El propósito de concretar una ruta costera entre Valparaíso y Concepción planteó recientemente el Presidente Sebastián Piñera. Precisando la propuesta, el subsecretario de Obras Públicas Lucas Palacios declaró que "es prioritaria para nuestro Gobierno y tenemos el mandato del Presidente para hacerla realidad. No se trata solo de una vía alternativa a la Ruta 5, sino que debe ser entendida como una ruta estratégica para la agricultura, el turismo y el desarrollo logístico de las regiones".
Actualmente existe la posibilidad de un recorrido costero entre San Antonio y Concepción, con un total de 572 kilómetros, todo pavimentado, excepto un tramo de 28 km. Sin embargo ese trayecto incluye caminos secundarios de bajo estándar requiriendo además la construcción de un nuevo puente de mil metros para cruzar el río Itata.
Pero desde Valparaíso, en las condiciones actuales, ni siquiera existe esa precaria conectividad, pues no hay continuidad costera en dirección al sur. La ruta caminera desde el puerto llega solo a Laguna Verde. Desde allí habría que acometer la difícil tarea de continuar hasta lograr una conexión con Quintay, Tunquén y Algarrobo, avanzando en dirección a San Antonio. El enlace Laguna Verde-Quintay supone una obra de envergadura por escarpadas laderas de acantilados lo que significa altos costos.
Con todo, acometer esa tarea es necesario para lograr proyectar Valparaíso al sur y llegar a Concepción.
Además, el Gran Valparaíso carece de un enlace directo con la Ruta 5 Sur, lo que obliga a entrar en Santiago para alcanzar esa vía, o bien ir a San Antonio y Rocas de Santo Domingo para tomar el Camino de la Fruta que empalma con esa vía troncal cerca de San Fernando, ruta congestionada, sinuoso y estrecho.
Pero más allá del interés de Valparaíso por tener conexión costera austral, esa nueva vía sería un aporte para descongestionar la recargada Ruta 5 Sur y, a la vez, sería un aporte descentralizador tanto para la V Región como para las regiones VI, VII y VIII, logrando vinculación entre ellas independiente de la capital.
Este nuevo eje sería además factor de desarrollo para áreas costeras de esas regiones con gran potencial en turismo, agricultura, pesca e industria.
Para el tramo Laguna Verde-Quintay ya existen estudios de diseño terminados. Pero una cosa son los planos y otra son los pesos, los altos costos, las prioridades y los correspondientes rechazos y objeciones asociados a cualquier proyecto costero.
Son los obstáculos de siempre que deben ser enfrentados con voluntad, mirando el futuro para aprovechar claras oportunidades que no se pueden dejar pasar.