"Al rechazar esta ley, se privilegia a estudiantes de particulares pagados con menos mérito"
Tras dividirse en dos, ahora esa parte del proyecto deberá ser revisada por la sala de la Cámara, mientras que la otra pieza se encuentra en el Senado. La decisión de la Comisión desató un fuego cruzado entre el oficialismo y la oposición. Algunos critican la propuesta por considerar que es discriminatoria y que representa un retroceso al reintegrar el mérito académico como factor para la selección en los colegios de alta exigencia.
Desde el oficialismo, sin embargo, defienden el proyecto, que busca acabar con la selección aleatoria puesta en marcha en regiones hace tres años con el Sistema de Admisión Escolar (SAE), implementado por el gobierno anterior.
Según el ministerio de Educación, con el SAE, en todas las regiones la mayoría de los estudiantes que el año pasado solicitaron ingresar a colegios de alta exigencia -y que tenían más postulantes que vacantes- tuvieron que competir por un cupo, lo que se tradujo en que sólo el 40% consiguiera una vacante en el colegio de su primera preferencia (ver tabla).
Para la ministra Cubillos, dicha cifra es un resultado deficiente y de ahí el interés para cambiar el sistema antes de que se implemente en la Región Metropolitana, lo que ocurrirá este año. En conversación con este medio, la ministra explicó las diversas aristas de Admisión Justa y abordó, entre otras cosas, algunas de las acusaciones de la oposición.
"Nos han criticado por enviar correos a apoderados (...) Algunos quisieran que el contenido que yo comunico tenga que pasar por la aprobación de la izquierda en el Congreso".
Han sido días difíciles para la ministra de Educación, Marcela Cubillos. El lunes, junto con la reforma previsional, uno de los proyectos emblemáticos de su cartera sufrió un traspié estruendoso cuando la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados rechazó la idea de legislar el plan Admisión Justa.
-¿Cuáles son las ventajas de Admisión Justa frente al actual Sistema de Admisión Escolar?
-Hoy el sistema de admisión es centralizado y no considera algunas variables que se deberían cuando hay más postulantes que vacantes. Obviamente, en caso contrario da lo mismo, porque es simplemente postular y quedar. Pero cuando hay más postulantes que vacantes, ¿qué es lo que es más justo, el azar o algún sistema que considere el mérito del alumno que está postulando? En este proyecto que la oposición rechazó, lo que hacíamos era que se pudiera considerar, del modo que el colegio determine, el mérito académico del estudiante por sobre el azar.
-¿Qué no funciona en el Sistema de Admisión Escolar para que valga la pena derribarlo a tres años de su implementación?
-Este sistema se creó con una promesa que no se ha cumplido: que los padres iban a poder elegir el colegio de sus hijos. Al final, lo que hace el sistema -igual que antes- es que los padres puedan postular a todos los colegios, pero no garantiza que queden. Ante esa promesa, hemos visto que cuando hay más postulantes que vacantes, solo el 40% quedó en el colegio de su preferencia. Lo segundo era una promesa de terminar o disminuir radicalmente la segregación, pero tampoco se ha cumplido. Estudios, no del Gobierno, sino de la Universidad Católica y otros centros, lo han dicho. Una tercera deuda es la gran promesa de inclusión, la que no se cumple en dos aspectos: no disminuye la segregación y a los niños con necesidades educativas especiales les puede garantizar cupo, pero no una educación de calidad y protección. El sistema actual es ciego, ve RUT, pero no ve historia ni necesidades especiales.
-Con Admisión Justa el colegio podrá decidir qué mecanismo asociado al mérito va a utilizar. ¿Es un retroceso a lo que existía antes, al sistema que tanto se criticó por considerarse discriminatorio?
-Dentro de todo este otro sistema de admisión escolar estamos instalando una excepción para estos liceos con alta exigencia y con más demanda que vacantes. El colegio podrá determinar la forma de medir ese mérito, ese esfuerzo anterior u otras características que les parecieran valiosas al momento de definir quiénes ingresan. Ello, en la medida que no sea discriminatorio, porque hoy está prohibido por ley cualquier forma de discriminación arbitraria.
-El Gobierno ha dicho que el SAE afecta a la clase media, ¿cómo?
