Diego Peralta P.

Más de 20 testigos presentarán la Fiscalía de Valparaíso y los dos abogados querellantes para lograr la condena del exmiembro de Fuerzas Especiales de Carabineros, sargento segundo (r), Manuel Noya, acusado de usar violencia innecesaria durante una manifestación ocurrida el 21 de mayo del año 2015 en calle Pedro Montt, causándole heridas graves al joven Rodrigo Avilés.

Ese día, Avilés se encontraba participando en una manifestación junto a compañeros de la Pontificia Universidad Católica cuando fue impactado por un potente chorro lanzado desde el carro lanzaguas, lo que dejó al estudiante con un TEC cerrado, heridas graves y un complejo estado de salud, ya que al momento de caer tras recibir el impacto, golpeó su cabeza con el pavimento.

Quien se encontraba a cargo de coordinar el destino y la fuerza del agua lanzada por el carro policial era el entonces sargento segundo Manuel Noya, quien recibió una orden de autoridades policiales de acercarse a la calle Pedro Montt para controlar un supuesto saqueo a un local comercial de la avenida. Es ahí donde comienza a disparar el agua para dispersar al público del lugar.

El reloj marcaba las 9.28 horas de ayer lunes y los tres jueces del Tribunal Oral de Valparaíso daban el inicio a la primera jornada del juicio oral en contra del exuniformado de Carabineros, quien se presentó en el lugar junto a sus abogados para exponer su defensa y escuchar los delitos por los cuales se le acusa.

Por parte de Rodrigo Avilés, acudieron a la cuarta sala del tribunal los abogados querellantes particulares, los abogados del Instituto Nacional de Derechos Humanos y el fiscal jefe de Valparaíso, Cristián Andrade.

En el caso de la familia del joven lesionado, el abogado Sebastián Velásquez acudió al juicio en representación de Félix Avilés, hermano de Rodrigo, y de Soledad Bravo, madre de la víctima. Ambas personas se encontraban presentes en el sector destinado para el público en la cuarta sala del tribunal, pero Rodrigo Avilés no participó de la audiencia.

"Estamos pidiendo una calificación jurídica de violencia innecesaria, que tiene que ver con un delito especial que pueden cometer solamente los funcionarios de fuerzas militares y también los carabineros. Estamos pidiendo una pena de 10 años de presidio en su grado mayor, como mínimo", explicó Velásquez.

"Se ha escuchado en los alegatos de apertura que Rodrigo, prácticamente, se hubiese acercado y él hubiese puesto la cabeza en el chorro del carro lanzaguas, lo que evidentemente no es cierto", comentó el abogado.

Sobre los documentos que presentarán como evidencia para justificar la pena solicitada, el jurista informó que "de pruebas testimoniales hay sobre 20 testimonios. Hay prueba documental bien extensa, videos y otros medios de prueba; entonces, el tiempo del juicio se extiende en relación a aquello".

Cristián Andrade, fiscal jefe de Valparaíso, también acudió hasta el recinto del ente público para solicitar una pena de 541 días en contra de Manuel Noya por un delito de lesiones graves.

"Esta es una acusación distinta. Esta es una calificación jurídica distinta de la parte querellante y del Instituto Nacional de los Derechos Humanos. Nosotros tenemos una posición jurídica respecto a la ocurrencia de los hechos, estamos en proceso de un delito, pero es el tribunal es el que tiene la última palabra", explicó el fiscal porteño.

Detallando las pruebas con las que respaldarán la pena presentada, Andrade dijo que "nosotros comenzamos con una prueba testimonial, los peritos y también la exhibición de las evidencias, por lo que hay material de video". Fernando Martínez, director regional del Instituto Nacional de Derechos Humanos en Valparaíso, informó que su acusacion és por homicidio frustrado en concordancia con delito de lesiones por la gravedad de las consecuencias que podía tener la acción del acusado.

