Caso Karadima: Arzobispado deberá pagar $ 300 millones
IGLESIA. Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo acusaron encubrimiento. Administrador apostólico de Santiago confirmó que no se apelará
La Novena Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago acogió la demanda indemnizatoria interpuesta por los tres denunciantes de Fernando Karadima en contra del Arzobispado capitalino.
El tribunal de alzada ordenó el pago total de $ 300 millones a los afectados que acusaron encubrimiento de los abusos cometidos por el expárroco de El Bosque, los cuales tendrán que ser distribuidos en partes iguales.
La demanda civil fue presentada en 2013 por el abogado Juan Pablo Hermosilla, en representación de Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo. En ella se pedía el monto total de $ 450 millones. Sin embargo, la acción fue rechazada en marzo de 2017 por el ministro en visita Juan Muñoz Pardo, al considerar que la prueba rendida no permitía "tormarse convicción acerca de la existencia de la coerción, difamación y silenciamiento por parte del Arzobispado de Santiago en desmedro y sufrimiento de los actores por insuficiencia probatoria".
El Arzobispado de Santiago informó, a través de un comunicado, que no apelará a la decisión del tribunal y manifestó su conformidad con ella, esperando, a su vez, que "esta sentencia contribuya al proceso de reparación del dolor sufrido por las víctimas de Fernando Karadima".
Tras ello, el administrador apostólico de Santiago, monseñor Celestino Aós, puntualizó en conferencia de prensa que "la resolución de no apelar está estudiada por los abogados, pero también responde de una manera a la mentalidad, a lo que ha expresado el Santo Padre para llegar a una resolución".
Aós aseveró que se comunicó con los denunciantes y aseguró que se reunirá con ellos. "Me voy a reunir con ellos y juntos con la colaboración de ellos, queremos hacer un camino de verdad y justicia donde aminoremos en lo posible el dolor que han sufrido y organicemos las cosas para que nunca más ocurran estos atropellos que jamás debieron ocurrir y nunca son tolerables y justificables", sostuvo.
Por último, el administrador apostólico hizo un mea culpa del actuar de la Iglesia en este caso: "Reconocemos que hubo errores que indudablemente hicieron sufrir a las personas. Eso es evidente, el fallo lo dice y lo reconocemos, por eso que acatamos lo reconocemos", dijo.
Una de las conclusiones del fallo de la Corte de Apelaciones dice que "la Iglesia conocía de las denuncias, al menos desde el año 2003", y que "decidió mantener el libre ejercicio sacerdotal de Karadima" y no prestar "amparo y auxilio alguno a los demandantes, sino una vez que los hechos se hicieron públicos y notorios".
En tal sentido, menciona al cardenal Francisco Javier Errázuriz y expone que, siendo él arzobispo de Santiago, la Iglesia Católica "tomó conocimiento de los abusos denunciados por el señor Murillo el año 2003", sin realizar ninguna acción "tendiente a la investigación de los mismos".
Entre 2004 y 2006, la Iglesia, a través de Errázuriz, recibió cuatro denuncias sobre los mismos hechos por parte de Murillo, Hamilton y Cruz, además de la madre y esposa de este último. Errázuriz, se agrega, "negó" tramitarlas en base al relato de un obispo "y en su pensamiento íntimo respecto a tópicos sobre la fama de Karadima, lo calumnioso y alucinatorio de este tipo de denuncias en casos anteriores".
En 2005, Murillo envió una segunda carta tras no recibir respuesta a la denuncia que hizo en 2003. La misiva llegó a Ricardo Ezzati, quien se la remitió a Errázuriz con este mensaje: "Le mando la información adjunta, no sabía que el Sr. Murillo le había enviado una carta tiempo atrás. Mi humilde sugerencia es que entreguemos el material al promotor de justicia, también para evitar posible interpretaciones de encubrimiento".
al menos desde este año, la Iglesia Católica ya conocía de denuncias contra Fernando Karadima. 2003
el ministro Juan Muñoz Pardo rechazó la demanda civil, por falta de convicción a partir de la prueba dada. 2017