El Gobierno salió al paso de las críticas por su decisión de decretar zona de catástrofe en tres regiones del país, incluyendo La Araucanía, lo que implica que militares controlan el orden público en las áreas afectadas por grandes incendios forestales.

El ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, descartó que el estado de excepción sea una forma de "militarizar" La Araucanía y aseguró que se está trabajando para ayudar a los afectados por los siniestros que azotan al sur.

Ante las críticas del líder del Consejo de Todas las Tierras, Aucán Huilcamán, Moreno sostuvo a Radio Pauta que "en este caso lo que están haciendo es al contrario, ayudar a las personas mapuches y no mapuches de la zona, de manera tal de controlar los incendios que han afectado a todos".

"Las dos personas que han fallecido son mapuches, varias de las viviendas destruidas y los terrenos que han sido afectados son mapuches, así que hoy todas las personas en la zona están sufriendo mucho", precisó el secretario de Estado.

"Al contrario, yo creo que lo que en este caso hace es colaborar para que todos los medios puedan ser ordenadamente puestos a disposición de la lucha contra los incendios", complementó el ministro.

El titular de Desarrollo Social manifestó que "más allá de una tensión" que pueda ocasionar la presencia de militares en la zona, la medida beneficiaría a sus habitantes.

Horas después, habló el ministro (s) Secretario General de Gobierno, Emardo Hantelmann, quien desestimó las críticas de las comunidades mapuches de La Araucanía por la decisión de declarar zona de catástrofe en la zona.

Tras conocer los reproches, que apuntaron a una "militarización" de la zona, además de los dichos del fiscal regional (s), Alberto Chiffelle, quien reconoció que era "delicada" la presencia castrense en sectores donde ha habido hechos de violencia, el vocero (s) respondió: "Descartamos rotundamente esa percepción".

"Lo que el Presidente ha mandatado y lo que el Gobierno espera hacer es poner todos los recursos con los que cuenta el Estado a disposición de labores de prevención, ataque y control de incendios forestales y, después, de las de rehabilitación", detalló la autoridad.

Hantelmann arguyó que las Fuerzas Armadas aportan su capacidad logística, de recursos humanos y técnica, en regiones "donde sus habitantes lo están pasando muy mal".

"No nos queremos poner en una situación compleja. Vuelvo a recordar que hay muchas personas que están sufriendo y que necesitan de todos los medios disponibles en nuestras manos para poder enfrentar esta emergencia", enfatizó el vocero subrogante.

Hantelmann recalcó que la expectativa que surge en el Gobierno a partir de la decisión del Presidente Sebastián Piñera es que haya la coordinación "más efectiva posible" entre el mando militar y las autoridades civiles, incluyendo "intendencias, gobernaciones y los distintos servicios del Estado".

El exintendente de La Araucanía y senador DC Francisco Huenchumilla opinó que "evidentemente el Gobierno ha jugado con un arma compleja y, por lo tanto, vamos a estar atentos a que sea usada efectivamente en el combate a los incendios y en los problemas que tienen los distintos sectores del territorio de La Araucanía".

"Esperamos, por ende, que no se preste para otro tipo de situaciones y yo confío plenamente en la responsabilidad de las Fuerzas Armadas y del general a cargo de esto", dijo el legislador.

Más de noventa incendios

en el sur son combatidos por 26 aeronaves y 900 efectivos

El Ministerio del Interior informó ayer que los incendios forestales que afectan a las regiones de La Araucanía, Los Lagos, Los Ríos y Aysén son combatidos con 26 aeronaves y 900 efectivos.

Dentro de las aeronaves, ocho son aviones y 16 son helicópteros, a los que se suma el "Hermes-900", avión no tripulado que pertenece a la Fuerza Aérea y que desde hoy estará ayudando a apagar las llamas.

Para La Araucanía, que hasta ahora es la zona más afectada, se dispuso de la presencia del "DS-10", un avión que tiene capacidad para almacenar 40 mil litros.

En cuanto al combate terrestre, hay 34 brigadas que se encuentran intentando extinguir las llamas, de las cuales 24 son de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) y diez son Brigadas contra Incendios del Ejército (Brifes), lo que deja un saldo de 600 brigadistas, a los que hoy se suman los 300 voluntarios de Bomberos que también están aportando.

A todos ellos se agrega el personal de las Fuerzas Armadas que se halla trabajando especialmente en La Araucanía, región que -salvo la comuna de Temuco- fue catalogada como zona de catástrofe por el Presidente Sebastián Piñera.

Ayer en la mañana, el Centro Nacional de Alerta Temprana, de acuerdo a la información técnica proporcionada por la Conaf a través de su Sistema de Información Digital para Control de Operaciones, reportó 94 incendios forestales en el país: 42 estaban activos, 49 habían sido controlados y tres fueron extinguidos.

Los siniestros afectan a las regiones del Maule, del Biobío, de la Araucanía, de los Ríos, de Los Lagos, de Aysén y de Magallanes.

La Araucanía es la región más afectada, debido a ocho incendios activos e igual número de incendios controlados. Los primeros han quemado más de 7 mil hectáreas.

Además, en dicha zona dos personas han muerto y 34 viviendas fueron destruidas por las emergencias causadas por los incendios forestales.

La provincia de Cautín está bajo alerta roja, lo mismo que las de Capitán Prat y General Carrera, en la región de Aysén, además de cinco comunas en dos regiones más.