Cristián Rodríguez F.
Durante el quinto día del juicio oral por el homicidio y posterior descuartizamiento del profesor Nibaldo Villegas, cuyo torso apareció flotando el 15 de agosto del año pasado en la bahía de Valparaíso, fue el turno de que subieran al estrado Exequiel Farías (en la imagen) y Juan Pablo Herrera, quienes fueron los únicos testigos de la fogata que realizaron los imputados Francisco Silva y Johanna Hernández en la playa Las Docas, en Laguna Verde, el día en que dieron muerte a la víctima.
La declaración de ambas personas resultaba crucial para el Tribunal Oral en lo Penal de Viña del Mar, puesto que en la jornada anterior el subcomisario de la Brigada de Homicidios de la PDI, Gabriel Alarcón, quien fue el que lideró la investigación del crimen, había asegurado que el profesor de Villa Alemana no fue descuartizado en su domicilio -como relataron ambos acusados al inicio del juicio-, sino que en dicha playa, y que justamente en la fogata se encontraron restos del cráneo de Nibaldo.
Conversación con silva
Tal como ya había sido ventilado durante la investigación, los dos amigos llegaron la madrugada del 11 de agosto a Laguna Verde con la intención de pescar, lugar donde se encontraron con la fogata que había prendido Francisco Silva.
En esa línea, Exequiel relató que decidieron acercarse al lugar pensando que se encontraban más personas pescando, y que les sería útil tomando en cuenta que no conocían el sector. En eso fue que, según confirmó el testigo, tomaron contacto con el imputado y le preguntaron sobre las condiciones para pescar en la playa.
"Juan Pablo se bajó y se acercó a hablar con el hombre (Silva) que estaba en la fogata, y le preguntó cómo era el lugar. Lo que él le menciona es que había que hacerlo en un lugar más rocoso y que no era ahí precisamente donde había que pescar", relató Exequiel.
Lo anterior daría cuenta de una nueva incoherencia en la declaración que Francisco entregó al tribunal a inicios de semana, donde señaló que a los pescadores le respondió que "sí era bueno el sector".
Altura de fogata
Si bien en su testimonio ambas personas no indicaron haber visto partes del cuerpo de la víctima, sí relataron que les parecieron extrañas las circunstancias en que se encontraban los imputados.
"No nos hacía sentido que estuvieran con un fuego tan grande. Tampoco tenían carpa como para pensar que estaban acampando. Además, hacía mucho frío y nos llamó la atención de por qué no estaban los dos al interior del vehículo, porque sólo estaba ella sentada en el asiento del copiloto con la puerta abierta", agregó Farías, cuya declaración, en ese punto, coincidió con la de Johanna, quien aseguró haber permanecido en el automóvil.
El testigo también describió que la fogata tenía una altura de unos tres metros, lo que hacía que incluso se apreciara desde lejos. También aseguró que el humo "era bastante particular", puesto que "emanaba un olor que hacía que me picara la nariz". "Eso nos hizo dudar que era una fogata sólo para abrigarse, porque lo que se estaba quemando era una suerte de tela", declaró.
Cuchillo y sushi
Como ambas personas siguieron en el sector para posteriormente comenzar a pescar, en un momento, dijo Exequiel, Johanna descendió del vehículo y se acercó a su entonces pareja. "En ese instante ellos se abrazan y se besan, siempre de espaldas hacia nosotros", indicó el testigo, lo que no coincide con el relato de la imputada, quien nunca aseguró haber bajado esa noche.
En ese contexto, y junto con insistir en que la actitud del imputado "era un poco rara", el pescador aseguró que cerca de las 7 de la madrugada volvieron a la fogata cuando los imputados ya no estaban.
Y según comentó al tribunal, entre los restos encontraron un cuchillo "tipo carnicero" y "de una hoja más o menos importante". "Fue algo súper fehaciente el tener una prueba súper clara respecto a que algo había pasado ahí", declaró, en instantes donde se mostraron diferentes fotografías que los mismos testigos tomaron esa madrugada sin saber lo que había ocurrido.
Otra de las cosas que Exequiel dijo que encontraron fueron restos de recipiente de sushi, lo que también les llamó la atención. Justamente, la autopsia realizada por el Servicio Médico Legal (SML) arrojó que Nibaldo tenía en el interior de su estómago restos del alimento que había ingerido con Johanna durante esa noche.
Con esto, el juicio oral por el crimen del profesor se acerca recién a un tercio de su duración y continuará el lunes.
"No nos hacía sentido que estuvieran con un fuego tan grande. El humo también era bastante particular"
Exequiel Farías, Testigo de la fogata