"Institucionalidad patrimonial no ha tomado partido en el T2"
El subsecretario de Patrimonio, Emilio de la Cerda, viaja regularmente a Valparaíso para sostener reuniones con el intendente, Jorge Martínez, y el alcalde, Jorge Sharp, con quienes está definiendo una nueva figura de administración del Sitio de Patrimonio Mundial declarado por la Unesco.
"Vemos con preocupación ciertos temas ligados a la conservación del Sitio Patrimonio Mundial de Valparaíso. Obviamente que a 15 años de su declaratoria mantiene desafíos abiertos que son de bastante consideración. Los dos principales tienen que ver con algo que no le quiero llamar más Plan Director de Gestión Patrimonial, porque encuentro que es un nombre que se repite tanto... Hablemos de hoja de ruta, hablemos de plan de acción", plantea de entrada.
En ese contexto, lamenta que "al parecer, a la fecha, pese a tener 15 años de declaratoria, aún no tenemos consenso respecto a una hoja de ruta para el Sitio de Patrimonio Mundial. Eso, obviamente, como institución, como Consejo de Monumentos y también como Ministerio (de las Culturas, Artes y Patrimonio) nos resulta preocupante. Pero creemos además que no es algo de lo que haya sólo que preocuparse, sino que hay que ocuparse, y por lo tanto, estamos trabajando en una mesa regional con el intendente, con el alcalde Sharp y también con equipos técnicos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para poder levantar durante este año una propuesta, al menos unos lineamientos de hoja de ruta para el Sitio de Patrimonio Mundial".
- ¿Y cuál es el otro desafío que hay en esta materia?
- Lo otro que es clave y que en el ámbito Unesco está ultraidentificado es la figura del administrador del Sitio. Nosotros vemos que en diferentes administraciones de la autoridad municipal se ve dificultoso mantener un nivel de cuidado equivalente en el Sitio de Patrimonio Mundial con el resto que requiere la ciudad de Valparaíso. Eso lo hemos puesto sobre la mesa con bastante sentido de ciudad y no tratando de hacer puntos políticos, porque esto es algo que se arrastra por varios gobiernos locales. Entonces, junto al alcalde y al intendente la idea es evaluar juntos cuál es la mejor figura de administración del Sitio de Patrimonio Mundial, sumado al plan de acción o la hoja de ruta que estaba comentando. Nosotros vemos que hoy el municipio de Valparaíso tiene una cantidad de desafíos que son enormes, y que muchas veces no permiten instalar un nivel de atención detallado como el que requiere el Sitio de Patrimonio Mundial. Y en este intertanto, entre no tener un plan de acción claro, no saber dónde conviene invertir un recurso en desmedro de otro lugar... O sea, nosotros hoy, si tenemos recursos, tampoco sabemos con qué visión estratégica invertirlos bien en el barrio histórico, así que mientras no definamos qué figura es la más idónea para administrar el lugar, creemos que va a ser muy difícil seguir adelante con el Sitio.
- ¿Hay ejemplos de administración compartida?
- A nivel internacional hay mucha experiencia en esto, en el mismo Chile tenemos muy buenas experiencias con respecto a administración de sitios y plan de acción, menciono las salitreras Humberstone y Santa Laura, menciono Sewell como casos que pueden ser de aprendizaje, y también lo que está pasando en Rapa Nui con la figura de administración que se está planteando para el parque nacional. Vemos que uno puede aprender mucho de otras experiencias. Lo que nos parece fundamental ahora es tratar de ser bien republicanos, tratar de entender que la única manera en la que podemos hacernos cargo del destino del Sitio de Patrimonio Mundial es sumando voluntades y no separándonos más, y es poder tener, como lo estamos haciendo hoy, un trabajo en el que está el intendente, está el alcalde, estamos nosotros como Ministerio, y están estos fondos del BID para actuar con altura de miras y pensando que las administraciones pasan de una mano a otra, y que Valparaíso necesita coordinación y sentido común de sus autoridades para encontrar una figura de administración adecuada para el Sitio y una hoja de ruta o un Plan Director de Gestión Patrimonial, pero no podemos seguir poniendo toda la fe sólo en ese instrumento. El instrumento tiene que estar para aplicarlo y no podemos seguir postergándolo.
- En la administración municipal anterior primaba la visión de enfocarse en la protección del Sitio de Patrimonio Mundial y lo que ocurría fuera del polígono no importaba mucho. ¿Ha cambiado esa visión en la mesa que comparte con el alcalde y el intendente?
