Como decía don Aldo, ya no basta con rezar
El nuevo embate del abogado Díaz -esta vez en el eje Uruguay- pareciera ser el único camino a seguir ante la pasividad municipal y gubernamental. Cuesta creer que el municipio de Valparaíso asegure que fiscaliza el sector de la Plaza Aníbal Pinto cuando su gran logro del verano es haber instalado una dispensadora de preservativos. Si desde la Provincia podemos contribuir a tener sociedades más sanas, entonces diremos con orgullo que estamos en la senda correcta. En la actualidad, los muros han sido reemplazados por las fronteras, que, se supone, no pueden ser traspasadas, sino que legalmente.
La inteligentísima acción del abogado Rodrigo Díaz -cercano al concejal Daniel Morales y, tal como él, habitante del edificio Cooperativa Vitalicia de la Plaza Aníbal Pinto- al interponer un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Valparaíso para que los incumbentes (Municipalidad, Gobernación, Salud y privados) hagan su trabajo, fiscalicen a los ambulantes, controlen el abuso de alcohol, las incivilidades, la venta de droga, los asaltos y el ruido en el nuevo kilómetro cero porteño, ahora encontró una nueva y ávida clientela en los comerciantes del eje Uruguay, calle fuera de la ley hace años (sólo es cosa de preguntarle al sacerdote Pedro Nahuelcura, a quien le han asesinado inquilinos de su casa de inmigrantes y le han robado hasta las cruces de las misas de difuntos), capturada por el comercio ambulante y el descarado microtráfico que cualquiera con los ojos semiabiertos puede ver a día claro en plena calle.
Pero, tal como decía Aldo Francia, ya no basta con rezar: es cierto que la Justicia puede ordenar que se cumplan ciertos protocolos (como que Carabineros esté de punto fijo, tal como lo prometió la gobernadora), pero acá falta voluntad de parte de la propia institución uniformada (que suele quejarse de falta de personal, mas a la hora de la verdad -al menos, en Valparaíso- no ha dado el ancho), del Gobierno -más dedicado a levantar mesas de trabajo que de la acción, y -cómo no- de la autodenominada "Alcaldía Ciudadana", que permite la impunidad con masivas entregas de permisos precarios (¿tendrán miedo de que le achaquen la cesantía al Frente Amplio?) y una permisividad que escapa a toda lógica municipal y urbana.
Lo intrigante es que nadie se dé cuenta del inmenso futuro político que tiene el camino escogido por el abogado Díaz. Ya diversos vecinos lo quieren llevar a la Zona Roja porteña, el sector Casino de Viña del Mar y, por qué no, la feria Caupolicán de la parte alta de la Ciudad Jardín.
En días en que muchos cuestionan el trabajo de sus autoridades, no es baladí que la fórmula salga precisamente de las vecindades, obviando la cada vez más distante función que cumplen los concejos municipales, más pedientes de pequeñeces políticas que de otras cosas, y para qué decir los consejeros regionales, cuya irrelevancia sólo se profundizará con la llegada de los gobernadores regionales electos y el nombramiento de los administradores regionales gubernamentales.
Cuesta creer también que las medidas de Aníbal Pinto sean apeladas por la Seremi de Salud, desde donde tiraron la pelota de los ruidos a Medio Ambiente, que el Gobierno no se pronuncie o que el municipio de Valparaíso asegure que fiscaliza cuando su gran logro del verano es haber instalado una dispensadora de preservativos.
Quizás, sólo quizás, estemos ante un personaje que más allá de darse el lujo de citar a Cioran y Unamuno, sea el referente vecinal que nadie encuentra en el autonomismo.
Los muros
El hombre construye muros para no dejar ingresar en el recinto amurallado a otros o para no dejarlos salir de él. A este último género pertenecen los muros de las cárceles y el célebre y ahora inexistente "muro de Berlín", construido en 1961 y derribado en 1989.
Más comunes son los del primer género, o destinados a atajar el acceso a cierto lugar. Desde luego están los muros de las casas particulares y los que circundan su jardín. En la Antigüedad y en la Edad Media se edificaba muros en torno a las ciudades; y parte importante de las fortalezas estaba constituida por sus muros. Todavía subsiste la "Gran Muralla" china, construida desde antes de Cristo para impedir las invasiones en los reinos chinos de parte de los pueblos provenientes de las estepas asiáticas, entre los cuales estuvieron los espantosos "hiong-un", que, en Occidente, adonde llegaron una vez repelidos de la China con el resultado de empujar a los aterrorizados germanos a entrar en el Imperio Romano, fueron denominados "hunos".
El emperador Adriano, entre el 122 y el 123 d. C. construyó un muro en Britania para defender la isla por el norte del ataque de los "pictos", que habitaban lo que ahora es Escocia. En la segunda mitad del siglo XX, Inglaterra inició la edificación de un muro en Calais, para impedir la entrada de inmigrantes, sobretodo sirios, en la isla, que entretanto se apilan en esa ciudad francesa y dieron lugar a los que los periodistas denominaron la "jungla de Calais". El Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica propuso, durante su campaña presidencial, la construcción de un muro a lo largo de la frontera del país con México, para frenar la entrada de inmigrantes sudamericanos en los Estados Unidos. Como se ve, no hay mayor novedad en la medida. Pero está por verse si Donald Trump podrá y querrá ejecutar su proposición y bajo qué régimen; pero a dos años de su gobierno, aun no logra concretar la iniciativa. Si lo consiguiera, lo inscribiría en la lista de muros destinados a impedir la entrada de otros.