-Cuando recorríamos las regiones pasó que hay niños que no entienden que habiendo tenido el promedio de notas que tuvieron, habiéndose esforzado durante básica, ni siquiera hayan tenido la opción de dar una prueba de admisión y haber quedado fuera. Hoy los liceos de alta exigencia han permitido que niños y jóvenes de familias de clase media que están en la educación pública puedan tener mejores opciones. Todos queremos que haya una educación de calidad pareja en Chile, pero lo que no parece razonable es que mientras eso no exista estemos castigando a todos aquellos grupos de jóvenes de clase media que, a través de estos liceos, llegaban a las mejores universidades. Lo que se está haciendo al rechazar esta ley es privilegiar a los estudiantes de los particulares pagados con menos mérito. Lo que se está haciendo es permitir que las elites y los grupos que llegan a las mejores universidades sean solo provenientes de los colegios particulares pagados. Eso es una tremenda injusticia.
-En un contexto de mérito académico, ¿qué pasa con quienes tienen peores notas?, ¿no tienen derecho a elegir?
-Esto es una excepción para liceos que tienen un proyecto educativo de alta exigencia, pero no todas las familias quieren que sus hijos vayan a este tipo de colegios. Como hay colegios de especialización temprana en que, por ejemplo, pueden evaluar habilidades artísticas para un colegio que se especializa en música, nos parece que el colegio con un proyecto educativo exigente pueda también evaluar qué alumnos tienen esa predisposición a esta mayor exigencia. Nosotros estamos reservando un 30% para alumnos prioritarios y un 20% para alumnos preferentes, es decir, hay un 50% para alumnos vulnerables, que es lo que no se entiende del rechazo de la oposición.
-¿El modelo hace competir por un cupo a niños y jóvenes que no han tenido las mismas condiciones educativas?
-No es que se haga competir por un cupo a niños de distintos niveles socioeconómicos o que han tenido distintas ventajas, desventajas y privilegios en su vida, sino que de entre de los que han tenido las mismas condiciones socioeconómicas se aplica un proceso objetivo para llegar a este colegio por sobre el azar. Lo que hay detrás del rechazo a este proyecto es una diferencia, en el sentido de que algunos sectores políticos creen que el mérito en la clase media y en sectores más vulnerables no existe o no debe valorizarse. Nosotros creemos que, aunque hay niños que han tenido vidas muy duras, muchos de ellos le dan la vuelta al destino y entonces tienen derecho a que sea reconocido ese esfuerzo por sobre el azar.
-¿Cómo era usted cuando estudiaba?, ¿cómo era su curso?, ¿había un sistema más justo que ahora?
-Aquí hay un tema tremendamente injusto. La educación particular pagada, en la que se educa al 7% de la población, tiene su propio sistema. La incoherencia más grande es que otro proyecto que está en la Cámara busca sacar algunos alumnos de la educación pública, escogidos nadie sabe cómo, y llevarlos a estos colegios que son altamente selectivos. Uno no entiende que la oposición tenga ese proyecto y no quiera que esos jóvenes puedan ir a liceos tradicionales exitosos.
-¿Consideraron ejemplos de otros países cuando elaboraron el proyecto Admisión Justa?
-Lo que hicimos fue hacernos cargo de lo que vimos con los datos del primer año de aplicación del SAE. En las visitas que hice a regiones, vi jóvenes llorando, diciendo que si hubiesen postulado un año antes, su esfuerzo habría valido. La gente resiente este sistema ciego, en que ya no tienen contacto directo con las escuelas. Muchos dicen que, si hubieran podido ir al colegio y explicar su caso, la situación habría sido distinta. Muchas familias sienten que se les puso una barrera entre ellas y los colegios. En Chile tomamos la experiencia que ha pasado en el exterior con sistemas centralizados, cuando acá no hay una oferta pública pareja. En ese caso, obviamente tenemos que adaptar un sistema a la realidad actual.
RECHAZO EN LA COMISIÓN
-¿Cuál es su autocrítica respecto de la gestión de Admisión Justa?, ¿la campaña en regiones abrió flancos que perjudicaron su avance en la Comisión de la Cámara?
-La oposición rechazó el proyecto antes de leerlo. Lo que nos ha importado, desde que asumí como ministra de Educación, en este y otros proyectos, es que se escuche a los apoderados. Nada me va a hacer retroceder en la política de mantener contacto directo con los apoderados y de mantenerlos informados. Nos han criticado por enviar correos a directos a apoderados y a profesores, pero ellos son la esencia del trabajo del Ministerio de Educación. Algunos quisieran que ese contacto no existiera o peor aún, que el contenido de lo que yo comunico a los apoderados tenga que pasar por la aprobación de la izquierda en el Congreso. El Sistema de Admisión Escolar y la Ley de Inclusión se hicieron sin escuchar a los apoderados y con fuerte rechazo ciudadano, y creo que en gran parte fue lo que hizo que la izquierda perdiera la elección presidencial. La Contraloría dijo respecto de correos por Aula Segura que estábamos actuando perfectamente dentro de nuestras competencias y que tenemos derecho a mantener contacto con los apoderados.
