"Hay que tener cuidado con la descentralización fiscal porque hay ideas que pueden ser un pecado mortal"
Hasta la Universidad de Viña del Mar (UVM) llegó el economista y exministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, para inaugurar el año académico de la casa de estudios. Una semana en que la figura del exsecretario de Estado no pasó desapercibida por su respaldo, junto a otros exministros de oposición, a la reforma laboral en una carta. Pero no es ese el tema que más preocupa por estos días a Valdés.
En un año clave para lo que será el traspaso de competencias a los gobiernos regionales, al profesional le preocupa lo que serán los recursos que acompañarán el proceso de regionalización en el marco de las descentralización fiscal. "Efectivamente hay que ir pensando cuáles van a ser las facultades de las regiones y creo que allí podría haber un desacople entre las expectativas y las posibilidades reales, y los riesgos que involucran algunas de las posibles ideas que van a ir saliendo en el camino", apunta.
- ¿Cuáles son las posibilidades reales?
- En relación a esto, uno podría pensar en que primero haya transferencias más grandes desde el tesoro público del gobierno central hacia las regiones para que éstas puedan decidir cierto nivel mayor de gasto. Pero hay que ser realista a partir de lo que sucede en otros lugares, y eso apunta a poquitos puntos porcentuales más en los países OCDE.
¿Y a su juicio cómo debe hacerse esa distribución?
- Puedes ser por fórmula o mediante una decisión política compartida y eso es algo que hay que ir discutiendo. Pienso que va a ser más cercano a fórmulas, pero también hay que ver cómo van a ser éstas. Quizás puedan ser más cercanas a cómo funciona el FNDR o distintas. Hay otro gran tema que se refiere al para qué es la descentralización en términos de qué se va a hacer con ese mayor poder en la región.
- ¿Cuál es su visión en ese punto?
- Un colega mío, por ejemplo, ha puesto el caso -que yo creo es muy plausible- de que lo que tenemos que evitar es que esto solamente sea una distribución de platas (...) lo que necesitamos es que los gobiernos regionales piensen, diseñen, acuerden bienes públicos de escala mayor que una sola comuna. Ese debe ser el foco principal y es importante orientar los esfuerzos hacia allá. Después hay una serie de temas que tienen que ver con el funcionamiento fiscal de la región que es muy importante.
- ¿Debieran las regiones tener la capacidad de imponer un impuesto propio?
- Hay que discutirlo, hoy no se puede porque no hay ley, pero es un tema a debatir. Yo pienso que sí, pero con varias restricciones. Si un territorio quisiera gastar más de lo que recibe del gobierno central podría financiarlo con más impuestos locales, por ejemplo. Esa es una gran pregunta. Y creo que ella puede tener respuestas positivas en la medida que tenga restricciones y formas de hacerse que no provoquen problemas.
- Una inquietud que usted también planteó es si los gobiernos regionales podrían rebajar un impuesto nacional en su territorio.
- Como por ejemplo cobrar un IVA más bajo dentro de sus límites. Esa para mí es una muy mala idea porque las consecuencias las pagaría todo Chile. Sería como ir a un restaurant y que todos los clientes pagaran la cuenta promedio y no que cada mesa pagara la propia. Habría un gran gasto y una gran demanda por bajar impuestos y eso provocaría un gran problema a nivel nacional.
- ¿Las regiones deberían tener la opción de endeudarse?
- Si van a cobrar impuestos eventualmente y tienen buenos proyectos es una pregunta válida. Para mí es un no bien rotundo por distintas razones, pero se parece a la historia del restaurant (...) el aval del Estado hace que terminemos con una gran deuda si es que existe endeudamiento. La evidencia internacional es que los gobiernos regionales básicamente no deben endeudarse.
-¿Y respecto a la coparticipación y que parte de algún impuesto quede en regiones? Me imagino que cuando usted fue ministro de Hacienda le tocó mucho escuchar sobre ley de puertos.
- La ley de puertos es distinto porque estamos hablando de un nuevo impuesto y, por lo tanto, en la medida que sea un impuesto al puerto creo que es un tema que se puede debatir. Déjeme ponerlo así: puede que yo no esté a favor de eso por los riesgos que veo, pero es una discusión de una categoría distinta a la deuda o a reducir impuestos nacionales. Para mi en estos dos últimos casos es un no absoluto. Las otras son cuestiones mucho más discutibles. Bien diseñadas puede ser un avance, mal hechas son muy malas (...) Puede que sea difícil de implementar, hay que tener cuidado cómo se diseña, pero digamos que no es un pecado mortal. Pero hay algunas ideas o van a surgir otras que sí lo son.
-¿Cuán importante son los mecanismos de control sobre estos recursos de los que en teoría van disponer las regiones?
- Son centrales, aunque hoy ya hay. Por cierto, hay un tema de peligro de la descentralización en el sentido que el control se hace un poco más complejo, pero la Contraloría va a tener más trabajo, hay contralorías regionales. La Cámara de Diputados vigila con mucho cuidado al Ejecutivo y en las regiones yo esperaría lo mismo de los consejos regionales.
-¿Qué pasa si yo pago un impuesto que en otra región no existe? Lo lógico es que decida cambiarme.
- Bueno, esa es una de las razones de porqué va a ser difícil tener impuestos regionales, pero al mismo tiempo si esa región lo cobra y es capaz de dar un mejor bien público por algo, capaz que usted escoja esa región pese a que tiene que pagar más impuestos.
- ¿Y bajar en la región el impuesto de primera categoría para estimular el desarrollo industrial?
- Para mi es un pecado mortal. No puede estar sobre la mesa pues esa es una rebaja de impuesto que al final pagaría todo Chile y no sólo la región porque eso va a un bolsillo común.
-¿Se puede perder la perspectiva de país?
- Creo que es muy importante que la regionalización no camine gradualmente hacia un puro asunto de puja respecto de quien se lleva un pedazo de la torta más grande, sino que sea una estructura política acordada entre todos.
REFORMA TRIBUTARIA
- Sobre la reforma tributaria, ¿qué le ha parecido la discusión sobre el sistema integrado que es el centro del debate?
- Pienso que es importante seguir avanzando en la discusión de la reforma tributaria por una razón bien fundamental. Se transformó en algo ícono y por lo tanto puede pasar a ser algo que el sistema político sea incapaz de procesar. Y creo que su importancia radica allí y no en los detalles porque creo que la reforma no tiene el calibre para hacer una diferencia desde el punto de vista directo en la macroeconomía como que haya que cortarse las venas por un lado o por el otro(...) llegamos a un estado en que hay que buscar un acuerdo.
- ¿Lo importante es dar certezas?
- Más allá de eso, porque no son certezas de los impuestos para la inversión, es certeza de que el sistema político es capaz de procesar conflictos. Es una prueba de que somos un país maduro en el que se deciden las cosas y se puede avanzar (...)¿El FUT? Al final siempre va a estar desde el momento que no exista desintegración.
"Lo que necesitamos es que los gobiernos regionales piensen, diseñen, acuerden bienes públicos de escala mayor que una sola comuna. Ese debe ser el foco principal y es clave orientar los esfuerzos hacia allá" "La ley de puertos es distinto porque estamos hablando de un nuevo impuesto y, por lo tanto, en la medida que sea un impuesto al puerto creo que es un tema que se puede debatir"