Con tecnología a bordo caletas de la región buscan agregar valor comercial a recursos
PESCA. Programa piloto incorpora cámaras, etiquetado, aplicación móvil y asesoría comercial. PESCADORES DE LOS MOLLES, QUINTAY Y EL QUISCO SERÁN BENEFICIADOS CON EL PROGRAMA.
Una pequeña cámara a bordo de 15 embarcaciones artesanales acompañará este año las faenas pesqueras de las caletas Los Molles, Quintay y El Quisco. El dispositivo les permitirá registrar quién, dónde y qué especie capturaron y monitorear hasta el desembarque y pesaje. El procedimiento concluirá en una etiqueta de origen adherida al recurso, que además, quedará disponible para pescadores y consumidores en la aplicación móvil Fresca Pesca donde cualquier usuario podrá ver la historia del producto, desde la captura hasta su destino final.
Así opera el programa piloto Trazabilidad Comercial, que junto a las organizaciones de pesca artesanal de 9 caletas del país, impulsa el Fondo de Fomento para la Pesca Artesanal y el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) con una inversión que bordea los 200 millones de pesos.
Además del uso de tecnología para verificar el origen y la trazabilidad de los productos del mar, la iniciativa se enfoca en dos aspectos claves de la actividad pesquera como son mejorar las prácticas de manejo, incluidos el sanitario; y mejorar la comercialización directa entre pescadores, centros de consumo y la ciudadanía, incorporando la etiqueta de origen en formato físico y digital.
"Hoy el negocio basado en volumen ya no es sustentable, la diferenciación y eficiencia en la comercialización es la mejor forma de apoyar a la pesca artesanal. Los recursos etiquetados podrán ser comercializados directamente y se transparenta la información al consumidor", explicó Esteban Donoso, jefe del departamento de Gestión e Información Estadísticas Sectoriales de Sernapesca. "Con esto agregamos valor a la pesca legal y se mejora el rendimiento económico de las pesquerías contribuyendo así a la sustentabilidad del sector y los recursos", subrayó.
Para Francisco González, presidente del sindicato de pescadores de El Quisco, esta iniciativa es "una muy buena alternativa para que el pescador artesanal pueda sacar un mayor precio al producto y que llegue de la misma caleta y de la embarcación a la mesa del consumidor…Esto nos permitirá cuidar el producto y acabar de una vez por todas con la pesca ilegal".
La iniciativa se realiza, además de la región de Valparaíso, en las caletas San Pedro y Las Conchas de Coquimbo; Puerto Maguillines en Maule, y Lebu, Tirúa y Quidico en la región del Biobío. Las pesquerías incluidas en este programa son la merluza común, reineta, congrio, corvina, loco, macha, navajuela y erizo.
Para la directora nacional de Sernapesca y presidenta del Consejo de Fomento para la Pesca Artesanal, Alicia Gallardo Lagno, este programa se alinea directamente con el compromiso del Gobierno por fortalecer la diversificación de la pesca artesanal y el valor agregado de los recursos, mejorando su rentabilidad a una menor presión extractiva sobre las pesquerías. "Este programa asegura como servicio y como consumidores el origen legal de esa pesca, facilitando su comercialización en ferias, supermercados y hoteles", concluyó.
Mejorar estándares de calidad
El programa piloto es ejecutado por la empresa Shellcatch que junto con la habilitación tecnológica, desarrolla las capacitaciones y asesorías técnicas para que las organizaciones participantes potencien su actividad. La iniciativa cuenta además con la colaboración de la Asociación Nacional de Organizaciones de Ferias Libres, Persas y Afines (ASOF) y de EDF Oceans Chile, para reforzar el vínculo con la ciudadanía, fijando mejores estándares de calidad y seguridad de los recursos frescos de la pesca que comercializan