- A ver, Chile comprometió la declaratoria de estas cerca de 60 hectáreas y eso fue en 2003. A nivel mundial, la idea de que haya un límite específico dentro del cual todo importe y fuera del cual nada importa ya está bastante superada. De hecho, Unesco promulgó o definió el año 2011 una Aproximación Metodológica de los Paisajes Urbanos Históricos, que así se llama, y lo que está tratando de decir ahí es que, sin cuestionar que los países comprometen una acción decidida sobre un polígono, hay dinámicas propias de la ciudad, sean económicas, sean turísticas, sean sociales, culturales, que pueden estar fuera de los polígonos comprometidos por un Estado, y que eventualmente puedan afectar o puedan potenciar ese lugar: por eso se llama paisaje urbano histórico, y es una aproximación metodológica y no una categoría, justamente porque lo que trata de decir es "sabes qué, necesitamos pensar este tema no sólo desde la conservación que congela un territorio, sino que como proceso de desarrollo". O sea, tenemos que meternos en los Planes Reguladores Comunales, tenemos que meternos en procesos ligados al trabajo, a la infraestructura, al turismo, a los procesos económicos, entre otros, porque si es que no entendemos la complejidad de los contextos urbanos patrimoniales bajo esa perspectiva amplia, va a ser muy difícil entrar a conservar sólo con pinturitas y con intervenciones los sitios. Nosotros somos parte de Unesco, somos un Estado que ha ratificado la convención, y por lo tanto, esos avances disciplinarios o doctrinarios los hacemos propios, y una manera de hacerlos propios muy concreta es que estamos incorporando esa visión en la modificación de la Ley de Monumentos Nacionales, o sea, nuestra Ley de Patrimonio va a venir con eso, y de hecho, la misma convención de Unesco, en las directrices prácticas hay un parágrafo específico que señala que proyectos emblemáticos o importantes que pudieran afectar al Sitio de Patrimonio Mundial, incluso si se ejecutan fuera de los límites declarados, tienen que ser informados a Unesco para poder evaluar su potencial impacto.
- ¿Ocurrió eso con el proyecto Terminal 2 del puerto?
- Ese ha sido el parágrafo que sostuvo la razón por la cual las obras de borde costero, como Terminal 2 o el mismo mall Barón fueron informadas por el Estado de Chile a Unesco, y de hecho se elaboraron informes, el famoso informe Isaza, todos esos temas que se hicieron en su momento tuvieron que ver con esa disposición, que si bien estaban fuera del Sitio, eventualmente podían afectar los valores patrimoniales del bien.
- Bajo esa premisa de que el T2 podría afectar el paisaje urbano histórico, ¿sería aconsejable cambiar de ubicación el proyecto, tal como plantean sus detractores?
- Nuestra institucionalidad patrimonial nunca ha dicho eso, no ha tomado partido en ese tema. Nosotros lo que hemos hecho es informar a Unesco los proyectos, hemos puesto toda la voluntad del país para recibir a expertos internacionales que nos permitan mejorar los proyectos y poder calibrar muy bien qué eventuales impactos patrimoniales pueda tener una obra de infraestructura importante para el país y para Valparaíso. Eso se ha incorporado en los procesos legales que el Estado lleva adelante, como el proceso de evaluación ambiental de este proyecto importante, y se ha pronunciado debidamente el Consejo de Monumentos Nacionales en el ámbito de sus competencias sobre esta materia.
- ¿Destacaría algo de lo que se ha hecho en el Sitio de Patrimonio Mundial?
- Hoy día proyectos puntuales, importantes, como el Centro de Neurociencia, el mismo Mercado Puerto, que ha recuperado su estructura principal, que nos parecen adecuados, bien encaminados. Son inmuebles singulares muy importantes en el lugar. Vemos que la labor del padre Gonzalo (Bravo) en la iglesia La Matriz es clave, ha logrado articular también una dimensión social fuertísima en torno al barrio; lo del edificio Tassara para vivienda también nos parece importante. A eso hay que sumar la recuperación de los ascensores, que ha sido algo emblemático. Pero estamos hablando siempre de edificios particulares o de iniciativas particulares que no han logrado articularse en un plan mayor. En ese contexto, vemos como una tremenda oportunidad la posibilidad de hacer algo nuevo con el edificio Subercaseaux. Nos parece lamentable que no se pueda recuperar el edificio en los términos que se han planteado en varios momentos, con el Minvu, con EPV, pero nosotros como Ministerio sí estamos interesados en apoyar el proceso de recuperación de las ruinas del Subercaseaux, porque nos parece que es otro inmueble emblemático del Barrio Puerto.
- ¿En qué se traduciría ese apoyo, y en qué plazos?
- A ver, cuando EPV desistió de la recuperación del edificio Subercaseaux nosotros como Ministerio inmediatamente llamamos al presidente del directorio y le manifestamos, primero, nuestra preocupación, pero también nuestra voluntad para tratar de encontrar una solución. No quisiera adelantar nada, porque quiero ser bien responsable, pero nos interesa a nosotros como Ministerio ser un agente activo en la recuperación de ese edificio. La verdad es que la ubicación estratégica que tienen las ruinas del Subercaseaux en el Barrio Puerto obliga a que la recuperación de ese edificio sea un proyecto emblemático, de carácter público, ojalá con inversión pública, para tener una señal importante en la recuperación de ese sitio, porque ya pasaron más de diez años desde la explosión y el posterior incendio, y la verdad es que Valparaíso no puede seguir con esa ruina instalada en la mitad del Barrio Puerto.