Las fuertes caídas de los proyectos de estacionamientos en Viña
CIUDAD. Parquímetros de la Población Vergara, del borde costero y subterráneos de Reñaca siembran las dudas en los actores locales, vecinos y académicos sobre qué se está haciendo mal el último tiempo.
En los últimos meses la opinión pública ha sido testigo de cómo varios proyectos relacionados a estacionamientos, ya sean en superficie o subterráneos, han estado en el ojo del huracán por cuestionamientos desde juicios complejos, quiebra de empresas a cargo de su concesión, pagos que no alcanzan lo acordado en el contrato, hasta licitaciones desiertas por falta de oferentes interesados.
Justamente este último caso se refiere a lo ocurrido con el concurso público para construir y concesionar por 40 años los primeros estacionamientos subterráneos de Reñaca, proyecto antiguo que fue diseñado por una empresa -Estacionamientos Subterráneos Reñaca Ltda.- que tampoco presentó oferta en esta última licitación.
La inversión de esta obra es de unos 250.000 UF y la renta anual mínima exigida a pagar a la municipalidad en sus bases es de UF 800. Aunque la casa consistorial mejoró las condiciones del concurso, dado el primer fracaso de la licitación en enero del año pasado, este 2019 nuevamente el proceso volvió a fallar y ninguna empresa, de las seis que mostraron interés en la visita a terreno, ofertó.
Uno de los aspectos que más llamó la atención de este nuevo fracaso es que ni siquiera la empresa que diseñó el proyecto presentó una oferta, por lo que varios se preguntan cuál es el verdadero motivo de esta nueva caída.
Lo anterior hace recordar otros proyectos que no lograron perdurar en el tiempo, e incluso algunos que -como éste- ni siquiera han visto la luz del día.
Uno de ellos, quizás el más reconocido por todos, es el de los parquímetros de la Población Vergara, iniciativa que fue licitada a una empresa que se hizo cargo de más de 4 mil calzos en todo el plan de Viña del Mar desde el 18 de diciembre de 2017, pero que con el pasar de las primeras semanas se dieron cuenta de que estaban perdiendo dinero.
De hecho, en una entrevista a este Diario, el encargado de la firma Globe Parking aseguró que durante todo enero tuvieron grandes pérdidas. Esto los llevó a traspasar el negocio a otra empresa y a fines de abril se caducó el permiso de concesión debido a incumplimiento de contrato. Hasta ahora, pese a los detractores, hay una buena parte de la comunidad, especialmente de vecinos de ese sector, que buscan un ordenamiento automotriz que funcione, pero el municipio -aunque tiene un nuevo proyecto prácticamente listo y que dividiría el área de concesión en dos partes- no lo ha dado a conocer.
En los últimos meses del año pasado el municipio adjudicó la concesión de una parte de los estacionamientos en superficie de la avenida Valparaíso y de la calle San Antonio a la empresa Tecnova por 800 calzos, pero al primer mes sólo pagaron $ 28 millones de los $ 62 que deberían cancelar, lo que generó desconfianzas en los concejales para la siguiente licitación que estaba para ser votada: los parquímetros del borde costero desde 8 Norte hasta Reñaca durante el verano, pues la empresa que el municipio presentó para ser aprobada era la misma de la concesión anterior.
Finalmente, este hecho hizo que los ediles rechazaran la adjudicación por cuatro votos en contra, uno a favor y cinco abstenciones, pese a que la alcaldía modificó las condiciones en un segundo llamado a votación a comienzos de este año, luego que en diciembre los ediles decidieran rechazar en su mayoría a la empresa Tecnova.
Lo anterior hizo que durante todo el verano no se cobre en el borde costero por aparcar, situación que el municipio dio a conocer a la opinión pública como una medida positiva para que los veraneantes tuvieran estacionamientos gratuitos en la temporada alta en Viña del Mar, con la excusa de incentivar el turismo.
Lo último que ocurrió fue justamente el fallido segundo concurso en Reñaca, que recuerda también, por tratarse de estacionamientos subterráneos, todo el proceso judicial con la empresa Besalco que debió pasar la casa consistorial viñamarina durante tres años, tras problemas en las obras de los parqueaderos de la plaza Sucre, y cuya sentencia ya fue redactada -trascendió que el tribunal falló que el municipio debería pagar un monto cercano a los $500 millones a la firma- pero aún no se notifica a las partes.
