Valparaíso: los paradigmas de la ciudad
Las mas emblemáticas ciudades-puerto incorporan al ser humano en su historia y en su futuro. Rotterdam, Barcelona, Singapur, Bilbao, Vancouver, Montreal, Ámsterdam (...), no son ciencia ficción. Jaime LLambías Wolff, Profesor Emérito, Universidad York
¿Valparaíso, ciudad con puerto o puerto con ciudad? La sola pregunta pareciera insensata, pues la segunda opción es insostenible, por historia y por futuro. Estamos en el Siglo XXI y sin embargo, para ciertas voces e intereses, pareciera que lo incoherente si es posible. ¿Que es la ciudad de Valparaíso? ¿Que fue la ciudad? ¿Qué debe ser la ciudad? ¿De que dialogan las ciudades-puertos del siglo XXI?
Las respuestas a estas interrogantes requieren de una coherencia conceptual para una noción moderna de ciudad y no circunscrita a una racionalidad falaz, en donde solo el crecimiento económico y el empleo, son las metáforas del desarrollo. Esa lógica ya quedó enterrada con los errores cometidos urbi et orbe. Esta misma racionalidad, pudiera permitir cualquier atrocidad, como construir en las playas, destruir el ecosistema, levantar industrias contaminantes, reemplazar los parques por estacionamientos o las iglesias y bibliotecas por negocios o construir un puerto para el tren, etc. Todo ello, seguro podría mejorar la economía y de paso destruir la ciudad y la calidad de vida de sus habitantes. Hay que humanizar el espacio publico y generar una buena estrategia ciudad-puerto.
El Estado vela por el interés publico y debe custodiar y desarrollar la ciudad. La ciudad son su gente, los porteños todos, los sinuosos pasajes, los cerros, las vistas a una bahía limpia, las casas pintadas, los ascensores, los niños que corren por las escaleras, las casas de madera de playa ancha, el Wanderers, los inmigrantes y sus tradiciones, el puerto, la armada, los marinos, los viejos almacenes, los recónditos pasajes, los reconocimientos internacionales, el patrimonio, las luces y sombras, el visitante, las iglesias y parroquias, los viejos almacenes, las escuelas, los hoteles, las galerías de arte, los edificios monumentales del plano de la ciudad, el comercio, los mercados, la música, los bares y cafés, etc.
El mundo valora a Valparaíso. Se requiere un liderazgo conceptual, imaginario y político visionario y responsable. Que duda cabe que no son las amenazas, las descalificaciones, el uso de la fuerza, las inconsultas o la defensa de intereses particulares los que harán la ciudad. Ya lo han propuesto urbanistas y competentes profesionales en este mismo diario. Los puertos, en los mejores ejemplos del mundo son importantes actores económicos, estrechamente vinculados a una ciudad y la protegen. Las mas emblemáticas ciudades-puerto incorporan al ser humano en su historia y en su futuro. Rotterdam, Barcelona, Singapur, Bilbao, Vancouver, Montreal, Ámsterdam, Ciudad del Cabo, Boston, Algeciras, no son ciencia ficción.
En un mundo global y abierto, las ciudades no son el patio trasero, segregadas por razones económicas o sociales. Por tanto, como en las mejores ciudades puertos, junto al puerto hay una sinergia y una reconversión de las zonas y de las actividades portuarias, como piezas fundamentales para un desarrollo equilibrado y sostenible y en donde otras actividades económicas y el descubrir nuevas virtudes como lo cultural, el turismo, su gente, el patrimonio, son fuerza vital. Estamos en un mundo post-industrial y los puertos tendrán que repotenciarse sin dar la espalda a la ciudad y menos a una ciudad patrimonial. Valparaíso es un solo.