-¿Hay esperanzas para la discusión del proyecto en sala?
-Desgraciadamente la oposición anunció el rechazo al proyecto antes que ingresara, antes de leerlo, antes de escuchar la primera audiencia pública ni a ningún apoderado. Ojalá los parlamentarios en sus semanas distritales puedan escuchar a los apoderados. El actual sistema se creó sin oírlos y hoy no se quiere cambiar de nuevo, porque no los escuchan. Cuando uno ve que un Congreso está legislando un sistema de admisión escolar en que ninguno de los parlamentarios lo usa, porque al final los usuarios están fuera de esta discusión, lo mínimo es escucharlos a ellos. Estoy convencida que cualquier diputado, independiente de sus ideas políticas, si escucha a las familias que ya han sufrido en regiones el SAE van a estar abiertos a hacer este y muchos otros cambios, porque está produciendo daño.
-¿El Gobierno está abierto a modificaciones y a intentar llegar a un consenso con la oposición?
-Nosotros siempre hemos estado abiertos, tanto que cuando dividimos el proyecto en dos fue precisamente para favorecer la discusión y la aprobación. Dejamos en la Cámara de Diputados este proyecto que es prácticamente idéntico a uno que presentó una bancada transversal de parlamentarios, el que buscaba que para estos liceos se considerara el mérito y deja un 40% para alumnos vulnerables. Nosotros estamos ampliando eso a un 50%. Cuando dividimos el proyecto lo hicimos considerando que estábamos presentando uno prácticamente igual al de ellos. Si eso no es voluntad de diálogo, ¿entonces qué?
-En caso que Admisión Justa no avance en lo absoluto, ¿van a insistir con este u otro proyecto similar?
-Sería muy duro que no cambiara y se hiciera más justo el sistema de admisión. Creemos que, si ya produjo mucho daño el año pasado que se aplicó en las regiones, este año cuando se aplique en todas las regiones, en todos los niveles, y en la Metropolitana en los niveles que corresponde, nuevamente van a quedar muchas familias heridas con este sistema. No quisiéramos que el daño se produzca por segundo año, pero si no se logra cambiar ahora, vamos a estar siempre abiertos a que esto se pueda corregir o van a quedar muchas generaciones muy dañadas.
OFENSIVA DE LA OPOSICIÓN
-¿Cómo vivió esta semana?, ¿qué opina de la acusación en Contraloría por los correos enviados a apoderados y profesores?
-Creo que hay algunos que confunden o imputan dureza cuando hay determinación, o quisieran que el Ministerio de Educación de este Gobierno no tuviera agenda. Si la izquierda está tan convencida de que el Sistema de Admisión Escolar funciona bien y que las familias están felices con esta aplicación, ¿qué problema hay que los apoderados se enteren que son ellos los que no lo quieren cambiar?
-¿Se ha sentido sobrepasada, angustiada?
-No.
-Desde la oposición la han tildado de intransigente. ¿Estaría dispuesta a cambiar su forma de negociar?
-Detrás de esas críticas hay una intención de que cambiemos la agenda, pero no lo haremos. La agenda del Presidente Piñera es clara en volver a recuperar el derecho a elegir de los padres, a poner la seguridad en las escuelas y poner la calidad de la educación en el eje principal. En el Gobierno pasado tuvimos reformas, pero ninguna que se centrara en la calidad de los aprendizajes.
cedida
demanda escolar SAE, región por región
el Sistema de Admisión Escolar (SAE) operó el 2018 en todo chile, salvo la RM. En la fase regular hubo 274.990 postulantes. La tabla muestra, región por región, las postulaciones con más demanda que vacantes en la opción de primera preferencia, es decir, cuántos alumnos tuvieron que competir por un cupo y cuántos tuvieron éxito. el porcentaje que consiguió la vacante de preferencia oscila entre 28% y 54%. EL promedio nacional es de 40%.
Fuente: Mineduc, en base a datos Sistema de Admisión Escolar 2018.