El abogado que lleva una causa contra el municipio por los estacionamientos de Reñaca, Pablo Marín (ver recuadro), comenta que "este problema es de la municipalidad por apoyar un mal proyecto y está generando perjuicios a Reñaca, porque desde que se apoyó esta construcción el municipio ha abandonado el sector 'la isla', no da soluciones y tampoco ha permitido atender las propuestas alternativas de algunos vecinos. Tienen todo detenido y han convertido el lugar en un basural lleno de autos".
El presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Viña del Mar, Rodrigo Rozas, dice que el problema va más allá de un diseño y que tiene que ver con los números que se exigen a las empresas.
"Hay que entender que la esencia y la misión que deben tener los municipios que en términos de negocios o posibles ingresos deben ser pensado en la comunidad y naturalmente cumplir, satisfacer una responsabilidad social, pero lamentablemente vemos que el municipio se equivoca continuamente en la generación de negocios, logrando levantar licitaciones que fracasan porque simplemente no hay empresas que sean capaces de arriesgarse a una propuesta u oferta ambiciosa que está relacionado, por lo general, por altos montos que establece el municipio y, por lo demás, poniendo en riesgo la estabilidad financiera de la empresa como también las finanzas del municipio".
El dirigente señala que "los negocios siempre son recíprocos. Naturalmente, hay un problema de diseño, de estructura en las propuestas públicas y también de asesorías externas que, al parecer, no existen. Al parecer, el objetivo es levantar propuestas inalcanzables y que posteriormente fracasen. Hay que aprender de los errores, pero esta municipalidad al parecer sólo dialoga entre sordos. Las licitaciones son tan complejas en su contexto, que cuando la empresa interesada pregunta en Mercado Público por alguna duda, ni siquiera se contestan con claridad".
Finalmente, concluye: "Normalmente, cuando las licitaciones en su monto mínimo para que las empresas oferten son inalcanzables, hay consecuencias negativas para la ciudad, ya que la empresa termina abandonando el servicio y, naturalmente, no pagando".
Para el profesor Luis Álvarez, Magíster en Urbanismo de la Universidad de Chile, hay varios factores que inciden en que este tipo de iniciativas no prospere.
"Las bases de las licitaciones no son realistas porque se les exige más de la cuenta a los estacionamientos, pero no hay un estudio bien acabado para cobrar el precio justo", parte diciendo, pero también analiza las distintas variables, desde las ambientales hasta las económicas.
"Hoy los proyectos que se están discutiendo, sobre todo los que están en la costa, tienen condiciones distintas, estamos hablando de construir sobre bancos de arena que, prácticamente, a cuatro, cinco y seis metros están los acuíferos y es difícil abordar eso, sobre todo en invierno. No hay tantas certezas desde ese punto de vista ambiental", dice.
Lo segundo, sostiene que "todo lo que está en la costa, desde el punto de vista de negocios, siempre va a tener una situación más bien estacional. Hay meses en que en Reñaca penan las ánimas y los estacionamientos van a tener muy poco uso, en el verano es cuando serían un buen negocio".
Además, comenta, respecto a los estacionamientos de la Población Vergara, que la gente "ve las calles para circular, no para estacionar. Es necesario un transporte público de calidad y que el auto particular se quede más en la casa, eso va a pasar y los estacionamientos ya no van a tener la demanda que ahora tienen. Hace 15 años todos pensaban que había que construir estacionamientos, pero ahora no da para pensar en seguir en esta lógica".
Por su parte, el concejal Jaime Varas, presidente de la Comisión de Finanzas y de la de Obras, reconoce que hay un problema, pero prefiere mirar las soluciones. "Ya está ultra probado la necesidad que tiene Viña del Mar de regular de manera permanente, formal, el uso de los espacios públicos destinados a estacionamientos. Después de la última experiencia que funcionó cuatro meses, está comprobada la necesidad. Recién ahora, producto de la liberación del cobro de estacionamientos del borde costero, el municipio ha entrado de lleno a la fiscalización, que es ultra necesaria".
En ese sentido, señala que el trabajo de evitar que los cobradores informales sigan trabajando en las calles "es esencial para el éxito de una futura licitación. Hoy no sólo hay una variable económica que deben evaluar las empresas, sino que también hay un entorno que resulta también analizable por las empresas, y ese entorno hoy no sé si es del todo negativo, pero no entrega certezas, porque los cuidadores informales han sido el talón de Aquiles en el éxito de un buen sistema de estacionamientos".
