La cita es a las 19 horas en el segundo piso de la sede caturra de calle Independencia. La Corporación Santiago Wanderers convocó a una asamblea extraordinaria de socios, acordada en una anterior reunión, y que tiene como finalidad iniciar la elaboración de un plan en caso que la organización que preside Mario Oyer tenga la oportunidad de retomar el control del club en medio de la expectación creada por la partida del empresario Nicolás Ibáñez, máximo controlador del Decano.

Una reunión importante y en donde, a esa altura de la jornada, ya se sabrá si hubo algún accionista que concurrió al aumento de capital de 5 mil 200 millones de pesos propuesto por el mismo Ibáñez hace un mes (hoy se cierra la etapa denominada "derecho preferente" de compra de papeles).

"Como socios debemos tomar el protagonismo de elaborar un plan profesional y serio para el momento en que nos toque administrar el fútbol profesional, sea ahora o cuando termine el contrato de concesión", sostiene Oyer, realizando un llamado para que los hinchas concurran esta tarde a la sede porteña.

"La idea es construir un proyecto de administración independiente si está Nicolás Ibañez o algún inversionista extranjero, esto es independiente a la categoría en la cual nos encontremos", dice el dirigente, reiterando que "nosotros tenemos súper claro nuestro proyecto de club, el que debe ser adecuado a las exigencias del profesionalismo y para eso nos reuniremos, teniendo como datos las mismas memorias anuales de la S.A.".

Santiago Wanderers inaugurará a fines de mayo mucho más que un gimnasio en el Complejo Deportivo de Mantagua. Y es que las nuevas dependencias destinadas al trabajo de los jugadores del Fútbol Joven y Profesional es un Centro de Alto Rendimiento de primer nivel que probablemente será recordado como el legado de la administración de la sociedad anónima en el Decano.

Sin embargo, y antes que se corte la cinta y el lugar abra sus puertas, la polémica ya arrecia luego que desde el club se decidiera desechar la posibilidad de nombrar el recinto recordando a algún exjugador, técnico o dirigente.

El método para elegir la denominación es una votación de los socios entre tres alternativas definidas con anterioridad: Cerro 43, Astillero Panzer o Nido Caturro. La elección se hace en la misma página oficial del club en internet.

Felipe Sepúlveda, gerente de Santiago Wanderers, asume que "en algún momento pensamos en bautizarlo con el nombre de algún referente, pero decidimos descartar la idea, pues lo importante de este hito es la pronta inauguración del Centro de Alto Rendimiento y el salto cualitativo que significará para los jugadores profesionales y en formación, dando a los socios la posibilidad de poder participar de este proceso, igual que como lo hemos hecho con la camiseta oficial".

Respecto de las alternativas de nombres presentados, el ejecutivo sostuvo que "buscamos resaltar algunos aspectos importantes para nosotros, como potenciar nuestro origen porteño y conceptos ligados al desarrollo de talentos, por eso los nombres Cerro 43, Astillero Panzer o Nido Caturro, respectivamente".

En lo que respecta al reconocimiento de jugadores que marcaron la historia, Sepúlveda explicó que "estamos conscientes de la importancia de honrar su legado, y por lo mismo estamos haciendo todas las gestiones para renombrar los sectores del estadio, como en el caso de Juanito Olivares".

Las críticas

Para Gonzalo Serrano, académico de la UAI y exdirector de Santiago Wanderers, el bautizar al nuevo Centro de Alto Rendimiento con el nombre de algún exjugador, técnico o dirigente "era una buena oportunidad para haber hecho justicia con muchas personas que han sido claves en la historia de Wanderers y que pueden servir de inspiración para los jóvenes".

"Estoy pensando en Arturo Acuña, fundador, jugador y dirigente, el 'Gallego' (José) Pérez, Raúl Sánchez o Juan Olivares", sostiene el historiador, mientras que el panelista de radio Portales y profesor Patricio Leal asegura de frentón que "los nombres planteados son ridículos".

"Tenemos la más extensa historia del fútbol chileno, somos el Decano y los dirigentes no son capaces de premiar o destacar a nadie. No me parece", añadió el comunicador, quien fue más allá en su crítica: "Aún existe una discusión de cuántos cerros hay en Valparaíso y acá ya le quieren poner 43; Astillero Panzer me habla como de Asmar o una cosa así; y el Nido Caturro es simplemente ridículo, los creativos no estuvieron a la altura de la institución".

Por su parte, Patricio Vidal, exdirector de la Inmobiliaria Santiago Wanderers, propietaria de los terrenos en Mantagua y en dos años más también dueña del mismo Centro de Alto Rendimiento, coincidió con Leal al momento de calificar como "ridículos" los nombres planteados.

"Hay tanta historia y gente por reconocer", reflexiona Vidal, entregando, por ejemplo, el nombre del expresidente Arsenio Fernández, fundador de la Inmobiliaria. "Él fue visionario, creó una entidad que resguardara lo bienes de la institución", dice, agregando que "deberían haberle preguntado al directorio de la Inmobiliaria su opinión, porque es la entidad dueña de Mantagua".

"Buscamos resaltar algunos aspectos importantes para nosotros, como potenciar nuestro origen porteño y concepto ligados al desarrollo de talentos"

Felipe Sepúlveda, Gerente de Wanderers

"Tenemos la más extensa historia del fútbol chileno, somos el Decano y los dirigentes no son capaces de premiar o destacar a nadie. No me parece"

Patricio Leal, Panelista de Deporte Regional