Tomás Moggia C.

En el seno de una familia de escasos recursos de Etiopía, desde muy niño que Mulugeta Megersa Mulget Amaru experimentó el placer de correr. Fuera subiendo hasta la cumbre de un cerro o siguiendo la ribera de un río, todavía hoy este ultramaratonista africano recuerda sus primeras sensaciones al escuchar su corazón latir con fuerza después de atravesar largos kilómetros.

Actualmente radicado en Finlandia, la historia de este deportista independiente de 35 años está nutrida de superación y perseverancia; cada vez que corre siente cómo su sangre recorre sus venas y ahora pretende llevar su pasión varios escalones más allá.

Conocido simplemente como Mulget Amaru, el martes 12 de febrero iniciará un largo viaje de unos 30 mil kilómetros para cruzar toda América: su ruta comenzará en Ushuaia, en la parte argentina de la isla de Tierra del Fuego, y concluirá en Prudhoe Bay, Alaska, Estados Unidos. Tal como cuando lo hacía por los alrededores de su natal Adís Adeba, correrá por el simple placer de ponerse en movimiento, pero por sobre todo con la idea de poner la voz de alerta y hacer un llamado al fin de los éxodos masivos. También correrá para honrar a las madres, por amor y por la paz mundial.

El africano espera concretar el recorrido por la carretera más extensa del mundo en menos de mil días y así superar además un antiguo récord Guinness, que fue logrado en 2.400 días. Para Mulget parece que nada es imposible, y tiene planeado correr un mínimo de 45 kilómetros diarios, y un máximo de entre 70 y 80 kilómetros por jornada. Católico hasta la médula, durante su travesía sólo tendrá libre los domingos.

"Uno pensaría que es una locura correr dos maratones al día, pero no es tanto rato porque los etiopes corren muy rápido, entonces va a estar corriendo cinco o seis horas al día. En ese lapso el puede llegar a una comunidad, quedarse, compartir. Viene dispuesto a ayudar en cada lugar", explica Sergio Aguilera, uno de los productores del desafío y que ha colaborado en la gestión de actividades con organizaciones locales y autoridades.

Tras partir de Ushuaia, el ultramaratonista etíope correrá en dirección norte bordeando la cordillera de los Andes para ingresar a Chile a la altura de Balmaceda. Se espera que cruce por las cercanías de Coyhaique a fines de marzo y luego continúe por la Carretera Austral, donde se manejan dos opciones. Una es atravesar en una barcaza desde Chaitén a Quellón, hito 0 donde se inicia la carretera Panamericana. La otra alternativa es seguir por el continente, transbordadores de por medio, hasta Puerto Montt. Desde ahí continuará hacia el norte, para en unos 80-90 días abandonar Chile por Arica y proseguir hacia Perú, Ecuador, Colombia y el resto de una ruta que debería tomar unos dos años y medio en ser completada.

Por ahora, Mulget Amaru correrá solo tirando de un carro de arrastre, pero dependiendo de cómo salgan las labores de financiamiento podría ir incorporándose un equipo que le asista en términos logísticos.

Las consignas locales

A las causas humanitarias que mueven a este africano, se suman otras igual de importantes. En cada lugar la idea es ir apoyando a las comunidades locales en sus iniciativas o problemáticas socioambientales, sobre todo con el objetivo de darles vitrina. En el fondo, al pasar por cierto sector el objetivo de Mulget Amaru es correr por determinada causa local.

"Aquí nadie se va a hacer rico, él va a correr para mostrar causas humanitarias y darles vitrina, para que cada localidad por la que pase reciba algún tipo de apoyo", añade Aguilera, quien espera que el ultramaratonista también pueda sumar aportes económicos para su travesía.

Las posibilidades están abiertas, e incluso el africano podría desviarse de su ruta para ir en apoyo de causas importantes.

Y es que son esos aspectos los que mueven a Mulget Amaru a correr con un sentido más profundo. No se trata de sólo mover las piernas y escuchar los latidos del corazón, es sobre todo ir en ayuda de quienes más lo necesitan.

Yasmani Acosta se colgó bronce en el Grand Prix de Zagreb

El atleta chileno, Yasmani Acosta, se quedó ayer con la medalla de bronce luego de una contundente actuación en el Grand Prix de Lucha de Zagreb, en donde participó en la categoría 130 kilos, derrotando en la definición por el tercer lugar al turco, Osman Yildirim.

Camino que no fue nada de fácil, pues antes de vencer al representante otomano en la lucha greco-romana, el nacido en Cuba pero nacionalizado chileno, había derrotado a complejos rivales de Corea y también al representante local de Croacia.

Sin embargo, no todo fue alegría, pues a pesar de la gran participación en el torneo, Acosta perdió por el avance a la final ante el representante de Uzbekistán.

En cuanto al trabajo previo a su paso por suelo croata, Acosta había ganado el Grand Prix "Henri Deglan" en Francia, en donde el representante del Team Chile se consagró campeón al derrotar por el oro al surcoreano, Chan Seung Chan, en donde el mostró lo mejor de su repertorio.

Logros por chile

En esta línea, y sobre la trayectoria de Yasmani Acosta representando a Chile desde el 2017, el luchador de 30 años de edad ha ganado medallas de oro en el Grand Prix de Madrid, en el de Rumania, en el Campeonato Sudamericano de Río, en la Copa Brasil (2017), en los Juegos Sudamericanos de Cochabamba, en el Grand Prix de Rumania (2018) y en el Grand Prix de Francia (2019).

Logros al que ahora se sumó la medalla de bronce obtenida en el Gran Prix de Lucha de Zagreb, en Croacia.

años tiene Yasmani 30

Acosta, oriundo de Cuba pero nacionalizado chileno. 12

de febrero el día en que Mulget Amaru iniciará su desafío en Ushuaia, en Tierra del Fuego. 30.000

kilómetros contempla la travesía por América, que concluirá en Prudhoe Bay, Alaska, Estados Unidos. 2.400

días el antiguo récord Guinness de la ruta. Mulget Amaru espera concretarlo en dos años y medio. 45