores oficialistas, en particular, enrostraron la alicaída participación en los comicios, la cual llegó a poco más de tres mil militantes. "Ni para junta de vecinos", se burlaba la senadora Van Rysselberghe a la salida de La Moneda, mientras la vocera de gobierno exigía humildad y auto crítica al conglomerado de Jackson.
Algún punto hay que conceder a Chile Vamos. El Frente Amplio venía, supuestamente, a oxigenar una clase política que acusaban desgastada, por lo que el 92% de abstención en sus propias elecciones internas era un balde de agua fría. Tal como demandó Fuad Chahín, debían comenzar a respetar a "los partidos con historia".
Sin embargo, sugerir que el problema de fondo le compete sólo al nuevo bloque político no es sólo injusto, sino que incluso irresponsable. Como hemos visto en todos los medios, desde hace algún tiempo las "incivilidades" se han tomado nuestro escenario político. Por lo mismo, el 92% de abstención en las pasadas elecciones de RD no puede ser leído como un hecho aislado, sino que acompañado de una serie de otros eventos que han diezmado nuestra dimensión política. Desde el "Chilezuela" hasta la polera de Guzmán baleado, pasando por las rencillas internas de Ciudadanos, por las elecciones fallidas de la UDI, por las agresiones (físicas) a algunos presidenciables y por las agresiones (verbales) de otros.
El clima político no sólo estaría polarizado, sino que también encrispado.
Varios miles de kilómetros al norte, la profesora de la Universidad de Chicago, Martha Nussbaum, trató de hacerse cargo de este problema en el popular libro "Sin fines de lucro" (2010). En su visión, existe un factor clave a la hora de intentar explicar el detrimento de nuestra dimensión política: la crisis silenciosa de la educación.
Pero Nussbaum, para desgracia de muchos, no se refiere a la gratuidad ni a la persecución de los prestadores privados, sino más bien a la forma en que los diversos estudiantes -desde la educación primaria hasta la universitaria- están siendo formados. En esa línea, la estadounidense critica una educación pensada para el crecimiento económico, resaltando la necesidad de darle paso a una educación pensada para la democracia. Su argumento es sencillo: cultivar capacidades que fomenten el pensamiento crítico para mantener nuestras democracias vivas y completamente despiertas.
En esa línea, la autora destaca la función de las humanidades, las que considera claves para el desarrollo pleno de nuestros ciudadanos. Y aquí es donde todo se complica, pues no es tan difícil reconocer que estaríamos más tranquilos si nuestros hijos deciden ser economistas más que filósofos. El gran problema es que este desprecio por las artes y letras -a veces inconsciente- también se deja ver en nuestra realidad política. Desde aquella derecha tecnócrata que pecó de economicista a aquella izquierda que, tan preocupada por la gratuidad universitaria, olvidó por completo hablar de educación.
En definitiva, apostar por una educación para la democracia parece esencial para combatir estos climas de tensión en que vivimos. Además, tal como dice Nussbaum, quizás a través del pensamiento crítico generemos también innovación y, en consecuencia, ese anhelado crecimiento económico.
Bernardo Donoso Riveros
Profesor emérito de la PUCV
Pedro Fierro Zamora
Director de Estudios de Fundación Piensa y Académico UAI