Cobertura
AVANCE. Hoy esta enfermedad es la segunda causa de ceguera en Chile y la principal de ceguera irreversible en el mundo. El dos por ciento de la población del planeta mayor de cuarenta años la padece.
"Verde claro" la denominaban -literalmente- los habitantes de la Antigua Roma, en referencia a la coloración que suelen adquirir las pupilas de los ojos dañados por esta afección.
La palabra que utilizaban para ello era "glaucoma", que es la que hasta hoy empleamos para designar a la enfermedad de avance gradual e imperceptibles síntomas que cuando no es diagnosticada ni tratada a tiempo puede causar la pérdida total de la vista.
En efecto, en la actualidad el glaucoma es considerado la segunda causa de ceguera en Chile y la principal de ceguera irreversible en el mundo, producto de un avance lento pero sostenido. Al punto que la Organización Mundial de la Salud estima que el dos por ciento de la población del planeta mayor de cuarenta años (unos 75 millones de personas) la padece, mientras que otro tanto ignora que la tiene.
"En general, esta es una neuropatía óptica que se caracteriza por la pérdida paulatina del campo visual, que va desde la periferia hacia el centro, como resultado de daño en el nervio óptico -que es una estructura muy sensible- y la muerte de las células ganglionares retinales. La mayoría de las veces estos fenómenos tienen su origen en el aumento de la presión intraocular, ocasionada por una obstrucción o falla del sistema de drenaje del fluido interno o humor acuoso del ojo, pero también hay un tipo de glaucoma que se desarrolla con presiones intraoculares dentro de los rangos previstos como normales", afirma Javiera Arellano Castillo, tecnóloga médica con mención en Oftalmología, diplomada en Aplicaciones Clínicas de Optometría y profesora de la mención Oftalmología y Optometría de la Escuela de Tecnología Médica de la Universidad de Valparaíso.
Factores de riesgo
La mayoría de los glaucomas evoluciona sin dar señales ni provocar molestias, hasta que la pérdida del campo visual se hace notoria y el daño ocular se encuentra tan avanzado que poco se puede hacer para remediarlo. Por ese motivo, se le considera una patología crónica, progresiva e irreversible.
Aunque en el ámbito médico se reconocen varios tipos de esta enfermedad, por lo general se los suele agrupar en dos: glaucoma de ángulo abierto y glaucoma agudo de ángulo estrecho.
El primero es de evolución lenta y genera un deterioro progresivo de la visión, en tanto que el segundo -que es menos frecuente- se presenta con una elevación brusca de la presión intraocular, dolor intenso, disminución de la agudeza visual, visión de halos alrededor de las luces y enrojecimiento del ojo.
Debido a lo anterior, los especialistas recomiendan a las personas estar atentas a los factores de riesgo asociados. Entre estos destacan el ser mayor de 40 años y tener antecedentes familiares de este mal, estar afectado por alguna patología sistémica (como diabetes o hipertensión), padecer miopía alta y haber sufrido alguna lesión o cirugía ocular. También figura entre las potenciales causales el uso habitual de corticosteroides (contenidos en ciertas gotas para los ojos, píldoras, inhaladores y cremas).
Un tercer tipo de glaucoma es el congénito, que se desarrolla porque las aberturas del drenaje del ojo son estrechas desde el nacimiento. Este afecta en su mayoría a niños pequeños y en casos extremos provoca un agrandamiento del globo ocular conocido como buftalmia.
"Todas las personas deberíamos realizarnos un chequeo oftalmológico una vez al año, ya que el mayor porcentaje de esta enfermedad se detecta en consultas habituales. Además, al existir un componente hereditario, hay que considerar que en ciertos casos el glaucoma no se podrá evitar. Por eso, su detección temprana es fundamental, ya que sólo así podremos frenar su avance", advierte Javiera Arellano.
Exámenes preventivos
Contrario a lo que mucha gente cree, el examen para detectar el glaucoma es rápido e indoloro, y consiste en la toma de la presión del globo ocular ocular mediante un aparato llamado tonómetro, varias veces en el día, acompañado de la paquimetría, que mide el grosor de la córnea.
Según explica la docente de la Escuela de Tecnología Médica de la Universidad de Valparaíso, este procedimiento permite saber si la presión está en rangos normales (entre 10 a 21 mmHg), lo que contribuye a confirmar o no la presencia de esta afección.
Otro examen necesario es el de análisis del fondo del ojo, con el fin de evaluar un eventual daño en el nervio óptico, lo cual puede incluir una prueba de campo visual o exámenes más específicos, como la tomografía del nervio óptico.
Tratamientos
El glaucoma no tiene cura, por lo que un seguimiento regular puede conservar la visión residual evitando daños mayores.
"Existen varios medicamentos para reducir la acumulación de líquido dentro del ojo o facilitar el drenaje de este. En general se trata con fármacos tópicos (gotas) en primera instancia, que ayudan a bajar la presión intraocular y de esa manera detener el daño al nervio óptico", asegura la tecnóloga médica Javiera Arellano.
Para la mayoría de los pacientes con glaucoma, el uso regular de estos hipotensores es suficiente para controlar la presión dentro del ojo. Sin embargo, si el control de la presión no es satisfactorio, otros tratamientos, como el láser SLT o cirugías de implante de válvulas de filtración o la trabeculectomía, pueden ser considerados en su momento.
Qué es y cómo detectamos a tiempo
al lento e irreversible glaucoma
El glaucoma es una enfermedad codificada por Fonasa y por tanto cuenta con cobertura asociada a diagnóstico. Esta considera la cirugía con láser o la microcirugía destinada a crear una vía de drenaje para el humor acuoso del ojo. En caso de complicaciones, incluye costos asociados al diagnóstico, el tratamiento y la hospitalización.
El rol del tecnólogo médico
El tecnólogo médico juega un papel primordial en la realización de los exámenes y en el apoyo al diagnóstico que realiza el médico oftalmólogo en el glaucoma. Este profesional es muchas veces el primero en alertar y aconsejar a los personas respecto de la importancia que tiene el control de la presión ocular en forma periódica y no faltar a los controles de la vista. También participan en su tratamiento, con la aplicación de gotas al paciente, y están constantemente educando a la población para la realización de chequeos oftalmológicos preventivos. En APS, su labor de base está en el campo de la promoción y la prevención de la salud visual.
https://www.fonasa.cl
Escuela UV
La Escuela de Tecnología Médica de la Universidad de Valparaíso forma profesionales en tres menciones: Imagenología y Física Médica; Oftalmología y Optometría, y Morfofisiopatología y Citodiagnóstico. Cuenta además con laboratorios que prestan servicio a la comunidad en materias de análisis y prevención de enfermedades.
https://www.uv.cl
vida y salud
en la web