El 28 de agosto del año pasado, un documento emitido por el departamento de control interno de la Municipalidad de Viña del Mar puso en entredicho el histórico vínculo entre Everton y la comuna por el uso del estadio Sausalito, mediante el cual los oro y cielo ocupan el reducto deportivo a cambio de un canje que involucra, entre otros aspectos, publicidad en la camiseta y alrededor de 1.500 entradas a libre disposición del municipio por partido.

El decreto da cuenta de varios antecedentes para sugerir evaluar el acuerdo "en atención a la deuda pendiente", que contempla elementos como las butacas dañadas en los partidos, monto que ascendía a $8.425.200 en agosto pasado, y un memorando del director de Rentas Municipales que indica una deuda que al 22 de agosto alcanzaba $45.094.175 por concepto de Convenios de Permisos y Publicidad. Esto último se relaciona con los derechos de propaganda en cada compromiso -como por ejemplo a través de los estáticos del perímetro de la cancha-, además de los derechos de explotación comercial y puntos de venta, concepto donde entran las cafeterías y la venta de alimentos.

El tiempo pasó, y pese al inicio de una nueva temporada del fútbol chileno, los oro y cielo no han puesto en regla la situación. De hecho, poco antes del debut de Everton en el campeonato nacional, el departamento de Cobranzas Municipales emitió una carta fechada el 13 de febrero de este año, dirigida al gerente general oro y cielo, Carlos Oliver, para notificar al club sobre la deuda vigente con el municipio por un total de $47.651.506. En dicho documento se recordaba además que se encontraba pendiente la renovación del contrato de comodato del estadio Sausalito, que caducó el 30 de agosto del 2018, y también se ofrecía realizar un convenio de pago que permitía abonar un 20% de la deuda y pactar el saldo en cuotas.

Con el estreno de Everton en casa a la vuelta de la esquina, el 21 de febrero el director de asesoría jurídica del municipio viñamarino fue requerido en torno a la postura que tomará la municipalidad frente al incumplimiento de las obligaciones por parte de la institución auriazul. Según trascendió, el municipio podría cambiar las condiciones del contrato para comenzar a cobrar un monto en dinero por el arriendo del coliseo.

El conjunto dirigido por Gustavo Díaz jugó en Sausalito el sábado 23 de febrero cayendo por 2-1 ante Unión La Calera. Tanto en ese encuentro como el anterior ante Universidad de Concepción, la camiseta oro y cielo incluyó una pequeña publicidad alusiva a Viña del Mar, ocupando así un espacio secundario y no principal como antes.

Repercusiones

Sorprendido frente a la disputa entre Everton y el municipio viñamarino, el concejal Sandro Puebla (Independiente pro PS) aseguró que pedirá todos los antecedentes del caso en el concejo municipal del próximo martes.

De todas formas, se mostró contrario a alguna modificación en el contrato. "Si se va a cambiar por un pago de renta sería una demostración de que el déficit de 17.500 millones lo están pagando todos los viñamarinos, ya que se van a dejar de ver beneficiadas muchas personas que podían ir gratis al estadio. Es lamentable, porque por la vía del canje de entradas se beneficiaba a muchos vecinos que no pueden acceder a comprar una entrada", comentó Puebla, recalcando que así se pierde esa conexión con el club, que pasa a ser un arrendatario más del Sausalito.

Por su parte, el concejal Víctor Andaúr (PC) también apuntó que la medida respondería a la crisis financiera del municipio, una realidad tan fuerte que obliga a dar este tipo de pasos que repercuten en relaciones históricas.

"Dentro de la política que está desarrollando el municipio en el sentido de reducir gastos de distinto tipo, es probable que también haya incorporado este elemento a su plan de ahorro", dijo el edil, quien de paso recordó que el antiguo acuerdo entre Everton y la municipalidad se renovaba cada año y que sobrepasaba los 100 millones de pesos, más allá de que el club los cancelara a modo de canje.

Pese a lo señalado por ambos concejales, desde el municipio aclaran que el déficit financiero no tiene niguna injerencia en la determinación de empezar a cobrarle a Everton por el arriendo del Sausalito.

"El municipio requirió a Everton el pago de los derechos adeudados por publicidad y los costos de reposición de los elementos destruidos (las butacas), lo que no se concretó, haciéndose efectivas las garantías que cubrían sólo una parte de dichos montos, generándose una deuda por la diferencia", explicaron desde la Municipalidad de Viña del Mar.

A la espera del informe del Departamento de Asesoría Jurídica respecto de las acciones a seguir, desde el municipio añadieron que el ánimo es "llegar al mejor acuerdo dentro de la normativa vigente, porque se entiende que se está apoyando a un importante referente del desarrollo deportivo de la ciudad".

En tanto, desde el club señalaron no tener información sobre el tema y declinaron referirse al respecto.

Consultado sobre la deuda que mantiene Everton con el municipio, el concejal Jaime Varas dijo que "espero que eso se pueda regularizar en el corto plazo y entiendo que estaba la disposición del club, que ya estaba sosteniendo reuniones con el departamento de cobranza para ver la fórmula para resolverlo". El edil añadió que "siempre ha existido una alianza entre Everton y la municipalidad, y esa relacion ha sido muy fructífera. Creo que la relación que se siga dando a futuro tiene que ser en los mismos términos, no concebiría que Everton fuera un simple arrendatario como podría ser La Calera".

Deuda de Everton pone en jaque el contrato por Sausalito

"Si se va a cambiar por un pago de renta sería una demostración de que el déficit de 17.500 millones lo están pagando todos los viñamarinos".

Sandro Puebla, Concejal"

es el monto adeudado por Everton al municipio viñamarino y que provocó la no renovación del vínculo. 47.651.506

es el dinero por concepto de las butacas dañadas en los partidos hasta agosto del año pasado. 8.425.200

entradas le entregaba Everton a la municipalidad por el uso del estadio, además de otros elementos. 1.500

los millones de pesos, que según el concejal Víctor Andaúr, bordea el canje entre Everton y el municipio. 100