"15 años es la pena que se está exigiendo en relación al delito por el cual se ha acusado, la cual tiene base en la gravedad de las consecuencias de los hechos que se han registrado en este juicio", subrayó Martínez.

"La letalidad de la conducta del acusado era tal que podía haber equivalido a una persona que choca con una muralla a 210 kilómetros por hora de velocidad", comparó el director regional del Instituto Nacional de Derechos Humanos.

"Lo que nosotros estamos señalando es que la forma en que se han producido los hechos no corresponde ni a lo que son los estándares internacionales de uso de la fuerza ni corresponde tampoco a lo que son los protocolos de Carabineros, los que fueron excedidos en esta oportunidad", explicó Martínez.

Ante los antecedentes presentados por los abogados defensores, Fernando Martínez reconoció que "están señalando una situación completamente distinta. Tienen una visión distinta de la que tiene el Instituto y los querellantes particulares".La madre de Rodrigo Avilés, Soledad Bravo, participó durante las más seis horas que duró la primera audiencia del juicio oral contra el ex uniformado de 42 años.

"Él puede decir lo que quiera, lo que pasa es que las imágenes son elocuentes. Efectivamente, lo que hay ahí no es el procedimiento que él describe, porque si no, habría muchos Rodrigos en el suelo", comentó la madre.

Ante la teoría presentada por la defensa del acusado, Soledad Bravo la calificó como "súper cuestionable, ya que hace una falsa causalidad entre el saqueo a Nextel y la represión de los manifestantes, que estaban justamente en la vereda opuesta".

Durante el transcurso de esta semana, abogados de ambas partes tendrán los últimos días para presentar las pruebas y voces de testigos antes del veredicto final de los jueces. Se estima que entre martes o miércoles de la próxima semana, los magistrados deberán tomar la decisión.

En tanto, la parte querellante utilizará videos y más de 20 testigos para ratificar las acusaciones, los abogados defensores cuentan con un nuevo video del accidente desde otro ángulo. El video fue grabado por personal de Carabineros y Manuel Noya lo observó cuando fue dado de baja producto del lamentable acontecimiento del cual es acusado.

"El puede decir lo que quiera, lo que pasa es que las imágenes son elocuentes. Efectivamente, lo que hay ahí no es el procedimiento que él describe, porque si no, habría muchos Rodrigos en el suelo"

Soledad Bravo, Madre de Rodrigo Avilés"

"La conducta del acusado era tal que podía haber equivalido a una persona que choca con una muralla a 210 km por hora"

Fernando Martínez, Director regional INDH"

"Esta es una calificación jurídica distinta de la parte querellante y del Instituto Nacional de los Derechos Humanos"

Cristián Andrade, Fiscal jefe de Valparaíso"

"Hay prueba documental bien extensa, videos y otros medios de prueba, entonces esto se extiende en relación a aquello"

Sebastián Velásquez, Abogado querellante"

Manuel Noya: "Yo tuve la intención de dirigir el chorro desde la cadera hacia abajo"

Los tres jueces a cargo de la primera audiencia le consultaron si deseaba hablar, teniendo la potestad de querer hacerlo o desestimar la consulta de los magistrados cediéndole la palabra a sus abogados. Manuel Noya aceptó la solicitud de las autoridades, por lo que abandonó su lugar, se colocó frente al micrófono y comenzó a explicar su versión de los hechos ocurridos el 21 de mayo de 2015.

En primera instancia, el acusado explicó que, al momento del accidente, llevaba cerca de 30 horas en continuo trabajo, ya que llegó a Valparaíso a colaborar con los operativos policiales tras controlar desmanes en una carretera de Santiago, donde se instalaban barricadas por la llegada del "TAG" a una de las autopistas centrales de la Región Metropolitana.

Siguiendo con la explicación, Manuel Noya detalló que cerca de las 11 horas del 21 de mayo de 2015, autoridades policiales informaron del comienzo de desórdenes en la vía pública, específicamente en la calle Pedro Montt, lugar donde ocurrió la tragedia que mantiene aún con secuelas graves a Rodrigo Avilés.

