Una fantasía cósmica: científicos revelan cómo luce un agujero negro
ASTRONOMÍA. La imagen, obtenida tras reunir datos de 8 radiotelescopios de un consorcio internacional, ayuda a confirmar la teoría general de la relatividad.
Científicos revelaron la primera imagen jamás lograda de un agujero negro, evidente gracias a sus bordes tórridos y sombríos en los que la luz se curva sobre sí misma, como en una fantasía cósmica.
Al reunir los datos recogidos por ocho radiotelescopios del consorcio internacional Telescopio Horizonte de Sucesos (EHT, en inglés), los astrónomos crearon la imagen que en realidad muestra el entorno de un agujero negro supermasivo, los monstruos absorbentes de luz del universo de los que habló Albert Einstein hace más de un siglo y que confirmaron los observadores durante las décadas siguientes.
"Hemos visto lo que creíamos era imposible de ver. Hemos visto y fotografiado un agujero negro. Aquí está", dijo Sheperd Doeleman, de la Universidad de Harvard y líder de un equipo de unos 200 científicos de veinte países, mientras se develaba la imagen de un anillo en llamas anaranjado y negro.
"La ciencia ficción se ha convertido en ciencia realidad", declaró la física de la Universidad de Waterloo Avery Broderick, una de las descubridoras.
Jessica Dempsey, otra descubridora y subdirectora del Observatorio del Este Asiático en Hawai, dijo, de hecho, que le recordaba el poderoso Ojo Ardiente de Sauron de la trilogía "El señor de los anillos".
A diferencia de los agujeros negros menores, producto del colapso de estrellas, los agujeros negros supermasivos son de origen misterioso.
Situados en el centro de la mayoría de las galaxias, incluida la nuestra, son tan densos que nada, ni siquiera la luz, escapa a su atracción gravitatoria. El "horizonte de eventos" -el punto sin retorno, desde donde la luz y la materia se precipitan inexorablemente al abismo- es tan grande como todo nuestro sistema solar.
Luz al sonido
Hace 3 años, astrónomos provistos de un sistema de observación extraordinariamente sensible escucharon el ruido de dos agujeros negros mucho más pequeños que convergían para generar una onda gravitatoria, tal como había pronosticado Einstein. La nueva imagen, publicada en la revista Astrophysical Journal Letters y anunciada en conferencias de prensa de todo el mundo, agrega luz al sonido.
Los científicos que no participaron del proyecto insinuaron que la hazaña podría ser digna de un Premio Nobel, tal como sucedió con el descubrimiento de la onda gravitatoria. "Me parece que se ve muy convincente", dijo Andrea Ghez, directora del Grupo del Centro Galáctico UCLA, que no fue parte del equipo descubridor.
Mientras mucha materia en torno de un agujero negro cae en una espiral de muerte y jamás se la vuelve a ver, la nueva imagen capta gas y polvo que circulan a suficiente distancia para estar a salvo para que se los vea millones de años después desde la Tierra, dijo Dempsey.
La imagen tomada a lo largo de 4 días, cuando los astrónomos debían contar con "tiempo perfecto y todas las estrellas alineadas", ayuda a confirmar la teoría general de la relatividad de Einstein, dijo Dempsey. El gran físico incluso pronosticó la forma simétrica que se ha observado, añadió. "Es circular, pero la luz es más brillante de un lado", expuso Dempsey. Eso se debe a que esa luz se aproxima a la Tierra.
Las medidas se toman a una longitud de onda invisible al ojo humano, por eso los astrónomos añadieron color a la imagen. Optaron por el "oro exquisito, porque esta luz es muy caliente", dijo Dempsey. "Es lógico darle estos dorados y naranjas candentes".
Agujeros negros: "como
paredes de una prisión"
El proyecto costó entre 50 millones y 60 millones de dólares, de los cuales 26 millones provinieron de la Fundación Nacional de Ciencias.
El astrofísico Ethan Vishniac, de la Universidad Johns Hopkins, quien no participó del equipo que efectuó el descubrimiento, pero que es director de la revista que publicó el informe, calificó la imagen de "asombrosa hazaña tecnológica" que "nos permite vislumbrar la gravedad en su manifestación más extrema".
Añadió que "las imágenes de las simulaciones informáticas suelen ser muy bonitas, pero no hay nada que se parezca a una imagen del universo real, por borrosa y monocromática que sea".
La primera imagen obtenida es de un agujero negro en una galaxia llamada M87 situada a 53 millones de años luz de la Tierra. Un año luz equivale a 9,5 billones de kilómetros. La masa de este agujero negro es la de nuestro sol multiplicado por 6 mil millones.
Los datos fueron recopilados por el Telescopio Event Horizon hace dos años, pero tomó tanto tiempo completar la imagen porque fue una enorme empresa en la que participaron unos 200 científicos con supercomputadoras y cientos de terabytes de datos enviados desde distintas partes del mundo por avión.
Sin escapatoria
Según un mito vigente, si una persona cae en un agujero negro, sería destrozada, pero los astrónomos Ari Loeb, director de la Iniciativa Agujero Negro en Harvard, y John Kormendy dijeron que el de la imagen es tan grande que uno podría caer en él sin ser despedazado. Sin embargo, esa persona jamás regresaría.
Un agujero negro es un lugar del espacio de donde nada puede escapar, ni siquiera la luz. Son formados por las estrellas muy masivas. Cuando éstas agotan su combustible al final de su vida, colapsan sobre sí mismas de forma catastrófica e imparable y en su desplome forman un pozo en el espacio: un agujero negro.
Los agujeros negros son "como las paredes de una prisión. Una vez que lo cruzas, nunca podrás salir y nunca serás capaz de comunicarte", comentó Loeb.
"Hemos visto lo que creíamos era imposible de ver. Hemos visto y fotografiado un agujero negro. Aquí está"
Sheperd Doeleman, Líder del equipo científico"
científicos de veinte países conforman el equipo que trabajó para obtener la primera imagen de un agujero negro. 200
millones de años luz separan a la Tierra de la galaxia M87, en la cual está el agujero negro del que se obtuvo la imagen. 53
millones de dólares costó el proyecto, el que ha usado supercomputadoras y cientos de terabytes de datos. 50 a 60
TECNOLOGÍA