Aunque Inglaterra ha iniciado esta modalidad en nuestro tiempo, y el hecho no parece haber causado un revuelo semejante al ocasionado por la proposición de Trump, es claro que ella no es aceptable para la actual cultura de los llamados derechos humanos; así que habrá que esperar por lo que haya de acaecer en el futuro de dicha proposición.
En la actualidad, los muros han sido reemplazados por las fronteras, que, se supone, no pueden ser traspasadas, sino que legalmente. Pero ellas, como en el pasado, son una limitación seria a la proclamada como universal libertad de circulación; mas el hombre moderno no repara en el punto, tal vez por la inexistencia de muros de verdad. En realidad, en lo que no ha reparado bien es en la formulación de esas libertades. Para verlo, bastará otro ejemplo, como el del acceso a los cargos públicos. Examinemos el caso de Chile, según cuya constitución se exige ser chileno nacido en el país para ser su Presidente o de cualquiera otra manera para los demás, cargos, como los de congresal. Pero, ¿por qué un nacido en China, nacionalizado chileno no puede ser Presidente de Chile? ¿O un no nacionalizado no puede ser senador? Nadie, que yo sepa, ha tratado temas como estos.
Provincia de Petorca no da tregua al tráfico de drogas
Aunque parezca increíble, el narcotráfico ha ido tomando nuevas formas y adoptando renovadas estrategias. Ello en gran medida debido a la batalla frontal sin tregua que en esta materia estamos dando, tanto el Gobierno como las policías. Es cierto que hemos ido cercando más y más el accionar de esta delincuencia organizada y de alto nivel, pero ello a nosotros en la Provincia de Petorca nos ha impuesto nuevos desafíos.
En el caso de quienes se dedican al cultivo ilegal de Cannabis sativa (marihuana), desde hace unos años vienen demostrado una creciente preferencia por instalarse en nuestra Provincia de Petorca, amparados en una difícil geografía de quebradas y mesetas, que les sirve de guarida y a la vez vuelve difícil las pesquisas tanto a la Policía de Investigaciones como a Carabineros de la sección OS-7. Queremos erradicar esta droga desde la fase de cultivo y evitar que llegue a los consumidores, cerrando un nefasto círculo.
Pese a esta tendencia, puedo decir con sólido fundamento que en nuestra zona estamos saliendo victoriosos en esta guerra sin cuartel. Desde diciembre a la fecha no ha habido una semana en que los efectivos policiales no hayan realizado un decomiso de envergadura importante. De hecho, un medio de comunicación recientemente informaba que en lo que va de temporada ya se ha decomisado el 80% de toda la Cannabis incautada en el periodo anterior.
Baste decir que desde fines de diciembre a la fecha, en conjunto, la Policía de Investigaciones con su Plan Cannabis, y el OS-7 de Carabineros con su plan de erradicación, han logrado detectar y sacar de circulación cerca de 37.500 plantas de marihuana, en coordinación con el Ministerio Público, procediendo a su destrucción in situ. Para que tengamos una idea, la droga destruida tiene un avalúo de 45 mil millones de pesos en ese oscuro mercado.
Lo que debería dejarnos conformes y tranquilos es que con esta erradicación estamos contribuyendo de manera conjunta y contundente a la seguridad pública, tal como nos lo han pedido el ministro Andrés Chadwick y nuestro Presidente Sebastián Piñera. Y en ello, tanto Gobierno como policías no escatimaremos recursos en el esfuerzo por mantener bajo control este flagelo. Así lo demuestran los numerosos equipos de carabineros y detectives recorriendo los cerros de nuestras comunas, o el apoyo aéreo, que ha sido fundamental en la detección de estos cultivos ilegales que, como es de público conocimiento, cuentan con un nivel tecnológico cada vez más sofisticado.
Nos deja doblemente satisfechos este logro, entre otras razones, porque sabemos que detrás de los consumidores de marihuana hay muchos menores de edad. Hace poco leíamos con gran preocupación los resultados de un estudio de investigadores de la Universidad de McGill en Canadá y de la Universidad de Oxford en Reino Unido, que revela indicios que el consumo de marihuana en jóvenes aumenta el riesgo de depresión y sus magras consecuencias, como el suicidio.
Si desde la Provincia de Petorca podemos contribuir a tener sociedades más sanas y menos dependientes de sustancias nocivas como la droga, entonces diremos con orgullo que estamos en la senda correcta. Y aun así no bajaremos los brazos en esta misión.
Alejandro Guzmán Brito
Abogado, catedrático de universidad
María Paz Santelices Cañas
Gobernadora de la Provincia de Petorca