Esto, junto a medidas alternativas como grúas para el retiro de los vehículos mal estacionados, fiscalización y control de los cuidadores informales "va a cimentar el camino a una futura licitación exitosa, porque hoy cualquier empresa que evalúe va a entender que hay incertezas que pueden terminar haciendo fracasar un negocio".
Rodrigo Torreblanca, arquitecto UVM, magíster en ciudad y Territorio PUCV y director del Magíster en Gestión de Proyectos Urbano Regionales, tiene una visión más integral del problema.
"Creemos que el tema pasa por un tema de rentabilidad, pensamos que posiblemente no es rentable aún para el privado la propuesta que establece el municipio porque todavía no están las garantías o el escenario para que el privado haga esa inversión. El escenario, sobre todo en el periodo no estival, porque efectivamente en el periodo estival hay harto movimiento del turista, es complejo y es justamente el periodo en el que ellos hacen la consulta. Yo creo que sus dudas son porque no está el escenario urbano todavía que posibilite un buen funcionamiento en el periodo no estival. No están las garantías que permitan que la inversión tenga una rentabilidad todo el año y para que eso ocurra la municipalidad debiera plantear que estos estacionamientos subterráneos estén inscritos en un plan de movilidad integrada, más que en una solución aislada", dijo el profesor de la UVM.
"Desde la parte más académica - añade- los estacionamientos subterráneos forman parte de un sistema de transportes y desde el momento en que el estacionamiento se suma a un sistema integrado de movilidad permite una mejor sostenibilidad en el tiempo. Lo que el municipio debería formular primero es una mirada integrada del sistema de transportes en Viña para que este proyecto tenga una sostenibilidad económica en el tiempo y funcione con una buena rentabilidad en periodos estivales y no estivales".
Asimismo, recordó el proyecto que la Escuela de Arquitectura UVM presentó hace varios años y que ya tiene el visto bueno del Gobierno.
"La intermodalidad es clave. Eso también desincentiva el automóvil en la medida que los sistemas de transporte público son buenos y están bien conectados. Yo podría ir a Reñaca, dejar mi auto ahí, e ir a trabajar en periodo no estival... la municipalidad debiera presentar su mirada sobre la integración de los sistemas de transporte y cómo este sistema se inscribe dentro del plan de movilidad integrada. La Escuela de Arquitectura propuso un sistema de tranvía, que justamente tiene una estación en Reñaca, y ese proyecto apuntaba a eso, a formar parte de un plan integral", puntualizó Torreblanca.
Concluyó diciendo que "no hay que centrarse sólo en el problema de los estacionamientos, sino que el tema de discusión acá es cómo mejoramos los sistemas de transporte público, la intermodalidad y la interacción de los sistemas para desmotivar el uso del auto, como pasa hace años en Europa, y con eso te evitas la congestión vial, la falta de estacionamientos y la necesidad de la construcción de estos. Hoy andar en una micro no es una experiencia grata y en la medida que siga ocurriendo la gente va a seguir prefiriendo el auto".
"Las bases de las licitaciones no son realistas porque se les exige más de la cuenta a los estacionamientos, pero no hay un estudio bien acabado para cobrar el precio justo"
Luis Álvarez, Magíster en Urbanismo U. Chile"
Reclamo de ilegalidad
Un grupo de vecinos y locatarios de Reñaca presentó un reclamo de ilegalidad para evitar la construcción del proyecto de estacionamientos subterráneos en el balneario, el que fue acogido a tramitación. Aunque se pidió una orden de no innovar, ésta fue rechazada, pero se continúa analizando el caso que sustenta sus argumentos, de acuerdo al abogado Pablo Marín, en que "hay un abuso flagrante de la normativa urbanística, que busca beneficiar no sabemos por qué ni a quien con un proyecto cuyo interés general fue establecido a espaldas de los afectados".
3 proyectos de estacionamientos han fallado en el último año en Viña del Mar, dejando a la ciudad sin claridad sobre qué pasará con los parquímetros.
UF 250.000, equivalente a más de 6.885 millones de pesos, es la inversión aproximada del proyecto de estacionamientos subterráneos en el sector La Isla de Reñaca.
6 empresas mostraron interés en el último proceso de licitación los estacionakientos subterráneos de Reñaca. Sin embargo, ninguna presentó una oferta.