F. Arbulú / Agencias
El Festival de Cannes no sería tal si no estuviese salpicado por la polémica. Desde los reclamos de la Iglesia Católica por "La dolce vita" en 1960 hasta las declaraciones del danés Lars Von Trier en 2011, diciéndose Nazi y asegurando que "comprendo a Hitler", pasando por las 250 personas que se retiraron de la proyección de "Irreversible" en 2002, mientras que algunos que se quedaron debieron recibir oxígeno debido a las impactantes escenas de violación, sodomía y homicidio de la cinta.
Este año no podía ser diferente y fue el director francotunecino Abdellatif Kechiche su protagonista. El realizador, que en 2013 se llevó la Palma de Oro "La vie d'Adèle", buscaba nuevamente llevarse el galardón con "Mektoub My Love: Intermezzo", en la cual se muestra al límite de la pornografía.
Rozando lo porno
En la cinta, el director registra a un grupo de jóvenes en una localidad costera del sur de Francia. Tras unas escenas en la playa, luego la acción pasa a una discoteca en la que hay una profusión de imágenes lascivas, incluyendo una escena de sexo oral de 13 minutos.
Al margen de una serie de diálogos banales, en las tres horas y media de película el cineasta se focaliza en los cuerpos femeninos, sobre todo en sus nalgas. "Básicamente consiste en más de tres horas de culos femeninos meneándose (...) En términos de mirada masculina lasciva y descarada, es excesiva" escribió Boyd van Hoeij para "The Hollywood Reporter".
Guy Lodge, de "Variety", agregó que "representa un desalentador callejón sin salida creativo para un director con mucho talento (...) No hay vida real en esta provocación sobrecargada e insignificante", mientras que Justin Chang, de "Los Angeles Times", sostuvo que "Kechiche ha perdido todo el interés que podría tener en sus personajes, más allá de su apreciación infinita por sus atributos físicos".
"Traté de mostrar lo que me hace vibrar, los cuerpos, los vientres", se justificó ayer Kechiche en la rueda de prensa que ofreció y que estuvo marcada por su tono crispado. Es así como se negó a contestar cuestiones simples, como su forma de rodar el filme, y terminó calificando de "pregunta imbécil y desfasada" la referente a una demanda de agresión sexual presentada en su contra. "Estamos en un festival de cine, hacemos cine, hablamos de cine, las cuestiones malsanas están desfasadas", dijo Kechiche, asegurando que ha hecho este filme en reacción "al espíritu malsano" de nuestra época.
La ventaja de corea
Y si la crítica opina de esta manera, la decisión del jurado que preside Alejandro González Iñárritu no sería muy diferente, por lo que Kechiche estaría prácticamente fuera de la competencia que termina hoy con la entrega de la Palma de Oro. Según los especialistas, serían dos los rivales más fuertes para llevarse el preciado galardón entre los 21 competidores que hubo este año: el español Pedro Almodóvar con "Dolor y gloria" y el surcoreano Bong Joon-ho con su título "Parasite".
De acuerdo al listado que ha ido publicando cada día la revista "Screen" y que recoge las clasificaciones dadas por un conjunto de críticos, precisamente la cinta asiática está mejor calificada, con una puntuación de 3,5 sobre 4. El filme cuenta la historia de Gi Taek (Song Kang-ho), que está sin trabajo, al igual que su familia. Cuando su hijo mayor (Choi Woo Shik) empieza a recibir clases particulares en casa de Park (Lee Sun Gyun), las dos familias, que tienen mucho en común pese a pertenecer a dos mundos totalmente distintos, comienzan una interrelación de resultados imprevisibles.
El manchego le sigue de cerca con 3,3 puntos y su "Dolor y gloria", cinta que narra una serie de reencuentros en la vida de Salvador Mallo (Antonio Banderas), un director de cine en su ocaso. El filme, con tintes biográficos, ha sido descrito como "una joya sensual y profundamente personal" por Peter Bradshaw ("The Guardian"), mientras que Jonathan Holland ha escrito en "The Hollywood Reporter" que "seguramente no sea recordada con demasiado entusiasmo, excepto por los más devotos de Almodóvar". El director de "Todo sobre mi madre" comparte puntuación con el filme de época de la francesa Céline Sciamma: "Portrait de la jeune fille en feu".
Parecida es la apuesta de la revista "Le Film Français", que se ha rendido a Almodóvar y a Bong, con la tercera posición compartida por Terrence Malick y su "A Hidden Life", una historia de un héroe moral austriaco en la Segunda Guerra Mundial, y el debutante francés Ladj Ly por "Les misérables", una dura denuncia de las de desigualdades sociales.
Entre los periodistas que cubren el festival también están divididos entre el surcoreano y el español, pues han sido las películas que más han calado, aunque en el último momento ha llegado el humor surrealista del palestino Elia Suleiman en "It Must Be Heaven", quien se pone delante de la cámara para interpretar a su propio personaje y recorrer Nazaret, en Cisjordania, París y Nueva York, y en la que hace "una crítica a la situación mundial en la que vivimos", según dijo su director.
Menos opciones tiene Quentin Tarantino y su cinta "Once Upon a Time... in Hollywood", una comedia divertida que transcurre en 1969 y es protagonizada por Brad Pitt y Leonardo DiCaprio, aunque la cinta ya se llevó un galardón. Se trata del Palm Dog, que se entrega al mejor intérprete canino en el Festival de Cannes y que recayó en Brandy, una pitbull que acompaña a Pitt y desempeña un rol crucial en la historia.