PS en la disyuntiva: relevancia, identidad y militancia atraviesan listas en competencia
ELECCIONES. Mañana se medirán el timonel Álvaro Elizalde y Maya Fernández de la disidencia.
"Tenemos identidad, falta actualizarla a nuevos desafíos"
- ¿Por qué adhiere a la lista de Maya Fernández?
- He participado en esta elección preocupado por la situación política en general del país, el decaimiento del debate político y por la situación de la oposición que está dispersa y no tiene un planteamiento coherente para ir perfilándose como una alternativa política para las próximas elecciones. Y ahí bajamos al PS, al que no se le ve con un dinamismo suficiente para contribuir a formular esa alternativa. Por eso es importante empezar por realizar un cambio de gente y de equilibrios de fuerzas dentro del propio PS. Entonces, estas elecciones han servido para animar un debate nacional y vamos a ver el resultado del próximo domingo.
- El PS se ha jugado su capital político justamente en impulsar la unidad de la oposición.
- Creo que el objetivo de la unidad de la oposición me parece válido, pero más que de la unidad, hablaría de coordinar una oposición diversa, porque hay muchas diferencias, ya que tenemos un abanico que va desde la DC al FA. Hay que coordinar esas acciones, ver dónde hay coincidencias, no magnificar las diferencias, respetar las posiciones de cada cual, pero lo más importante, fuera de mantener o estrechar más los vínculos con las distintas manifestaciones de la sociedad civil, lo más importante es ir perfilando un concurso de ideas que puedan servir para articular alguna alternativa viable para la centroizquierda. Eso ha faltado.
- ¿El PS ha perdido protagonismo por jugarse la carta de la unidad?
- Es que el simple llamado a la unidad no es suficiente y puede sonar retórico si no va acompañado de acciones concretas que vayan en esa dirección. Ha habido una falta de eficacia en la implementación de un objetivo que es legítimo.
- ¿Falta cercanía con la militancia?
- Ha habido muchas falencias. Y más que críticas a las personas, me parece legítimo el debate que tenga que ver con el contenido de la acción política y la conducción; y por eso es importante lo que plantea Maya de escuchar más a la militancia y a la gente. Junto con eso, es importante que haya capacidad de dirección, no sólo de escuchar, sino que de conducir; para eso es importante perfilar un conjunto de ideas matrices que den cuenta de cómo se puede levantar una alternativa de desarrollo del país desde el punto de vista progresista, teniendo en cuenta los cambios que ha experimentado la sociedad chilena y los desafíos que tiene por delante.
- ¿Cómo ve el actual rol del PDC?
- La veo con dinamismo, más allá de las tensiones internas que hay en todos los partidos, para ir recuperando un perfil propio. Lo que nos importa es que ese perfil propio no vaya en desmedro de una coordinación. Este tema es como el acordeón, donde tiene que haber una melodía, a pesar de que hay distintas notas, y que a veces se abre o se cierra. El tema hay que abordarlo con inteligencia, porque se están coordinando fuerzas muy distintas.
- ¿Hay pérdida de identidad en el PS?
- No, creo que el PS tiene una larga tradición de lucha histórica. El problema del PS no es su identidad, sino que actualizar esa identidad para los nuevos desafíos.
"Lo que pasa es que el simple llamado a la unidad no es suficiente y puede sonar retórico si no va acompañado de acciones concretas que vayan en esa dirección"
"Es evidente: representamos a la mayoría de los socialistas"
- La disidencia cuestiona que hoy la tienda es irrelevante.
- A ver. Lo primero, voy en la lista Unidad Socialista para un Nuevo Chile, que es la lista de la actual dirección, y creo que esa crítica se da en el marco de una disputa electoral, porque decir que somos irrelevantes no resiste mucho análisis. El PS, desde su fundación, es, ha sido y será un actor relevante. Tenemos las bancadas más grandes, con 19 diputados y 7 senadores, el año 2018 presidimos ambas corporaciones y estuvimos a la cabeza de la oposición frente al Presidente Piñera.
- ¿Hay cercanía con la militancia?
- Hace dos años la actual directiva salió electa con el 80% de los votos. Por tanto, es evidente que nosotros representamos a la gran mayoría de los socialistas. Y mañana domingo serán los socialistas los que van a decidir quién representa mejor el sentir de la base socialista. Arrogarse esa representación antes de escuchar el pronunciamiento de los militantes en la elección no tiene sentido. Nosotros estamos tranquilos porque creemos que hemos hecho una buena gestión. El domingo sabremos qué piensan las bases.
- ¿El PS ha perdido su capital en la búsqueda de la unidad de la oposición?
- Tenemos en eso una convicción que hemos construido en toda nuestra historia. Los socialistas creemos firmemente en el valor de la unidad. Por tanto, en esto no vamos a claudicar. Creemos que es la única manera de construir un proyecto alternativo a la derecha.
- ¿Qué acciones se deben impulsar para lograr la unidad, tomando en cuenta que sigue desmembrada?
- No es así. De hecho, logramos un acuerdo, a un par de meses de la derrota, para que la oposición presidiera ambas mesas del Congreso, acuerdo que logramos ratificar hace poco tras unas dificultades en la Cámara. Cada tiempo político tiene su impronta. El primer año fue un año de volver a sentarse y que cada partido hiciera su análisis interno. Tuvimos una conferencia de programa de organización, luego tuvimos un Congreso general y hoy tenemos una resolución que es nuestra carta de navegación. Este año será aquel en el que empecemos a consolidar y apuntar a objetivos concretos de cara al 2020 y 2021, cuando el país entre de nuevo en procesos electorales. Allí los partidos de oposición debemos ser capaces de ponernos de acuerdo para ser una alternativa de gobierno ante la derecha. Por eso creo que los tiempos no podrían haber sido otros. Uno siempre va a querer que las cosas avancen más rápido, pero las construcciones políticas se demoran en cristalizar y se construyen. Nosotros hemos estado en un diálogo permanente con todos los actores de la centroizquierda, un diálogo que vamos a mantener y que va a lograr los frutos esperados. El segundo semestre va a ser muy importante porque debieran sentarse las bases, porque primero hay que hablar de ideas, de plataformas programáticas para avanzar el próximo año en un acuerdo que se refleje en materia electoral.
- ¿Cuál es el desafío del PS, salga la directiva que salga?
- El partido realizó un Congreso paritario donde de los 600 delegados, la mitad eran mujeres. Y allí ratificamos un nuevo proyecto social y político para enfrentar el proyecto neoliberal de la derecha. Ese es el gran objetivo.
"La descentralización del partido, con el plan de sedes regionales y luego provinciales, partió en Valparaíso porque la democracia se construye desde lo territorial a lo nacional"