El pasado 2 de abril se celebró en Chile en Día Nacional de la Familia. Una conmemoración que tiene su origen en la visita realizada ese mismo día, pero del año 1987, por el Papa Juan Pablo II a Valparaíso (sector de Rodelillo). Un evento inolvidable al que asistieron más de 400 mil personas y que tuvo como centro principal el poder destacar el rol que cumple la familia para la sociedad y el desarrollo individual de las personas.
Por eso, y asumiendo que se trata de un poderoso núcleo que se tiene que fortalecer para generar políticas públicas que vayan en beneficio de todas las personas, el Presidente Sebastián Piñera ha promulgado hace muy poco (y este martes se publicó en el Diario Oficial), tras consulta y aprobación del Congreso Nacional, un cambio histórico para nuestro ministerio, que ahora se pasará a llamar de Desarrollo Social y Familia. Pero claramente no es sólo un cambio de nombre.
En este nuevo paradigma la familia aparece como el lugar donde por esencia las personas reciben amor, sustento, protección y seguridad. Y propiciando un mayor impulso de ella y teniendo una mirada mucho más integral, podremos contener de manera efectiva los problemas de los sectores más vulnerables y de nuestra clase media, generando una mejor calidad de vida para todos.
La visión del Presidente Piñera es clara y precisa respecto del necesario cambio: "Las políticas públicas no han contribuido al fortalecimiento de nuestras familias y, en ocasiones, han intentado debilitarlas o reemplazarlas. ¡Digámoslo con claridad! Necesitamos familias fuertes. Sólo apoyando y fortaleciendo a la familia podremos hacer de Chile un país verdaderamente integrado, humano y feliz".
Este enfoque se sustenta en el hecho de entender los problemas de las personas en su contexto y entorno, ya no de manera aislada. Además, se incorporará por primera vez a la clase media en el centro de las políticas sociales, con medidas concretas, como lo será la Red Clase Media Protegida, que reconocerá y promoverá el esfuerzo de las familias que han logrado salir adelante.
En ese sentido, nuestro ministerio tendrá la hermosa misión de fortalecer las políticas públicas coordinando un trabajo intersectorial efectivo y generando una mayor protección social, apoyando a una red que se ocupará de dar mayor seguridad a las personas, sobre todo ante situaciones complejas como la pérdida de empleo, una enfermedad catastrófica, el financiamiento a la educación superior de los hijos, actos de delincuencia o problemas propios de la tercera edad.
Nadie volverá a estar sólo, ya nadie se quedará atrás; niños, adultos y personas mayores atendidas dentro de un contexto familiar de apoyo, respaldo y cariño, porque, efectivamente, queremos que Chile lo hagamos y lo cuidemos todos.
Ricardo Figueroa Ayala
Seremi Desarrollo Social