Tras esto, el ex uniformado informó que recibió la orden de trasladarse hasta un lugar puntual de la calle Pedro Montt, ya que un grupo de manifestantes estaban realizando, supuestamente, un saqueo al local comercial "Nextel". Ante esto, Noya llegó hasta el lugar con el carro lanzaaguas, por lo que comenzó a utilizar el método de "agua abanico" (lanzar agua de izquierda a derecha en forma de abanico), con la intención de despejar el lugar donde se realizaba el supuesto robo del recinto.

El acusado detalló que un grupo de manifestantes, entre ellos varios encapuchados, intentaron arrancar hacia el otro sector de la calle, pero es ahí donde se encontraron con un segundo carro lanzaaguas. "Quedaron encerrados", explicó Noya.

"Cuando yo tiro agua abanico, de derecha a izquierda, se forma una neblina entre un poste, un negocio y un árbol que estaban cerca del lugar", dijo el acusado. Tras esto, el ex carabinero informó que, según su versión, dejó de lanzar agua ante la nula visión que tenía por el espejo del vehículo.

"Viejo, hay un cabro botado en el suelo y lo están pisando", fue el grito con el cual Manuel Noya le avisó a su jefe, el sargento Salamanca, que un individuo se encontraba en el piso tras utilizar el carro lanzaguas para despejar el lugar, el cual se encontraba lleno de jóvenes manifestando.

"En el momento que nos dimos cuenta, llegó Carabineros de infantería a prestar auxilio a la víctima y nosotros nos quedamos arriba del carro protegiendo a los carabineros, porque por lo que pasó pensamos que los Carabineros serían atacados", comentó Noya.

Para finalizar la explicación de los acontecimientos, el acusado hizo un duro llamado a la institución a la cual representaba, acusando que "Carabineros no quiere reconocer que trabajé 30 horas de manera continua cuando ocurrió el accidente. Yo estoy asumiendo una responsabilidad administrativa errónea por parte de Carabineros"

"Para mí, solo fue un lamentable accidente, porque lo único que quería era salvarle la vida a esa gente que estaba siendo saqueada". Con estas palabras, Manuel Noya reiteraba sus disculpas hacia Soledad Bravo, la madre de Rodrigo Avilés que se encontraba presente en el público de la cuarta sala del Tribunal Oral de Valparaíso.

"Yo le pedí disculpas a toda su familia. Estaban todos muy afectados, y es más que entendible. De verdad lo lamento mucho, porque esto no tendría que haber pasado. Nunca hubo intencionalidad", expresó el expitonero

Noya, además, detalló su alta experiencia policial para informar que no había cometido irregularidades en sus años de servicio. "En mis 19 años en fuerzas especiales, 14 años en el carro lanzagua, como instructor del lanzagua, no he cometido ningún error. Este fue mi primer error", expresó el ex uniformado.

"Yo fui dado de baja, pero Carabineros aún no tiene claro por qué procedimiento fui dado de baja. Esto fue solamente por la imagen. Un 28 de mayo del 2015, una semana después, fue confirmada mi baja", detalló Noya, con evidente tristeza en su rostro.

"Esto no tendría que haber pasado. Esto fue un accidente. Lamentablemente, Rodrigo venía despegado del grupo al cual yo le estaba tirando agua. Él pasó más cerca del carro lanzaguas."

Manuel Noya, Ex Carabinero"

9:28 horas del lunes comenzó la primera audiencia en contra de Manuel Noya, exmiembro de fuerzas especiales de Carabineros que impactó a Rodrigo Avilés desde el carro lanzaguas.

541 días de presidio menor es lo que solicita el Fiscal jefe de Valparaíso, Cristián Andrade, acusando "lesiones graves" del exuniformado en contra del joven manifestante.

15 años de cárcel es lo que pide el Instituto Nacional de Derechos Humanos. Fernando Martínez, director regional en Valparaíso, esgrimió "homicidio frustrado simple".